Tolerancia cero

¿De qué lloran las figuras reivindicativas?

Que se las ven con animalitos como este de la ganadería de Manolo González en Castellón, en una corrida en la que actuaron dos “figuras” del G-10, Fandi y Cayetano. Foto del blog de la Unión de Abonados y Aficionados de Castellón

Tolerancia cero

Artículo de Vicente Zabala publicado en El Mundo

Las dos primeras grandes ferias, las tres si contamos como feria y como grande Vistalegre, han demostrado la desconexión absoluta entre el discurso de las figuras del toreo en los ministerios en defensa de la Fiesta y su particular manera de defenderla en los ruedos con un toro por debajo de los límites.

Castellón, en su nivel, ha seguido la pauta de Valencia, agravadas las fechorías cuando ya de por sí el toro de Castellón es inferior al de Valencia. Lo peor del escándalo diario es que nadie se escandaliza. Se trae una corrida sin cara ninguna, como la que Curro Vázquez elige para Cayetano, y no pasa nada, porque dos días antes también han colado la de Jandilla con el consentimiento tácito y cómplice de los señores directores de las carreras de Juli y Manzanares como son Roberto Domínguez y Matilla.

Las figuras han contado y desperdiciado la oportunidad de demostrar de veras que su defensa de la Fiesta va en serio y más allá del toreo de salón de los ministerios. El discurso torpe e inoportuno de El Juli y Enrique Ponce en Sevilla contra presidentes, reconocimientos y reglamentos y por la barra libre no ha hecho otra cosa que entregar armas y argumentos a quienes no creen en el traspaso a Cultura como solución a todos los males. Y los creyentes se bajan, o bajamos, del carro, cuando la conciencia y la responsabilidad brillan tan descaradamente por su ausencia. Y las empresas son peleles en sus manos incapaces de defender al aficionado con la integridad del toro en su trapío.

Hoy, a 3 de abril de 2011, hago un llamamiento a veterinarios, autoridades y afición: tolerancia cero. La exigencia de cada plaza con el toro pertinente pero exigencia sin paso atrás. Ya vale además de ese discurso victimista y llorón de unos señores que, con todos sus méritos y sangres derramadas, se han hecho ricos con el toreo, matan el toro que placen, hacen los carteles que quieren, buscan las fechas que mandan y revientan las taquillas sin reventar las plazas. ¿De qué lloran las figuras? Si ellos se quejan, ¿qué deben hacer los Urdiales, Aguilar (Sergio y Alberto), Fandiño, Rafaelillo y demás tropa? ¿Apuntarse al viaducto?

Nadie les aprieta ni les tose. Van a su puta bola. Daremos el paso a Cultura y habrá que apuntárselo al G-10 en la misma medida que todos estos desmanes.