miércoles, 2 de febrero de 2011

Una cornada de incongruencias

Antonio LorcaUna cornada de incongruencias
Antonio Lorca

Artículo Publicado en El País

RTVE ha echado el cierre a los toros. La televisión pública ha decidido no retransmitir corridas "por su horario, generalmente coincidente con el horario protegido o de especial protección para la infancia", según se recoge en su Manual de estilo, que encuadra los festejos en el capítulo de Violencia con animales. Se acabaron, pues, las retransmisiones taurinas en la televisión pública, cuya oferta informativa queda reducida a un programa semanal de media hora -Tendido cero-, que se emite los sábados al mediodía.

La fiesta de los toros sufre así una grave cornada; esta vez, en forma de estocada en el mismo hoyo de las agujas, pues impide la difusión de grandes eventos taurinos que contribuyen, sin duda, al conocimiento y la formación de nuevos aficionados.

Pero lo que pudiera ser motivo suficiente para que los amantes de la tauromaquia se rasgaran las vestiduras pone de manifiesto, más bien, la incongruencia absoluta que preside actualmente el mundo de los toros, inmerso en gravísimas contradicciones, incoherencias incomprensibles, una alarmante desidia de sus principales protagonistas y un galimatías ideológico, económico y cultural que evidencia su total desamparo.

Aunque parezca extraño, mientras RTVE decide cerrar la pequeña pantalla a las corridas para proteger a la infancia, sigue vigente el compromiso del ministro del Interior,Alfredo Pérez Rubalcaba, de tramitar el paso de los toros al Ministerio de Cultura; además, el pasado mes de octubre, el Senado rechazó con los votos, entre otros, del Grupo Socialista, la propuesta del PP para declarar los toros Bien de Interés Cultural, decisión que sí habían adoptado los Gobiernos populares de las comunidades de Madrid, Valencia y Murcia; y el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, declaraba hace solo unos días que él no hubiera votado a favor de prohibir las corridas de toros en Cataluña.

Pero no acaban aquí las incongruencias: los Gobiernos socialistas de Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón y Extremadura hacen gala de su apoyo incontestable a la fiesta taurina y dedican inversiones millonarias en sus respectivas televisiones y radios públicas a programas semanales y retransmisiones de festejos. Y el Partido Popular, convertido en el gran defensor de la fiesta -acaba de presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la prohibición de los toros en Cataluña- se encuentra con la sorpresa de que sus cuatro representantes en el Consejo de RTVE dieron su aprobación al Manual de estilo que decide poner fin a las emisiones taurinas. Y no es que hayan roto la disciplina de partido, no; de las declaraciones posteriores de uno de ellos se desprende que el documento era tan profuso y voluminoso que, supuestamente, no le prestó o no pudo prestarle la atención debida.

La perla la protagonizan, como siempre, los toreros. Mejor dicho, las llamadas figuras. Son estas, siguiendo la estela marcada por José Tomás, las que se oponen tajantemente a ser televisadas ("quien quiera vernos, que pague"), e impiden con su ausencia que los festejos que aparecen en la pequeña pantalla tengan el necesario interés para la audiencia. Figuras todas ellas, junto al resto de los taurinos, que solo a raíz del movimiento antitaurino generado en Cataluña se han sentido obligadas a defender un sector que padece desde hace años una preocupante crisis de pureza y prestigio. ¿Cabe mayor desatino?

¿A quién le puede sorprender, entonces, que, en todo este desorden sin sentido, RTVE decida no emitir corridas de toros por coincidir con el horario infantil? Habría que concluir, sencillamente, que en la corporación pública han abundado y abundan los antitaurinos, o que la televisión nacional es el espejo en el que se reflejan las miserias del espectáculo taurino: un río revuelto, sin estrategia política y cultural, en el que unos lo defienden por razones electorales, otros lo rechazan por convicción, algunos, los más ingenuos, sueñan de buena fe que vuelva la emoción, y la mayoría asiste a este culebrón entre la más aburrida indiferencia. RTVE remite a su Manual de estilo para explicar la decisión. Nada más.

El matrimonio entre los toros y la televisión pública ha vivido largos periodos de radiante felicidad. España entera se emocionó en los años sesenta con un fenómeno social llamado Manuel Benítez El Cordobés, cuyas gestas televisivas en blanco y negro llegaron a paralizar muchas tardes la vida laboral del país. La pequeña pantalla hizo vibrar a la sociedad española con las figuras de los años setenta y ochenta; pero esa pasión desaforada se fue apagando a medida que el progreso se hacía presente y afloraban movimientos contra la fiesta taurina. Poco a poco, los toros perdieron adeptos, aunque no espectadores -continúa teniendo un importante número de asistentes-, tomaron parte los grupos políticos, y los taurinos, anclados en el pasado más inmovilista, decidieron hacer dinero rápido y olvidarse del futuro.

Sin prisa, pero sin pausa, la corriente antitaurina fue tomando cuerpo e hizo su entrada en el Parlamento nacional, donde los toros cuentan con pocos defensores. En verdad, solo uno (existe una Asociación Taurina Parlamentaria, a la que no se le conoce actividad): Juan Manuel Albendea, diputado del PP por Sevilla, reconocido intelectual taurino y colaborador en la crítica del desaparecido maestro Joaquín Vidal, que no se ha cansado de preguntar sobre la programación taurina a los tres últimos responsables de RTVE, Carmen Cafarell, Luis Fernández y Alberto Oliart, con escasa fortuna.

Ya en octubre de 2004, Esquerra Republicana de Cataluña solicitó al Gobierno que las corridas de toros se suprimieran de la programación televisiva en horario infantil; e Izquierda Unida pidió que los festejos se emitieran durante la madrugada.

Se estrenó entonces Albendea en su papel de defensor, y tras una pormenorizada explicación de la tradición cultural de los toros, señaló que ningún reglamento, a excepción del aprobado en la dictadura de Primo de Rivera y de la norma posterior del Parlamento catalán, prohibía la entrada de los menores en las plazas. Y concluía: "Si esto es así, ¿por qué se pretende que no vean los toros por televisión? Dejemos que sean los padres quienes decidan lo que deben ver sus hijos".

Esta opinión es compartida por el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, quien afirma que son los progenitores los que deben decidir cómo quieren educar a sus hijos. "No creo que un festejo taurino afecte negativamente a los niños, y estoy convencido de que existen contenidos televisivos terribles para los menores y no nos preocupan", dice. Denuncia Canalda la violencia demoledora que se produce en los platós de televisión, que se permite por audiencia y por dinero, y se muestra partidario de menos prohibiciones y más responsabilidad paterna.

Carmen Cafarell, directora general de RTVE en 2004, contestó a Albendea que en el ente público no existía una política antitaurina y sí limitaciones presupuestarias para las retransmisiones. Lo cierto es que TVE emitió el último festejo el 14 de octubre de 2006, con motivo de la feria del Pilar de Zaragoza.

Al año siguiente, Luis Fernández, presidente de la Corporación RTVE, volvió a insistir en el muy elevado coste de las retransmisiones -ni entonces ni ahora RTVE ofrece datos económicos-, no compensado con los ingresos, y justificaba el compromiso taurino con los programas Tendido cero de La 2 -con una audiencia media de 200.000 personas en 2010, el 3,1%-, el radiofónico Clarín y la emisión de los Sanfermines.

Ha habido más preguntas del insistente diputado Albendea -la última a Alberto Oliart- y una proposición no de ley del pasado mes de noviembre en la que solicitaba la inclusión de información taurina en los telediarios y la retransmisión, al menos, de 10 corridas, y que fue rechazada con los votos del PSOE y CiU.

También se ha movido la Mesa del Toro, que reúne a representantes de 15 asociaciones profesionales del sector. Su gerente, Eduardo Martín Peñato, dice tenerlo claro: "El Gobierno no quiere dar la espalda a los toros, pero tampoco los apoya". Hace un año se entrevistaron con un representante de Oliart, a quien solicitaron un mejor tratamiento informativo y la retransmisión "de dos o tres corridas importantes, no más", pero todo quedó en buenas palabras. Y concluye Martín Peñato: "No es admisible que se barajen criterios de rentabilidad cuando estamos hablando de un servicio público: los 2.500 millones de euros que el sector aporta al PIB merecen un mejor trato en Televisión Española".

Breve e irónico se muestra Carlos Abella, director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de Madrid, quien señala que la decisión de la RTVE es "una prueba más del inmenso apoyo que el Gobierno y el PSOE brindan al toreo y a la cultura de este país".

La otra cara de la moneda la representa Manuel Brenes, director general de Espectáculos Públicos de la Junta de Andalucía, quien prefiere no valorar la decisión de RTVE, y se enorgullece de que el Gobierno andaluz cumple con el acuerdo alcanzado en noviembre de 2004 por el Parlamento de la comunidad autónoma, por el que se instaba a incrementar el fomento y difusión de la tauromaquia, el impulso de la fiesta en los ámbitos educativos, y pedía a la televisión andaluza que mantuviera e incrementara su programación taurina.

¿Patrimonio cultural? ¿Maltrato animal? ¿Protección de la infancia? ¿Utilización política? Sin duda, una pura incongruencia, un contrasentido y ausencia de lógica; pero las corridas de toros no volverán a la televisión pública.”

Pero yo me hago la siguiente pregunta, realmente como dice Lorca en su artículo, ¿las retransmisiones televisivas taurinas contribuyen al conocimiento y la formación de nuevos aficionados? ¿Ayudan a formar a nuevos aficionados en la verdadera esencia del toreo y pureza de la fiesta, las retransmisiones que solemos ver, o mejor muchas veces padecer, o están contribuyendo a todo lo contrario: a deformar al neófito, a hacerle ver que todo vale con tal de cortar orejas? A desvirtuar la bravura no dando importancia a la suerte de varas; a la ausencia de crítica, cuando incluso se ensalza el toreo perfilero y ventajista. A desvirtuar la suerte suprema jaleando bajonazos infames con tal de que el toro doble con prontitud. Al indulto de becerros afeitados y que ni siquiera reciben un picotazo, al mutismo ante toros vilmente desmochados, a comentaristas justificando lo injustificable… En fin ustedes saben a lo que me refiero. Naturalmente que sí queremos retransmisiones de eventos taurinos por las televisiones públicas, las que pagamos todos los españolitos entre los que nos encontramos los cada vez más apestados aficionados. Pero no todo vale. Hay algo más que el share. Pero claro, como también cita Antonio Lorca, un servidor es uno de esos ingenuos que sueñan de buena fe que vuelva la emoción. Y aunque el pasado no vuelve, quiero quedarme con aquella frase de Anatole France: no perdamos nada del pasado. Sólo con el pasado se forma el porvenir. Y ese pasado es la emoción, la verdad y la pureza de la Fiesta más culta del mundo.

7 comentarios:

el Chulo dijo...

Totalmente de acuerdo con todo!

Formidable articulo, formidable comentario.

Pienso tambien que politizar la corrida fue un error tremendo que puede tambien matar la corrida!

enhorabuena desde francia!

Anónimo dijo...

Yo no entro para nada Sr Pastor, en la politización de las corridas de toros por TVE, porque como usted dice muy bien en un reciente comentario respecto a la charla del Sr Boadella "Estoy convencido, y lo digo por diferentes conversaciones con políticos de diferentes colores, que si en Andalucía diera muchos votos el abolicionismo, es muy, pero que muy probable que otros vientos soplaran por estos lares". Yo como aficionado lo único que se, es que el pasado año vi por DIGITAL + (no entro para nada en la ideología política de la cadena) eso a mi no me interesa, a mi lo que me interesa es ver toros, y el año pasado como quería decirle anteriormente vi en febrero cuatro corridas desde el Palacio de Vistalegre, en marzo la Feria de Fallas, en abril la Feria de Sevilla, en mayo y parte de junio San Isidro, San Fermín en julio, en agosto la Feria de Bilbao, San Miguel en septiembre, la Feria de Otoño entre finales de septiembre y principios de octubre para terminar con la Feria del Pilar.
Como comprendera usted me quedo con esto y no lo cambio por aquellos años sesenta a lo que taurinamente hablando se refiere, porque otra cosa es cambiarlo por tener 50 años menos.

Aunque tengo que reconocer que hay muchas personas viejecitas en centros residenciales para mayores que nada más que por ellos se debiera de dar de vez en cuando alguna corrida. Cosa que cumple muy bien Canal Sur, al margen de sus comentaristas, y sobre todo el canal autonómico Castilla-La Mancha.

Un afectuoso saludo

Patricio Aranda

Tomas Cruz V. dijo...

Amigos del blog:

Los saludo desde Colombia. Cambiando un poco el tema y yendo a uno un poco más práctico por sus consequencias, como les pareció el novillete al que le cortó El Juli el rabo en La México ? Esta es la mejor manera de MATAR la Fiesta, El Juli viene a America a torear ejemplares anovillados, milagro no hizo todo lo posible por indultarlo, otra de las perversas prácticas que se dán en estos lares. Definitivamente, los enemigos de la Fiesta están adentro..!!

Cordial saludo,

Tomás

Juan Antonio Palmero dijo...

Que José Tomas ha sido un torero de leyenda,y observen que digo ha sido, pues ya no es el que fué(a excepción de las dos tardes de Madrid),es incontestable.Pero insisto que en su segunda época con tanta plaza de segunda, nuñez del cuvillo y 300.000 € por tarde, no ha alcanzado el esplendor anterior.
Pues bien, a él le debemos la "moda" que han seguido muchos otros toreros de negarse a ser televisados con el consiguiente perjuicio para la Fiesta, ya que lo que no sale en la TV, no existe.
Esto confirma que los "taurinos", los malos taurinos", acabaran con la Fiesta más pronto que tarde.
En cuanto al comentario del Sr.Cruz me gustaría decirle que hace muchos años el ganado bravo americano es chico y de escasísimo
trapío, ese es el motivo por el cual los Españoles hacen las Americas, puesto que dinero apenas existe.
Como siempre un fuerte abrazo.

Tomás Cruz V. dijo...

Amigo Palmero:

En América hay ganado bravo chico y sin trapío como usted bien dice, puesto que las figuras espanolas y también las de acá, así lo exigen. Cuando torea El Juli, es patente lo que les relato. Y cuando los toros de acá que morfológicamente, en especial los de México, que son de caja más chica, los dejan llegar a la edad suficiente, es decir a los cuatro anos y medio, salen toros muy respetables. Lo que sucede es que los apoderados, los toreros y las empresas se las ingenian para violar todos los reglamentos taurinos de estos paises y se pasan por "la galleta", como decimos aca, todo lo que está escrito.
En cuanto al dinero, le comento que El Juli, vino a la feria de Cali, contratado por 150,000 dolares libres de impuestos por tarde. Estoy casi seguro que en La México le pagarían más, pues es una plaza mucho más grande y se dice que es la plaza más importante del mundo, después de Las Ventas. Aclaro, no lo digo yo, se dice esto en los mentideros taurinos. En consequencia, no creamos que acá el dinero es tan poco,al menos para las primeras figuras, no será el de las temporadas espanolas cimeras, pero cercano. El toro si es de mucho menos trapío y no debería ser así, yo recuerdo hace unos anos, que en Colombia habían toros bien presentados y no tantas exigencias perversas, como hoy en día.
Si el tema les parece intertesante, les recomiendo leer el libro de Filiberto Mira, sobre encastes, donde relata en un capítulo los buenos pastos y aguas que observó en las tierras de Colombia y dice que es un país ideal para la crianza del toro bravo. Se lidian muy jovencitos, he allí el problema amigo Palmero.

Taurino saludo para todos,

Tomás

Francisco Picornell dijo...

Amigo Tomas, ¡¡has nombrado a un Gafe entre los gafes!! desde que leí el nombre del autor del libro que le recomiendas al amigo Palmero, me tienes asido a un leño, tocando madera sin cesar. Dile al prelado, que deje su vida disoluta por un momento y me haga un exorcismo para librarme de todo mal que provenga del Gaje en cuestión, conocido por estos lares como el Innombrable. ¡¡Lagarto, lagarto!
Un saludo.

Tomás Cruz V. dijo...

Mi estimado amigo Pacopí:

No tenía ni la menor idea que el finado Filiberto, al cual perece no debo ni nombrar, produjera tanto desasosiego y consternación en los núcleos taurinos por donde ustedes se mueven. Creo que es mejor que te calmes y toques madera, para librarte de la mala fortuna.

Sobre los toros de las Américas, supe que la corrida lidiada hoy en La Santamaría de Bogotá, plaza que hoy cumplía Ochenta Anos, más antigua que La México, fue bien presentada, toros de Santa Bárbara del Capitán Barbero, lidiada por Sebastián Vargas, Miguel Abellán y Diego Urdiales. Al menos vamos mejorando en cuanto al trapío de los toros, les adelanto que no asistí, pero amigos que no mienten, me dijeron lo de la buena presencia de estos ejemplares.

También hoy salieron en los portales los ejemplares que se lidiaron hoy en Guadalajara, México, de las pocas plazas del país azteca, donde salen toros con edad y cuajo, sin dejar de tener presente que estos toros son de un encaste muy diferente al Parladé (Domecq, Atanasios, etc), Nunez, Miuras y demás. Pero se ven mucho más hechos estos toros, los pueden ver en los portales, como Mundotoro y creo que también Burladero. He sabido de buena fuente que los toros mas serios que salen en México, son los de la ciudad de Guadalajara y Mérida (Yucatán).

Cordial saludo para todos,

Tomás