Para demostrar que los aficionados no somos unos ogros en perenne estado de cabreo, hoy me toca, cosa que hago con sumo gusto, sacar el incensario y ponerme a incensar con furia visigoda, a todo el que haya colaborado a colocar la estatua de Manolete en los jardines existentes delante de la Plaza de Toros de Linares,retirándola del lugar inadecuado que ocupaba en la parte de atrás de dicha Plaza, en un lugar sombrío y propicio a las cafradas de los angelitos que pululan en bandadas por nuestros pueblos y ciudades, ejerciendo algo tan justo y necesario como sus derechos.
Desde el Sr. Alcalde hasta el albañil que haya puesto la última tochana, felicidades a todos, porque han llevado a cabo un acto de justicia de respeto y de buen gusto con un torero que, aunque por circunstancias dramáticas y desdichadas, ha hecho célebre a Linares en todo el mundo.
Adjunto una foto de la ubicación anterior, como se puede ver pintarrajeada en su base, (también he visto en otras ocasiones pintada la estatua) y otras del nuevo sitio, que hace justicia al torero y honra a sus ejecutores.
¡Enhorabuena Señores!
Franmartin
2 comentarios:
A ver si toman nota por estos lares Malagueños y limpian la de Antonio Ordoñez
Un saludo
Justa cuestión amigo Pacopi. Te has adelantado a mí pensamiento.
Pero ya se sabe, en Málaga la cultura y el respeto no están contemplados en el libro de estilo.
Un saludo
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