En el año 2002, Javier Villán con motivo de la feria de San Isidro, escribió en el diario El Mundo este decálogo para los jóvenes críticos que llegaban al periodismo taurino. A fe que muchos lo han seguido y otros que no lo hacían, lamentablemente, hoy día lo siguen al pie de la letra.
“Y, ante el cerro de comentarios que políticos, cantautores y mesoneros se aprestan a colocar en los periódicos y, ante el aluvión de alevines de periodistas que velan sus armas taurinas, me he permitido poner en claro, y por escrito, el Decálogo del buen crítico.Estos 10 mandamientos serán brújula y faro de quienes quieran navegar los procelosos mares de la crítica. El magisterio es gratuito y está basado no en la revelación divina, sino en la experiencia cotidiana. Hélo aquí
1º Escribir cuanto peor, mejor; olvidarse de que escribió de toros gente como don Pío (Pérez Lugín), Sobaquillo (Mariano de Cavia), don Modesto (José de la Loma), Clarito (César Jalón), Selipe (José María del Rey), Corrochano, Cañabate, Julio Urrutia, Néstor Luján, José Bergamín... Y recientemente, ayer mismo como quien dice, Joaquín Vidal. Así, escribiendo cuanto peor mejor, se librarán de acusaciones de hacer literatura en vez de crítica.
2º Tener una historia vieja de trinconeo y de sobrero, pues ya se sabe que los conversos vuelven siempre a sus orígenes. Y eso al taurinismo le da mucha confianza.
3º Silenciar lo malo de la lidia y exaltar lo bueno, si lo hubiere.Si no, tapar con las más sutiles retóricas y argucias los petardos de toreros y ganaderos y la complicidad pasiva de los empresarios.
4º Dar leña al modesto y lamer el culo a las figuras; los americanos dicen «besar el culo», mas aquí no es necesaria tanta exquisitez.
5º Vilipendiar y poner de chupa de dómine a los sectores levantiscos de cada plaza, especialmente al 7 de Las Ventas.
6º Proclamar que las cornadas ciertas y las faenas fallidas son culpa del viento; y que no existirían si se cubrieran todas las plazas. Quien no lo reconozca así sea declarado enemigo de la Fiesta.
7º Negar que existe el afeitado y la manipulación de los toros.Y declarar reo de antitaurinismo contumaz a quien no acate esta verdad suprema.
8º Minimizar la gravedad de la explotación y el atraco que sufren los novilleros, que tienen que pagar, casi todos y casi siempre, por torear.
9º Respetar a los toreros; pero que en los taurinos conlleva varios actos de fe. A saber: a) creer que los toreros están todas las tardes en peligro de muerte; b) reconocer que el pico, el bajonazo y otras lacras son imaginación de cronistas neuróticos.
10º Si se escribe en Las Ventas del Espíritu Santo, decir que es la única plaza del mundo sin mácula y sin pecado. Si, por el contrario, se escribe en La Maestranza, pedir perdón por proceder de Las Ventas. Y si se escribe en cualquier otro coso de Iberia, rendir pleitesía a los santos y las autoridades del lugar.
Con estos mandamientos, jóvenes hermanos que llegáis al periodismo taurino, seréis salvados y acabaréis triunfantes.”
Foto: Javier Villán (El Mundo)
2 comentarios:
Este es el decágolo que sigue don Puche y que quiere que sigan los demas
Un saludo
¿Hay en la prensa escrita o radiofónica,algún periodista o asimilado, que no siga a rajatabla estos 10 mandaminetos? ¿Cuantos dedos sobran de una mano?. ¡¡¡¡¡¡Necesito respuestas¡¡¡¡¡¡¡¡
Saulo dixit. ¿et pixit?
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