Comunicado de la Escuela Taurina Provincial de Málaga, ante la nota enviada por D. Francisco Rodríguez Gutiérrez.
Muy Sr. Nuestro,
Nos vemos obligados a ponernos en contacto con Vd., ante la carta que ha dirigido a los medios de comunicación el pasado 21 de Septiembre.
Aunque le reconocemos su derecho a dirigirse ante quien tenga por conveniente, en ejercicio legítimo de su libertad de expresión, quedamos profundamente sorprendidos de cómo se dirige a la Diputación de Málaga y a los medios de comunicación antes que a los responsables de la propia Escuela Taurina Provincial de Málaga.
En segundo lugar, le comunico que hemos dado instrucciones a nuestros abogados para que inicien frente a Vd. Todas la acciones judiciales que correspondan, en defensa del honor y la dignidad profesional de D. Fernando Cámara y de los responsables de la Escuela Taurina Provincial de Málaga, que Vd. ha atacado sin ninguna justificación.
Podemos llegar a entender que, como padre, le pueda doler que su hijo no haya tenido el éxito que esperaba en su andadura por la Escuela Taurina Provincial de Málaga, y lamentamos que haya decidido dejar la Escuela.
Sin embargo, lo que no podemos entender ni compartir son los términos en que se manifiesta en la citada carta y en que lo lleva haciendo desde hace varios años respecto a los responsables de la empresa que gestiona la Escuela Taurina Provincial de Málaga y muy especialmente al Maestro D. Fernando Cámara.
A la vista de su carta, debemos hacerle con carácter previo algunas aclaraciones que proceden, sin duda, de una grave falta de información por su parte.
La Escuela Taurina Provincial de Málaga, efectivamente, es un Organismo Autónomo Local perteneciente a la Excma. Diputación Provincial de Málaga y cuya gestión, mediante concurso público, fue adjudicada a la empresa que representan D. Óscar López y Óscar Plaza.
Por su parte, D. Fernando Cámara, efectivamente, es profesor de esta Escuela, pero en modo alguno se encuentra a sueldo de la Diputación, sino que percibe directamente de la citada empresa su retribución como profesor. Por eso, no ponemos compartir sus palabras, fruto de su falta de información, acerca de que D. Fernando Cámara cobra un sueldo de la Diputación, ya que a todos los efectos es un trabajador, y no un funcionario.
Aclarado esto, no nos parece de recibo el tono con que se pronuncia respecto a D. Fernando Cámara, atacando a su persona y a su profesionalidad, trato que entendemos sí es vejatorio, injurioso y atenta contra el honor de un Matador de Toros, que después de haber dedicado su vida a torear, ahora enseña a torear.
D. Fernando Cámara ha actuado siempre con absoluta exquisitez en el trato con todos los alumnos de la Escuela, con todos sin excepción, como pueden dar fe todos los alumnos que han pasado por sus manos, poniendo todo su saber y experiencia en enseñarles todo cuanto sabe y ofreciendo tanto clases prácticas como teóricas, dentro de la filosofía de la Escuela, tanto en el aula como a pié de plaza.
Sobra decir que los responsables de la empresa que gestiona la Escuela Taurina Provincial de Málaga avalan plenamente la actividad y el servicio de D. Fernando Cámara, y que sin duda le apoyará en el futuro, caso que decida ejercitar contra Vd. las acciones judiciales que correspondan en defensa de su honor y su profesionalidad, que Vd. pone ilegítimamente en entredicho.
- Es falso que D. Fernando Cámara no haya dado indicaciones a su hijo ni que le haya dejado de prestar su apoyo como profesor.
- Es falso que la Escuela le “ordenara” que le pusiera un mozo de espadas. Al contrario, fue Vd. el que quiso imponer a la Escuela que le pusiera a su hijo un mozo de espadas, algo que en Clases prácticas hemos venido haciendo nosotros mismos o algún compañero de la Escuela.
- Es falso que D. Óscar Plaza “ordenara” a ningún empresario que pusiera en cartel a determinados alumnos en detrimento de su Hijo, ya que los alumnos los determina el Maestro D. Fernando Cámara y el decide que alumno debe participar en cada Novillada.
Al contrario, el trato que, tanto el profesor como los responsables de la Escuela han ofrecido a su hijo es idéntico que el que se otorga al resto de sus compañeros, a pesar de su continua intromisión en la labores docentes de la Escuela.
No podemos negar que, como en cualquier centro docente público o privado, siempre hay algún alumno que sobresale más que otro. Pero a la hora de decidir qué alumno va a determinada Novillada, los únicos condicionantes que toma en cuenta la Escuela y el profesional encargado de la formación son el talento, el esfuerzo, la constancia y la capacidad artística de cada alumno.
Lo que no puede es confundir el talento natural, -hay alumnos más dotados que otros- y el esfuerzo que cada alumno pone en el empeño -también unos más que otros-, con el afán personal o las expectativas de cada progenitor, si bien legítimas pocas veces coincidentes con la realidad.
De este modo, somos nosotros los que no vamos a tolerar, en modo alguno, sus injuriosas e ilegítimas acusaciones contra D. Fernando Cámara y los responsables de la empresa que gestiona la Escuela Taurina Provincial de Málaga, acusaciones e injurias que lleva vertiendo desde hace años, y por eso le invitamos a que ponga de manifiesto y ofrezca las pruebas oportunas ante los órganos judiciales competentes acerca de cuáles son los “misteriosos” “intereses ocultos” que, según Vd. encubren la supuesta “preferencia” de D. Fernando Cámara hacia unos alumnos en detrimento de otros.
Entendemos que su interés personal, legítimo pero insatisfecho, en que su hijo se convierta en figura del toreo a toda costa y en el menor tiempo posible, no justifica en modo alguno que culpe a los responsables de la Escuela, y especialmente a D. Fernando Cámara, de la no consecución inmediata de su objetivo, y que además lo haga profiriendo insultos e injurias que sin duda tendrán la oportuna respuesta en el foro adecuado.
Atentamente.
Óscar Plaza.
1 comentario:
Y digo yo: ¿Tan complicada es la cosa que tienen que recurrir a SUS abogadoS? ¿que tienen un bufete entero estudiando esta tontería? ¿no tienen bastante con un abogado?
Un saludo.
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