"Beato", 620 kilos embistiendo con el hocico por la arena.Foto de Juan Pelegrín
Repiten hasta la saciedad taurinitos y mentecatos adlateres que el toro grande no embiste, que hay que dejarse de tanto mastodonte, que el toro chico, al que denominan "bien hecho", es el deseable. Pues ayer quedó demostrado que esto no es más que un cuento, una falacia, una gran mentira. Ayer "Beato", colorado chorreao de 620 kilos se encargó de demostrar que a un torazo como el de Victoriano del Río se le puede premiar con la vuelta al ruedo con todos los honores y merecimiento en una plaza como la de Madrid. Lo que realmente pretenden estos mandangas es darnos gato por toro, mansedumbre por bravura, vendernos la "tonta del bote", el "toro artista" descastado, moribundo de salida y desmochado, al que por estos lares los barrigas agradecidas llaman "el toro de Málaga".
2 comentarios:
Más claro, agua. ¡Bien "tirao"...!
Qué gran verdad!!!
Un abrazo.
Alberto
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