Ciertamente ando como desasosegado, no puedo conciliar el sueño con la tranquilidad que es de menester para que este resulte reparador. Me acogotan las dudas, se nos prometió una explicación sobre el Rosco, maestro, y su actitud el día de los Peñajara teniendo como compañero de localidad a don Rufino, el ganadero, y al que vimos que no protestaba como lo hacían, bien es cierto, el resto de sus “discípulos” donde Don Faustino sienta cátedra en el tendido Siete. Tendido al que tengo por modelo y arquetipo a seguir. Lo confieso, ese día me llevé una desilusión al ver las fotografías del Maestro que publicó Burladero.com y que el “Jefe” Pastor reprodujo en este blog, haciendo únicamente constar su perplejidad e incredulidad con lo que el objetivo fotográfico había captado y dicho portal publicado. Me quedé pensativo cual memo que ha visto aparición fantasmal o cual aficionado que ha visto al Fandi dar una serie de naturales con la panza de la muleta. Me frotaba los ojos; en definitiva, no me lo creía. No quería, ni mucho menos, ver al bueno del Rosco pegándole “calamones “a don Rufino pues, entre otras cosas, sería muy desproporcionado, tanto física como educadamente. Empero, hubiera sido justo, ecuánime y procedente, el ver al Maestro enarbolando el pañuelo verde. Con ello no ofendía a nadie, ni tan siquiera a Don Rufino, pues el mismo se metió en la boca del lobo, aunque hubiera sido invitado a hacerlo. Precisamente por ello, hubiera protestado con todo derecho y fundamento. ¿A qué se metió don Rufino al lado de Rosco? ¿A qué se sentó don Rufino a la diestra de “Dios Padre”? ¿Acaso era conocedor del estado de salubridad de sus toros? ¿Y no pretendería acallar así las justas iras del respetable y, concretamente, las del Siete? Se nos prometió una explicación sobre este particular para que los “fieles” sigamos siéndolo, para que no nos sintamos huérfanos de nuestro Norte, guía y adalid de los aficionados que queremos que la Fiesta taurina sea, tal, que no se nos venda un producto adulterado, que en “Provincias”, como dicen ustedes, es mucho más sangrante. Nos zahieren, nos ignominian, nos ven como a bichos raros y moscas gonadales. Tan es así que el “Jefe” Pastor se está planteando adquirir un traje talar y entrar este año en la Malagueta disfrazado de pía monjita y a Malagueto lo disfrazará de niña ñoña de colegio de ricos. Mas nosotros, fieles seguidores del proceder de Don Faustino, hacemos caso omiso de insultos e intimidaciones. Es lo cierto que al “Jefe” Pastor le fue ofrecida una explicación que, según quien lo hizo, iba a satisfacer a Tirios y Troyanos, mas andamos todos los “Rosquistas” (El Rosquismo, hasta el presente no ha sido anatemizado por el Papa) como inquietos y desorientados. Désenos pues la prometida explicación.
Un saludo.
Pacopi
2 comentarios:
Pacopi, hace tiempo que yo ya entro en Las Ventas con el traje talar y vengo diciendo que: "el 7 ya no es el 7 que me lo han cambiao." ¿Quien? ¿Por que? ¿Cuando? ¿a cambio de que?
Espero que con la contestación del Rosco que espero y deseo, se aclare todo. Ya veremos.
Salud
Como al parecer la explicacion no se ha producido todavia, bueno seria que en la misma incluyeran el porque Rosco actuaba como guardia de trafico dirigiendo o pretendiendo dirigir la salida a hombros del maestro Espla. Cosa que no es lo mismo que saltar para llevarle en hombros.
He sido "Rosquista" de toda la vida y lo sigo siendo pero ahora soy un "Rosquista" espectante tanto de su actuacion en el tendido y en la plaza como al frente de la Asociacion el Toro de Madrid.
Deseo creer que tanto el episodio del Sr. Rufino, como el querer dirigir la salida a hombros del maestro Espla, asi como el no notarse ningun cambio en la Asociacion, al menos aparente, porque las conspiraciones siguen, se debe al sindrome de la "gorra", que se produce cuando a cualquier ciudadano normal le ponen una "gorra" y automaticamente se cree almirante, de ser asi no es preocupante porque se le pasara, pero si la actuacion proviene de otra cosa pues seria mas grave y quiza el estado de espectante se convertiria en desercion.
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