No basta con las pancartas

No basta con las pancartas. No tienen ninguna repercusión en los medios desinformativos oficiales. La historia, la dignidad de la Fiesta de los Toros y de La Plaza de Las Ventas, hace necesario un esfuerzo máximo entre los aficionados. Hay que manifestarse contundentemente fuera y dentro de la plaza. Basta ya de empresa impresentable, de cuatreros, veedores a porcentaje, fenicios y autoridad que no vela por los intereses de los consumidores. No a las moruchadas, al medio toro y al premio al demérito. Las broncas deben ser sonoras y descomunales, como lo eran antaño en la primera plaza del mundo. Hay que manifestarse. Los antitaurinos lo hicieron en el ruedo y no pasó nada. Con mayor justificación sería que lo hicieran los aficionados y paganos a los que se les está tomando el pelo y el bolsillo. No sería la primera vez. Madrid se está jugando su prestigio, y de lo que ocurra en su plaza dependemos, y mucho, en el resto de la Celtiberia taurina. Los aficionados que quedan en Las Ventas deben unirse y hacerse sentir con rotundidad. El desprecio con el silencio no vale de nada. Hay que protestar sonoramente y, si fuera necesario, hasta llegar al límite de la legalidad.