lunes, 25 de mayo de 2009

¡¡Incapacitación!!

"Opresor" y sus hermanos pusieron en evidencia la bisoñez e ignorancia de los novilleros. Foto de Juan Pelegrín

"La novillada es verdad que requería lidia, requería que se hicieran las cosas a tenor de las características de cada bicho, que atemperasen sus negativas cualidades y ensalzaran y potenciaran las buenas, que las hubo, y más que notables. Los bichos tuvieron movilidad, tuvieron acometividad, tuvieron fuerzas, tuvieron emoción; les sobraron, es cierto, brusquedades, incertidumbres, genio… ¿pero qué bicho no las sacaría si viera tratado como lo fueron esos cuatro últimos, entre picadores y peones, sin faltar los novilleros de turno? Con tales trapazos, capotazos, enganchones constantes, con puyazos traseros, caídos, cerrándoles la salida para atraparlos y que se defendieran contra el peto, con banderazos de todos los colores, a base de agarrar los capotes mil veces plegados para abrirlos en medio del pase y largar así más tela, con múltiples pases sin sentido, con dudas constantes, a media altura -para no dominarlos ni someterlos jamás-, con falta de temple y sin forzar las embestidas, lo lógico es que desarrollaran complicaciones –pero apenas sentido, todo hay que decirlo, este déficit cualidad positiva, porque de haberlo sacado aun se hubiera complicado más la labor de los novilleros-. Les han acostumbrado a tantear genuflexos, pasándolos por allá, y luego a dar infinitos derechazos y naturales porque el medio toro –o completamente boyar- así lo permite en el encaste predominante, y cuando sale un bicho que pide otras cosas, que pide otro trato, el naufragio está casi asegurado, como decíamos días atrás. ¿Les enseñarán a estos chicos, cómo doblarse con los toros? ¿Les dirán en las escuelas, cómo doblegar sus fuerzas o corregir los defectos de sus oponentes? O como ya salen habitualmente sometidos de toriles, ¿les formarán en la faena estándar, y les enseñarán técnicas –trucos a veces- sólo para disminuir el riesgo innato y obligado que conlleva enfrentarse a un animal poco agresivo?."


¡¡INCAPACITACIÓN!!
Por Pacopi.

Plaza de toros de las Ventas. 25de Mayo del 2009
Seis Novillos de Guadaira. Bien presentados.
Francisco Pajares.- Silencio tras aviso. Saludos al tercio tras Aviso.
Juan Carlos Rey.- Saludos desde el tercio con protestas. Silencio tras Aviso.
Pablo lechuga.- Silencio. Silencio.

Debía existir una “Comisión Nacional de incapacitaciones taurinas” que tuviera potestad para ponerles a determinados novilleros unas orejas de burro y mandarlos a sus casas hasta que aprendan a torear como mandan los cánones. Hasta que sepan lo que es LIDIAR.

Los novillos que han salido hoy en Las Ventas, pasan en Málaga por una corrida de toros y más de un ilustre soplagaitas, devorador de bocadillos de higos chumbos sin pelar, diría que “la corrida estaba bien presentada” y algún zote de la sociedad malagueña lo aplaudiría. Mientras, el ganadero en su casa riéndose y diciendo: “les colé seis utreros y se los cobré como toros”. Seguro que algún presidente/a, les daba el visto bueno como corrida de toros…. ¡¡lo que yo te diga!!

El tal Francisco Pajares en el primero no le supo coger la distancia y quiso endosarle la faena que se sabe, que es una y no dos, (no se preocupe que también Ponce sólo tiene una). Metió pico, en algún muletazo bajó la mano. Adocenado, vulgarcito… ¡¡había que darle distancia!! Pinchazo sin soltar. Bajonazo tendido. Aviso. Dos descabellos. Silencio. Peor estuvo en el cuarto, al que no supo por dónde meterle mano. Citaba con la muleta retrasada y la faena concluyó entre palmas de tango. Al entrar a matar es volteado por dos veces. Saludos desde el tercio, motivados más que por su hacer por las cogidas. Y esto es lo lamentable: si se resulta cogido es culpa del torero las más de las veces. De cualquier forma y modo, me niego a que le den una ovación a un torero o lo que sea, porque un toro se lo ha echado a los lomos…

Toda una lección de empleo del pico muletero dio Juan Carlos Rey en el segundo de la tarde, además de torear para afuera sin cruzar. Muy por debajo del novillo. Estocada desprendida. División de opiniones cuando sale al tercio. Cundió el pánico en banderillas durante la lidia del quinto. Y cuando tocaron a matar, Juan Carlos Rey estaba más pendiente de la reacción el público que de torear. Recital de trompicones muleteros y mantazos. No saca un sólo pase limpio. Pesado. Dos pinchazos volviéndose en la cara. Aviso. Estocada tendida. Silencio.

Sencillamente desvergonzado estuvo Pablo Lechuga en el tercero. Empleó el pico sin miramiento. Lo desbordó el novillo en un pase de pecho, cuando quería echarse al toro fuera lo vio y se lo echó a los lomos. Estocada atravesada, tendida. Pinchazo sin soltar. Estocada pescuecera. Silencio. Fue breve en el sexto, ya que no pudo o no supo sacarle nada, lo mató de pinchazo, bajonazo huyendo y atravesado. Silencio.

Y a casita a ver que sanción les pone la "Comisión de incapacitación taurina"…

La novillada se merecía haber sido mejor lidiada de lo que lo fue. Varios novillos se fueron cruditos por la ignorancia de sus matadores.

Y me pregunto, al ver el Plus: ¿No será la invitación al palco una forma de hacerse publicidad novilleros y toreros fracasados? Todos los días nos cantan excelencias de perfectos desconocidos.

Un saludo.

El rincón de Malagueto

PEDÍAN EL CURRÍCULO

Los novillos de hoy querían expertos lidiadores y no toreritos al uso, futuras figuritas de porcelana. Sin ser gran cosa en cuanto a bravura, me han encantado y, der ser novilleros como los de hace 30 años, hubiera terminado con gran regusto.

Estos chavales de hoy, no saben lidiar, sólo saben hacer lo negativo, los pases sin rematar, lo bonito si pueden y el quejarse del viento, de los toros y del presidente.

Allá cada taurino con sus ideas, pero meter a Pajares, Rey y Lechuga en estos berenjenales es llevarlos al rotundo fracaso. Los novillos le han puesto a los tres el culo al aire. Y no ha sido por pitonazos en su anatomía.

El año pasado Lechuga, más verde que una ídem, estaba por las Ventas en las novilladas nocturnas para noveles. Rey debutaba hoy en Madrid y Pajares está algo más entonado, pero es el rey del pico, el pasito atrás y las marrullerías.

Menos mal que: " los tres iban vestidos de toreros”. Esta agudísima frase la ha pronunciado el "maestro" de la memez Emilio Muñoz.

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