Foto: El Mundo
A Julia Otero le repugnan los toros...
Por Pla Ventura
"Y los aficionados también. La periodista se ha despachado a gusto atacando a la fiesta de los toros. Una vez más, otra persona conocida de España ha querido verter su odio hacia una fiesta ancestral, erigiéndose como salvadora de los derechos de los animales; está en su derecho, nadie se lo recriminará, pero sí todo el mundo podrá odiarle cuando ha confesado que le repugnan los aficionados a los toros.
Fijémonos en lo que dice esta señora: "Me ha dado por pensar en esos animales a los que en un ambiente de fiesta y de risa se les tortura. Aunque maldita la gracia que tiene por ejemplo decapitar a un ganso, rociar con vinagre a un montón de hormigas a las que se mete en una bolsa para enrabietarlas y luego lanzarlas a la gente, o esto que pasó hace menos de dos meses en un pueblo de Guadalajara, con un toro ciego". Como vemos, hace un batiburrillo entre animalitos y no logra definirse. ¡Qué coño tendrán que ver las hormigas con los toros¡. Habla de torturas esta señora pero se le olvida que, ahora mismo, lo que se está torturando es a millones de personas que no tienen trabajo a las que ella obvia porque no le interesa para nada. Falta que, escucháramos a la señora Otero y quitaran la fiesta de los toros para que, entre otras cosas, algunos cientos de miles de personas que viven de los toros engrosaran las malditas cifras del paro.
Leamos: arremete contra todos los seres humanos de cualquier especie y condición. "No tengo palabras para calificar a la gente que se puede divertir con esto. Me inspiran una profunda repugnancia". La señora Otero debería de saber que, por ejemplo, los cirujanos taurinos son seres humanos que, en un momento determinado podrían curarla de cualquier enfermedad y que, por ser aficionados a los toros, pese a que a ella le repugnan, tengo la seguridad de que la atenderían. O sea que, no somos criminales en ninguna de las especies. Tengo el convencimiento de que, el doctor García Padrós, en el hospital donde trabaja, si le llevan como paciente a Julia Otero, seguro que la atiende. O, posiblemente, llegado el caso, si la Otero sabe que García Padrós es el cirujano jefe de Las Ventas, como le repugna, impide que la cure.
Pese a su título de periodista, con esta frase, demuestra que es una perfecta ignorante. "Entre una corrida de toros, a la que yo nunca he asistido ni asistiré; y entre algunos de esos espectáculos como el toro alanceado y demás hay grandes diferencias". Señora, la fiesta de los toros en los recintos taurinos es una fiesta de culto y, la fiesta de los pueblos con el toro en la calle, una diversión popular que, por cierto, nadie debe de menospreciar; es la cultura de un pueblo y, como tal, tenemos que respetarla. Esta mujer no sabe que, a lo largo de la historia, los artistas más grandes que ha tenido España, todos, sin distinción, adoraban esta fiesta, la promulgaban, la inmortalizaban y vivían para ella. Hasta un escritor fantástico como Ernest Heminguay se enamoró de esta fiesta bellísima.
Sigamos que, lo dicho por Julia Otero, no tiene desperdicio: "A mí me cuesta creer que haya seres humanos, compatriotas nuestros, que abrazarán a sus hijos por la noche y los llevarán al colegio por la mañana; que se divierta con eso. Me da asco pensar en esa gente, porque viven aquí al lado, son compatriotas nuestros". O sea que, a esta singular dama del periodismo, como vemos, hasta le da asco El Rey de España porque, nuestro monarca, de vez en cuando, asiste a las corridas de toros. Y, claro, le apestará toda nuestra cultura y todas nuestras gentes puesto que, millones de españoles adoran nuestra inigualable fiesta taurina.
Cuando el odio le rezuma por todos los poros de su piel dice esto: "Viva España, de verdad. Así somos. Ésta es la parte más repugnante seguramente de un país como el nuestro. Si en otras partes hacen lo mismo, puede que también. La caza del zorro en Gran Bretaña o lo de las ocas para hacer el foie. Pero desde luego yo creo que en España nos llevamos la palma en ese aspecto". O sea que, según esta afortunada salvadora del mundo, en España somos los más repugnantes del universo. Y digo yo, ¿qué coño hace usted en un país lleno de gentes que le repugnan? Debe ser usted muy cobarde cuando sigue viviendo en esta tierra apestosa, poblada por gentes sin escrúpulos y con ideas asesinas."
Fijémonos en lo que dice esta señora: "Me ha dado por pensar en esos animales a los que en un ambiente de fiesta y de risa se les tortura. Aunque maldita la gracia que tiene por ejemplo decapitar a un ganso, rociar con vinagre a un montón de hormigas a las que se mete en una bolsa para enrabietarlas y luego lanzarlas a la gente, o esto que pasó hace menos de dos meses en un pueblo de Guadalajara, con un toro ciego". Como vemos, hace un batiburrillo entre animalitos y no logra definirse. ¡Qué coño tendrán que ver las hormigas con los toros¡. Habla de torturas esta señora pero se le olvida que, ahora mismo, lo que se está torturando es a millones de personas que no tienen trabajo a las que ella obvia porque no le interesa para nada. Falta que, escucháramos a la señora Otero y quitaran la fiesta de los toros para que, entre otras cosas, algunos cientos de miles de personas que viven de los toros engrosaran las malditas cifras del paro.
Leamos: arremete contra todos los seres humanos de cualquier especie y condición. "No tengo palabras para calificar a la gente que se puede divertir con esto. Me inspiran una profunda repugnancia". La señora Otero debería de saber que, por ejemplo, los cirujanos taurinos son seres humanos que, en un momento determinado podrían curarla de cualquier enfermedad y que, por ser aficionados a los toros, pese a que a ella le repugnan, tengo la seguridad de que la atenderían. O sea que, no somos criminales en ninguna de las especies. Tengo el convencimiento de que, el doctor García Padrós, en el hospital donde trabaja, si le llevan como paciente a Julia Otero, seguro que la atiende. O, posiblemente, llegado el caso, si la Otero sabe que García Padrós es el cirujano jefe de Las Ventas, como le repugna, impide que la cure.
Pese a su título de periodista, con esta frase, demuestra que es una perfecta ignorante. "Entre una corrida de toros, a la que yo nunca he asistido ni asistiré; y entre algunos de esos espectáculos como el toro alanceado y demás hay grandes diferencias". Señora, la fiesta de los toros en los recintos taurinos es una fiesta de culto y, la fiesta de los pueblos con el toro en la calle, una diversión popular que, por cierto, nadie debe de menospreciar; es la cultura de un pueblo y, como tal, tenemos que respetarla. Esta mujer no sabe que, a lo largo de la historia, los artistas más grandes que ha tenido España, todos, sin distinción, adoraban esta fiesta, la promulgaban, la inmortalizaban y vivían para ella. Hasta un escritor fantástico como Ernest Heminguay se enamoró de esta fiesta bellísima.
Sigamos que, lo dicho por Julia Otero, no tiene desperdicio: "A mí me cuesta creer que haya seres humanos, compatriotas nuestros, que abrazarán a sus hijos por la noche y los llevarán al colegio por la mañana; que se divierta con eso. Me da asco pensar en esa gente, porque viven aquí al lado, son compatriotas nuestros". O sea que, a esta singular dama del periodismo, como vemos, hasta le da asco El Rey de España porque, nuestro monarca, de vez en cuando, asiste a las corridas de toros. Y, claro, le apestará toda nuestra cultura y todas nuestras gentes puesto que, millones de españoles adoran nuestra inigualable fiesta taurina.
Cuando el odio le rezuma por todos los poros de su piel dice esto: "Viva España, de verdad. Así somos. Ésta es la parte más repugnante seguramente de un país como el nuestro. Si en otras partes hacen lo mismo, puede que también. La caza del zorro en Gran Bretaña o lo de las ocas para hacer el foie. Pero desde luego yo creo que en España nos llevamos la palma en ese aspecto". O sea que, según esta afortunada salvadora del mundo, en España somos los más repugnantes del universo. Y digo yo, ¿qué coño hace usted en un país lleno de gentes que le repugnan? Debe ser usted muy cobarde cuando sigue viviendo en esta tierra apestosa, poblada por gentes sin escrúpulos y con ideas asesinas."
1 comentario:
Que artículo más pobre de argumentos, mas ridículo y mas falto de argumentos. El 50 años esta masacre desaparecerá
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