CUANDO SALE EL TORO......

FOTO: Burladero. com

Por Francisco Picornell

Plaza de Toros monumental de Pamplona. 7 de Julio, San Fermin.

Seis Toros de Peñajara. Bien presentados, algunos sospechosos de pitones, todos flojos de manos.

Diego Urdiales.- Silencio. Silencio.

Luís Bolívar.- Silencio. Silencio.

Salvador Cortés.- Saludos desde el tercio tras aviso. Silencio.


Está mas que comprobado, que cuando sale el toro, los llamados matadores de tales, no saben lo que hacer. Están acostumbrados al carretón bobo, al que le puede dar cien derechazos y quinientos naturales. Como digo, cuando sale un animal que les plantea problemas, o cuanto menos, no le admite el derechazo “picotero” y le pide una lidia a modo, pierden los papeles.
En la tarde de San Fermín, a Salvador Cortés le Salió, en tercer lugar, un toro para formar un lío, pero él se lió y dio mantazos con la diestra y con la siniestra, muchos paseos y pocos pases, ayuno de temple. Tenía este animal un buen pitón izquierdo por el que pretendió instrumentar naturales citando fuera de sitio y muy retorcido. Se puso pesado fruto de su propia ignorancia. Aviso. Estocada desprendida, precedida de un pinchazo. Saludos desde el tercio.

En el que cerraba plaza, al que inició la faena citando de lejos, dio todo un recital de mantazos manejando la pañosa como si fuera un látigo con manifiesto desprecio al temple. Bailaba cuando era fundamental quedarse en el sitio para ligar la serie. Pinchazo, estocada delantera. Descabello. Silencio.

En primero lugar, Diego Urdiales, lidió un ejemplar que perdía las manos, que iba bien de largo y al que le instrumentó pases embarullados sin confiarse cuando lo que pedía el toro era ser toreado por bajo y no por alto como hizo con mas frecuencia de la que era de desear. Estocada caída. Silencio. Le faltó someter al toro.

El cuarto pedía, para ser lidiado con cierto fundamento, que no viera mas que muleta, pero su matador, no sabía como meterle mano. Instrumentó mantazos y recurrió al arrimón. Creo que había que darle mas distancias. Pinchazo, estocada. Silencio.

De un vulgar subido y cada día peor está Luís Bolívar. En el segundo de la tarde, no le bajó la muleta, sin cruzarse. Con la izquierda le tocó la muleta muchas veces. Estocada desprendida, atravesada perdiendo la muleta. Silencio.

Al quinto, un ejemplar que buscaba, por ser algo tobillero, había que ponerle la muleta muy adelantada para que no viera mas que engaño. Pedía una lidia sobre las piernas, pero Luís se empecinaba en hacerle la faena que se sabe. Se puso pesado instrumentando mantazos sin fundamento ni motivo alguno. Silencio.

En Pamplona dicen que están prohibidas las “vuvucelas” aquí en Málaga dicen que van a buscar a dos famosos concertistas de tal trompeta para evitar que el Sr. Puche sestee en el burladero.

Un saludo.