domingo, 11 de octubre de 2009

Gatos inválidos de Parladé

GATOS INVÁLIDOS DE PARLADÉ
Por Pacopi

Parladé

Un felino de Parladé. Prototipo del toro moderno: la tonta del bote, al que ahora denominan como “toro manejable”. Foto: Burladero.com

Plaza de Toros de Zaragoza. 10 de Octubre del 2009
Seis gatitos de Parladé, faltos de fuerza y de todo.
Julio Aparicio.- Saludos desde el tercio con protestas. Saludos desde el Tercio.
Manolo Sánchez.- Saludos desde el tercio tras aviso. Oreja de verbena tras aviso.
El Cordobés.- Saludos desde el tercio. Saludos desde el tercio.

La cabaña brava va de mal en peor. Los procedentes de Juan Pedro son auténticas regresiones del toro de lidia. Y lo malo es que los públicos se lo tragan sin rechistar. La “maza” se deja timar sin el menor mohín, se ríen como necios mientras le quitan la cartera. Y si ello fuera poco, obligan a los “aguerridos” diestros a saludar desde el tercio e incluso les piden orejas de forma tímida que la presidencia otorga sin la menor consideración. Parecía que la terna de ayer se estaba jugando la vida y lo que estaban era tomándoles el pelo a los que poblaban –pocos- los tendidos. Tomándoles el pelo, porque esos seis gatos inválidos los exigen ellos o sus mentores, que es lo mismo. Tomándoles el pelo, porque se ponían bonitos sin exponer un alamar.

Salió en primer lugar un gato que estaba más tiempo por los suelos que embistiendo. Julio Aparicio dio algún pase- dos o tres – poniéndose bonito, pero toreando poco. Otros los remataba arriba, sin cruzarse, con mucho cuento. Estocada atravesada. Saludos desde el tercio con alguna protesta. Más cuento, si ello fuera posible, puso en el cuarto, al que recibió con unas verónicas con el paso atrás. Con la muleta, perfilero, retrasando el engaño, ahogándole la embestida. Estocada desprendida. Saludos desde el tercio.

Dio Manolo Sánchez una infinidad de mantazos  al que hacía segundo. Un inválido que olía a “after shave” a la legua. Metió pico sin temor de Dios, se cruzaba menos que un ciego por la A-92. Despedía al gatito para las afueras. Mantazos. Estocada trasera y caída. Aviso. Saludos desde el tercio. Le tomó el pelo de forma lamentable a la gente en el quinto de la tarde, un tullido al que, encima, castigaron en varas como si fuera un toro de verdad. Mantazos con la muleta, metiendo pico, citando en la pala del pitón. Pesado. Estocada baja y delantera. Aviso. Le regalan una oreja para cuya concesión no había petición mayoritaria. Vergonzoso era oír a Manuel Caballero por canal plus, decir ditirambos al vallisoletano. Cualquiera que lo escuchara creería que había inventado el toreo.

En su línea estuvo el Cordobés, que hizo el ganso en el tercero y al tiempo que gesticulaba con su esposa, que se encontraba en el tendido, daba rebanadas varias y ningún pase. Eso sí, no hizo el famoso salto del batracio. Medios pases, más perfilero que mural egipcio. Media estocada trasera. Descabello. Saludos desde el tercio. En el sexto más de lo mismo, pero en esta ocasión pudo dar menos “zapatetas” porque el animalito era inválido y muy chiquitito. Aburrido, tal vez por el mal hacer de su matador, se acostó el animal todo lo corto que era. Cuando se levanta del sesteo mutó a mula y no se movía ni enseñándole una zanahoria. Estocada desprendida y perpendicular. Descabello. Saludos desde el tercio.

Zaragoza es plaza de primera, al menos eso dicen, pero hoy, a la vista de lo lidiado, ha sido de tercera. El gato se ha hecho el amo de la ganadería patria, de las plazas sean de la categoría que sean. Los vendedores de ratones están de enhorabuena, pues pronto requerirán sus servicios loas llamados ganaderos de  bravo.

Un saludo.

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