Finito de Córdoba ha sido sancionado con 12.500 euros, a propuesta de la Junta de Andalucía, por el Juzgado de los Contencioso Administrativo nº 6 de Sevilla, por negarse a matar un toro de la ganadería de Alipio Pérez Tabernero en la plaza de toros de Montoro (Córdoba). Los hechos se remontan al festejo celebrado en dicha localidad el 8 de octubre de 2004, cuando Finito se negó a matar el toro ante la petición de indulto del público, cuando éste no se permitía en plazas de tercera categoría, lo que posteriormente vino a permitirse con la entrada en vigor del Reglamento Taurino de Andalucía. En dicha corrida se lidiaron cuatro toros de García Jiménez y dos de Alipio Pérez Tabernero por Finito de Córdoba, El Fandi y Andrés Luis Dorado.
En declaraciones al portal Mundotoro el abogado de PROTAUNI, Joaquín Moeckel, la considera "absolutamente desproporcionada" y afirma que "con esta actitud por parte de la Junta, de sanciones de semejante importe absolutamente descabellado, poco se apoya y se hace por el toreo". Y continúa: "No creo que muchos diestros cobren en una tarde lo que la multa impone de sanción. Estas sanciones por valor de esos importes tienen carácter confiscatorio, pues superan con creces los propios emolumentos de los diestros actuantes". Joaquín Moeckel sentenció: "Así no vamos a ninguna parte."
En aquel momento, y en declaraciones al mismo medio, Finito justificaba el indulto de esta guisa: "Mi experiencia como matador a largo de trece años me ha demostrado que el toro puede ser bueno en el caballo y luego no responder en la muleta, o por lo contrario, no destacar en varas y embestir con excelsitud en el tercer tercio. Por supuesto que el toro tiene que tener raza y bravura, pero el de hoy a mí me ha demostrado su calidad como lo ha hecho: desde la segunda tanda, embistiendo a más, con ritmo, por bajo y transmitiendo. Ha sido un toro muy fácil. A otros a mitad de la faena les tienes que dar ayudados por alto para que se refresquen, pero a éste no le ha hecho falta para nada. Es una pena que se pierda un animal de estas características". Es decir, para el diestro lo importante era el comportamiento en la muleta, el que no tuviera que “refrescarlo” y el que hubiera sido un “toro muy fácil”. Y apostillaba con la acusación al presidente de la corrida por ser comisario ya que “la mayor parte de ellos no son entendidos ni aficionados”: “Si yo he visto como era el toro, si el público, de manera unánime, estaba de acuerdo en perdonarle la vida, ¿qué ha pasado?: lo de muchísimas veces, un presidente con falta de afición. Lo que no puede ser es que una autoridad con esa responsabilidad, que un comisario sea presidente porque la mayor parte de ellos no son entendidos ni aficionados.”
Recordamos que, en dos ocasiones en la Feria de Málaga, la última el pasado año, a Finito le dieron los tres avisos y le mandaron sendos toros al corral, y en ambas ocasiones no hubo petición de indulto por medio.
Habrá que ver si finalmente Finito se tiene que rascar el bolsillo.
Fotos: Finito tras el de Zalduendo en la corrida del 22/9/08 en la Malagueta al que fue incapaz de matar, y el toro volviendo solito a los corrales. Toda una proeza para un “matador de toros”. Pena de torero con unas condiciones innatas para haber sido un mandón en el toreo y una figura de época.
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