“El presidente Del Olmo escuchó la primera bronca de la noche. Para educar al respetable hay que escuchar muchas broncas, aunque siempre se espera que la afición entendida ampare al usía con su aplauso y, la verdad, muy pocos le aplaudieron.
La noche tenía más broncas reservadas. El quinto de La Palmosilla era noble aunque iba con la cara alta. Castella volvió a encelar bien al astado en la muleta, lo templó en pases con el estilo que le adorna y fue acortando los terrenos para encontrase en su salsa en los circulares y en su permanente arrimón con el toro moribundo. Ahora mató a la primera de forma defectuosa y la petición de dos orejas fue estruendosa. Sólo se le concedió un trofeo y otra vez la bronca se escuchó en toda la Costa del Sol. De nuevo había acertado el presidente, de nuevo se quedó muy solo en el palco y otra vez el personal, amparado en el anonimato, gritó burradas. Éste es el camino para que esta plaza sea seria. En el palco, bien; ahora, a exigir un toro íntegro (¿) en los corrales.”
Esto escribía Carlos Crivell en su crónica del festejo nocturno del pasado día 22 de agosto. Pues debe saber usted, don Ildefonso, que entre la inmensa mayoría de esos muy pocos que le aplaudieron estábamos el minúsculo reducto de aficionados que quedamos en el tendido 6. Y lo hicimos porque, esa noche, sí estuvo a la altura que se debe estar en el palco a la hora de la concesión de trofeos. Aquella noche valoramos su aguante, su valor en el palco, frente al gentío que le profería improperios injustificables por parte del público que hace años se ha faltado el respeto así mismo. Pero sepa también que esos muy pocos también le censuramos, su absoluta falta de criterio en el palco, y lo que es aún peor, su incapacidad en los corrales para mantener la decisión de sus veterinarios y rescatar toros indignos para una plaza como la de la Malagueta. Usted, como cualquiera, es esclavo de sus palabras y su discurso de que el toro era la gran asignatura pendiente de la Malagueta, salvo la novillada picada, ¡muy fácil! ,verdad, y la corrida del Pilar, escogida por José Tomás, se ha quedado en nada. Pero, recuerde, las palabras no se las lleva el viento. En este sentido, usted ha demostrado no poseer los arrestos, el carácter y autoridad suficientes para defender a la afición, la dignidad de esta plaza y los intereses de los que pasamos por taquilla. Lamentablemente su condición de aficionado ha sucumbido a la de político, por que si no, no se entiende el baile de corrales del día 22, para luego rescatar animales impresentables previamente rechazados. Y ejerciendo como usía en la Malagueta la componenda, el querer contentar a todos y el temor a molestar al político de turno, son malos compañeros de viaje. Uno de esos muy pocos, que ya cabemos en un taxi, con el debido respeto personal, indignado y defraudado hoy se lo recrimina. Finalmente, aunque creo y espero que ya lo habrá hecho, le aconsejo que medite si le merece la pena continuar en el palco.
Pepe Pastor
4 comentarios:
Don Ildefonso su actitud en el palco ha sido buena a medias. Debe escoger usted definitivamente el buen camino y dejarse de gaitas politicas, tener férrea voluntad frente a las peticiones, mayoritariamente absurdas sin fundamento, de la "maza" y mostrar una actitud de rechazo total frente a las presiones ejercidas por don Puche, sus secuaces o cualquier otro politicucho de tres al cuarto para rescatar raspas que nada ayudan a la imagen de nuestra Malagueta.
Piénselo Don Ildefonso si le merece seguir siendo presidente.
Confio en su experiencia como aficionado y su buen criterio y que sabra escoger el camino adecuado.
Yo no le aplaudí al negar la oreja, pues eso son tonterías. Al presidente donde hay que verlo es en los corrales. Lo de negar la oreja es un complemento. Pero si deja se lidien gatos nada de lo otro importa. Son como las manoletinas al final de la faena.
Un saludo.
En mi opinión la categoría se debe demostrar en el reconocimiento y en los corrales con el ganado que se lidia en La Malagueta. Lo de las orejas, es un buen detalle cara a la galería que vende mucho.
Les recuerdo señores que entre feria y feria media un año, tiempo suficiente para buscar el ganado adecuado por toda España, Francia y Portugal. Así es que no caben componendas de ultimísima hora con políticos ni taurinos.
Por tanto, mi opinión señor Del Olmo es que debería abandonar el palco de La Malagueta y volver a su localidad de simple aficionado. La dignidad no debería estar reñida con la honradez y en ocasiones es bueno y necesario buscar la diferencia con otras personas que en iguales circunstancias se mantienen en el cargo por encima de toda lógica y congruencia racional.
Que se puede esperar de un Sr. que siendo vicepresidente del parlamento andaluz, oye una frase xenofoba a otro vicepresidente (Sr. Centeno, hace poco premiado con una direccion general de una empresa pública de turismo por su cuate Luciano Alonso, de mal recuerdo para los aficionados taurinos) y dejan que culpen a otro (casualmente del PP) durante meses sin decir esta boca es mia. NO TIENE DIGNIDAD. Hay cosas que estan por encima del cargo. Y si no tuvo dignidad en el parlamento andaluz, menos en una plaza de toros.
Saulo dixit ¿et pixit?
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