Conde está para ver los toros desde la barrera. Foto Matito/Sevillataurina.com
¡Qué pena de toros los que ayer fueron al desolladero con las orejas puestas! No se puede hacer mayor desperdicio de la mejor corrida que ha salido por los chiqueros de la Maestranza. Conde tuvo la desgracia de tocarle el tercero de la tarde, un auténtico bombón bravo y cargado de nobleza que puso al descubierto todas las carencias del malagueño. El sexto, de nombre Huracán, muy bravo en el caballo, hizo que Conde se reencontrara con su miedo, su sitio perdido y su incapacidad. Javier es torero de brisitas muy suaves como las que fluyen por los pueblos de la Costa del Sol y no de huracanes. Ha perdido el chance logrado en Murcia y en Málaga la pasada temporada. Esplá vino a despedirse, tras 14 años de no pisar el albero sevillano. ¿Para qué? Mejor hubiera sido hacerlo en el Real de la Feria invitando a sus amistades a fino y cartuchos de pescaito. El maestro idolatrado de Madrid, al que nunca he logrado ver torear fuera de Las Ventas, debió retirarse hace tiempo para dar sus magistrales conferencias que hacen mejor servicio a la Fiesta que su tauromaquia agotada. El que estuvo como es fue el Cordobés: propinando sus infinitos trapazos, medios pases y algún salto del batracio. Es torero de plazas de pueblo y portátiles y le vino muy grande la Maestranza. Menos mal que mata bien, es simpático y parece buena gente.
SE FUE SIN TOREAR
Por Pacopi
Plaza de Toros de La Maestranza. 2 de Mayo del 2009.
Un toro de Moisés Fraile tal vez el peor del encierro; cinco de El Pilar, sospechosos de pitones. Dieron muy buen juego para los toreros. Tal vez la mejor corrida de lo que llevamos de feria.
Esplá. Silencio. Silencio.
Cordobés. Saludos desde el tercio. Saludos desde el tercio, tras aviso.
Javier Conde. Pitos. Bronca.
Hoy ha salido la corrida de la feria. Una corrida para que la terna saliera a hombros en unión del ganadero. Salieron por pies y corriendo.
Esplá que se despedía de Sevilla, vino a eso, a pasar la gorra sin exponer un alamar. A cobrar para decirlo claro. En el primero le intentó dar pases sin mucha convicción. El toro cabeceaba si se le ponían los engaños por arriba y Paquito no le bajó la mano en ningún momento. Eso sí, le dio una incontable cantidad de mantazos sin ton ni son. Media estocada y tres descabellos. Silencio. En el cuarto, estuvo muy por debajo del toro, que lo desarma. No le cogió la distancia. Estocada delantera contraria y perpendicular. Cuatro descabellos. Silencio.
Ya es sabido que Esplá siempre se caracterizó por ser un famoso tomador de pelo al espectador, con sus tonterías de las viejas tauromaquias. Para entendernos: mucho cuento en lo accesorio y nada en lo fundamental. En donde únicamente toreaba algo era en Madrid, en el resto de plazas, como digo, a tomarle el pelo al espectador.
El Cordobés estuvo en su línea en ambos toros, hizo lo único que sabe hacer, payasadas, pero nadie está obligado a dar de lo que no tiene. En ambos enemigos dio sus habituales mantazos, incluso en el segundo dio el famoso salto del batracio. Bajonazo perdiendo la muleta. Saludos desde el tercio. En el quinto, un toro muy bueno que se comía la muleta, siguió en su línea de bastedad, de extrema vulgaridad. Le aplaudía la solanera, que incluso lo llamó torero. Estocada a capón tras aviso. Dos descabellos. Se le pidió minoritariamente la oreja que la presidencia, con buen criterio, no concedió.
Lo bueno es que el propio torero ante los micrófonos de canal plus reconoció sus limitaciones, llegando a decir: que no se creía que la petición de oreja fuera para él.
Lo de Javier Conde no tiene más arreglo que se vaya a su casa a contemplar la puesta del Sol en el rebalaje e inventarse frases cursis y tontas para decir. Hoy se la ha ido el toro de la feria, el tercero. Un toro que embestía como nunca se lo va a encontrar en su vida y ante el que anduvo quitándole las moscas, paseando, dando un mantazo y paseo, para propinar otro mantazo. Y así hasta que se cansó. Pinchazo y media desprendida. Pitos. Es verdaderamente indignante el ver como este señor, que de torero sólo tiene el traje, se deja ir ese toro sin formarle un lío. En Sevilla se le han ido unos pocos. Este individuo está viviendo del cuento de la famosa noche mágica. Hay por ahí muchachos que torean infinitamente mejor que él y están en el paro.
Al sexto lo masacró en varas porque no tiene valor para enfrentarse a un toro. Pinchazo de mala manera huyendo. Estocada. Bronca. Ahora que se vaya por los pueblos a cortar orejas por sus convulsiones epilépticas, que deben tener mucho arte. Recuérdese las orejas que ha cortado esta criatura en plazas de primera en toda su vida ¿torera? Se pueden contar con los dedos de una mano, incluidos los regalos en Málaga. ¿Aun se preguntan porque la gente se mete con él, como ocurrió el domingo de Resurrección en Málaga? Yo se lo digo: sencillamente porque este cuentista no se merece el más mínimo respeto, muy al contrario ofende al traje de luces que viste y, por extensión, a la que dice es su profesión. Mucha más saña tenían que emplear contra este cuentista.
Lo dicho, la corrida de la feria se fue sin torear. Es como si cogemos una botella de tinto gran reserva y nos la bebemos con gaseosa…¡¡”pa matarnos”!! ¿Recuerdan el adagio de las margaritas a los cerdos? Pues eso.
Un saludo.
El rincón de Malagueto
DIOS LE DA LEGAÑAS...
Lo que pasa casi siempre, los toros buenos para los maletas. Los mejores de hoy para el saltimbanqui Cordobés y el cagueta de Conde.
Esplá ha cogido el carro del cuento de los ancianos próximos a retirarse. Curiosamente se despiden en plazas donde pagan bien y no en Hellín, Marbella o La Muela. Ha estado lamentable, sin sitio, dudando y echando la culpa a los toros.
Del Cordobés ya sabemos lo que hay. Mucho público adicto pidiendo las orejas y muchas damas diciéndole ¡¡ guapo!! Lo que sabrán estas señoras de toros.
De vergüenza la actuación de Javier Conde. Debe tener un gran enchufe con la empresa, nunca hace nada y lo repiten año tras año. En el último ha permitido que le maten el toro en el caballo. Bien es verdad que el toro empujaba mucho y el "poeta del rebalaje" no le dice que levante el palo. Claro, toro bravo con torero de pacotilla incapaz de hacerle faena. En su primero tampoco supo sacarle partido a otro buen toro. Toreando a distancia, por alto, cogiendo la muleta por el cancamillo y con muchas precauciones por no decir que con más miedo que siete viejas. Muy merecida la gran pitada final y los comentarios en voz alta de muchos espectadores. Hacía muchos años que no escuchaba yo lo de ¡¡ arrímate más!! Creo que deben ser unas palabras humillantes para un torero.
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