sábado, 5 de abril de 2008

SOBRE PEPIN LIRIA




Copio del blog de la Condesa de Estraza:

"...¿Qué hace mi Pepe?, solté cuando el de Murcia atravesaba el tapiz de albero maestrante para hincarse a porta gayola. Venga, hombre, a estas alturas, no, ¿tú no ves que la larga cambiada es una suerte absurda pues trae consigo demasiado riesgo para tan poco resultado artístico como aporta. ¡Ese túnel de los chiqueros sevillanos!, ancho, cuesta abajo, mirando al sol, chiqueros que bien pudo diseñar un arquitecto procedente directamente del Averno.

En qué hora hablaría, si a la milésima de segundo siguiente pegué un bote y del impulso se me puso el corazón en la garganta y un grito me salió de dentro ante lo que presentí como el fin. Extraordinariamente bien la banda de música en ese momento, oportuna, precisa, sabia, la más sensible del mundo con el toreo y con el torero, atacando el maestro un pasodoble con brío, que vino a poner orden en la que ya es la escena más emocionante de la feria. Música para recomponer el ánimo del torero, "tranquilo, Pepín, que ya pasó todo, vamos a torear". Música amiga, bendita música, música que vino a echarle un capote a un hombre en trance, al que le debieron llegar los alaridos que salían del graderío como si ya fueran los primeros acordes de la sintonía del Más Allá.

Un palizón, pero, ¿por que se somete un hombre a semejante barrigazo cuando lo tiene todo hecho? Por torería, por pundonor, por orgullo, por cojones, por tío, porque aunque estoy de gira final de despedida, estoy en Sevilla y ahí está encerrado un toro de Victorino, que me espera. Victorino Martín, qué monstruo, ¡y en ese marco la corrida!, señores, en el cogollo de la tonterida andaluza, ea, el cateto, y eso es un ganadero y de él a los demás va un largo trecho..."

Y el email del papa negro enviado a toro,torero y afición:

EL GUERRERO DEL TEMPLO
Siempre hay un guerrero que guarda el templo y si es preciso blande la espada y se juega la vida en los médios . Siempre hay un guerrero apostado frente al negro portón del miedo. Al fin, siempre hay un guerrero dispuesto a jugarse la vida para salvaguardar la dignidad del templo.
Luego vendrán los artistas y nos emocionará su arte… péro , ¡ay si falta el guerrero! .
Ayer se jubiló uno : Adiós Pepin, que Dios te bendiga, ayer me recordaste al viejo soldado que guarda el morabito de San Baudelio, tenías como él la paz en el rostro de la verdad cumplida y a mí se me saltaron las lágrimas de la emoción. ¡Que los mercaderes no profanen el templo, Pepin, porque habrá que echarlos a zurriagazos!. Gracias, torero.

Y suscribo todo lo escrito

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, PepeP, por reproducir mi artículo sobre Pepeín Liria aquí.
Un abrazo.

La condesa de Estraza

Anónimo dijo...

Grancias Condesa por escribir estas cosas.
Ya vamos quedando menos.
Salud
El Coronel