viernes, 15 de agosto de 2014

La importancia del Certamen




Por José Daniel Rojo

El certamen internacional de Escuelas Taurinas "La Malagueta" llega hoy viernes a su fin con la celebración del festejo donde los tres novilleros más destacados de las semifinales, lucharán por alzarse como ganador de un ciclo que ha calado hondo entre el público malagueño. Buena prueba de ello son las magníficas entradas que, un año más, ha registrado el Coso del Paseo de Reding estos días atrás, un ambiente taurino multitudinario que ha acudido hasta los tendidos para apoyar a los jóvenes aspirantes que sueñan con ser toreros. Cierto es que la entrada gratuita anima más al público a asistir, y más si cabe en estos tiempos dífíciles para la economía en los que muchas familias no podrán ir a los toros de pago, y sacian su "afición" acudiendo a estas novilladas de preferia. Muchos tratan de justificar el éxito de público en estas novilladas en la gratuidad del espectáculo, factor que sin duda influye pero sin menospreciar un trabajo constante que se lleva a cabo por parte del equipo de la Escuela Taurina de Málaga. Un equipo comandado por Óscar Plaza, que busca horas de donde muchas veces no las hay, para dar sentido a una Escuela capaz de organizar un calendario taurino repleto de actividades. Unas veces con más acierto, otras con menos, pero siempre queriendo sumar. Actitud digna de elogio para una entrega que en la mayoría de las ocasiones no tiene la recompensa justa, y a pesar de todo, ahí siguen trabajando. Tal vez por ello, sin ser yo parte afectada, me duele también cuando dicen que estas novilladas se llenan de público porque son gratis. No olvidemos que a lo largo del año se organizan multitud de actividades culturales, que también son gratuitas, y no consiguen tener el poder de convocatoria que ha logrado la Escuela Taurina de Málaga. ¡Creo que eso ya dice mucho en favor de un trabajo que se hace a la sombra y que muchos no ven!

Ya que se ha logrado que este certamen novilleril despierte interés entre el público malagueño, no sería descabellado saber sacar provecho de esta situación. Una oportunidad magnífica para, entre otras cosas, educar, taurinamente hablando, a un público que se sienta a presenciar un espectáculo que guarda muchos matices desconocidos para un respetable muy ayuno de cultura taurina. Es tarea de todos los profesionales taurinos el guiar y saber captar a esos posibles aficionados del futuro. No todo vale, no todo está bien hecho. Presidente, novilleros, profesores de las escuelas, todos deben concienciarse en que deben corregir lo que no es correcto, lo que no permite el reglamento. De poco o nada sirve  también el dar palmaditas en la espalda a los jóvenes aspirantes. El mundo del toro esta repleto, por desgracia, de cientos de fracasos de chavales que soñando con ser toreros, alimentaron insulsamente sus ilusiones para después quedar reducidos a la nada. No hay que tenerle miedo al fracaso, pero los golpes después de creerse que estás en lo más alto, suelen ser bastante hirientes. 

El certamen internacional de Escuelas Taurina de "La Malagueta" ha alcanzado este año su novena edición. Un ciclo que por lo expuesto anteriormente, ha conseguido afianzarse en el calendario novilleril. Para los novilleros tiene que ser una verdadera gozada el hacer el paseíllo en nuestra plaza de toros. Un escaparate de lujo y donde se juegan una plaza en la novillada con picadores en la feria del próximo año. Tal vez por ello sorprende que algunas Escuelas no hayan sabido captar la importancia de dicho certamen para mandar como representantes a sus alumnos más aventajados. Todos sabemos que son clases prácticas, que son aprendices de la profesión, pero no es de recibo que vengan chavales con nula formación que en absoluto dignifican a nuestra plaza ni al certamen. Se me ocurre que desde la organización se haga una preselección; por ejemplo, en las numerosas clases prácticas que se organizan a lo largo y ancho de la provincia de Málaga, y que de esos festejos salgan los participantes para el Certamen de La Malagueta. El simple hecho de hacer el paseíllo en el Coso del Paseo de Reding, plaza de primera categoría, ya debe ser un compromiso ganado a pulso; ganado en el ruedo. 

De esa manera evitaríamos nefastas actuaciones que se han visto en estos tres días previos a la gran final. Novilleros que no dicen nada, todos haciendo lo mismo y lo más preocupante, de dieciocho participantes, muy pocos que te invitan a ilusionarse con ellos. Me he aburrido sobremanera este año en unas novilladas donde la actitud novilleril brilló por su ausencia. Tan solo ayer jueves el representante de la Escuela de Ronda, Javier Orozco, consiguió sembrar esperanza. Es llamativo que un joven novillero opte por hacer el toreo puro, en una línea muy clásica, sin aspavientos, sin alardes. Vendiendo solo su toreo. Queriendo labrarse un porvenir con un concepto donde se tiene muy claro que haciendo el toreo de verdad se cortan las orejas sin necesidad de hacer el destoreo ni desplantes forzados. Imagino que por la normativa del concurso había que pasar a tres novilleros a la final, pero Javier Orozco, se ganó por méritos propios en su actuación en la semifinal, alzarse directamente como triunfador del Certamen. 

El año que viene se cumplirán diez años desde el nacimiento de este proyecto. Proyecto consolidado ya en el público y del que esperemos que las escuelas tomen conciencia para mandar a sus mejores representantes. ¿De las orejas? Sería mejor que se eliminaran dada la benevolencia del palco presidencial que ha tenido otra oportunidad para encauzar la educación taurina en la plaza y una vez más, ha vuelto a desperdiciarla. 

Fotografías: Estauma

1 comentario:

malagueto dijo...

Muy bien dicho y mejor escrito. Te pasa como a los pocos elegidos del toreo: mucha clase con los trastos y gran cabeza.
Lástima que seáis tan poquitos en Málaga los que decís la autentica verdad de este corrompido mundo taurino. ¡ felicidades Maestro !

Saludos