LOS TOROS MERECIERON MEJOR SUERTE (Crónica 5ª abono Feria de Málaga)

 

(Fotografías: @SantanadeYepes)

Plaza de Toros de Málaga
Jueves 22 de agosto 2013 / 5ª de abono / Menos de media entrada
Se lidiaron tres toros de Torrealta que era la corrida titular (4º, 5º y 6º), justos de presentación excepto el último que fue más anovillado, nobles y que se dejaron torear en la muleta.Y otros tres toros de Zalduendo (1º,2º y 3º) correctos de presentación y que fueron también nobles y se dejaron.

EL CORDOBÉS: estocada casi entera trasera y caída (Silencio) – Estocada (Una oreja)

EL CID (que sustituía a Jiménez Fortes): estocada trasera perpendicular y atravesada (Vuelta al ruedo) – Media estocada tendida caída y atravesada, un descabello (Una oreja)

EL FANDI: pinchazo hondo caído y un descabello (Una oreja) – Estocada caída (Silencio)

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LOS TOROS MERECIERON MEJOR SUERTE

Por José Daniel Rojo

Está claro que aquí el toro no tiene voz ni voto. De lo contrario, las reses que ayer se lidiaron en la Malagueta no hubieran elegido nunca a los matadores a los que se enfrentaron, pues éstos no los hicieron brillar como verdaderamente merecían. Se cortaron orejas, sí, pero de las “made in Málaga”; de las que se olvidan antes de abandonar la plaza; de las que dejan en evidencia que Ana María Romero no está por la labor de que Málaga sea de primera; de las que ridiculizan a Málaga en el panorama taurino.

La corrida anunciada en el cartel, Torrealta, no pudo lidiar completa y el festejo se vio remendado con tres toros de Zalduendo. A excepción del sexto, que era del hierro titular, el resto estuvieron bien presentados y lo mejor es que se dejaron casi todos. El ganadero no fue el único cambio del cartel ya que El Cid entró sustituyendo a Jiménez Fortes cogido el miércoles en Bilbao. Con la entrada del torero sevillano en Málaga se demuestra como está el sistema. Un sistema que cierra puertas a nuevos valores que se ganan en el ruedo lo que otros pretenden ganar a base de euros en los despachos.  Tres huecos en Málaga y la empresa no se acordó de Nazaré, ni de Adame, ni de Sergio Aguilar, ni de Escribano… Todos ellos podían, en un momento dado, hacer sombra a uno de los toreros anunciados ayer en el cartel y representado por un grande, de nombre Toño y de apellido Matilla. Sin embargo El Cid, no molesta. ¿Para qué complicarse? Esto también es pasar por el túnel.  Aunque usted no lo escuche en la radio ni lo lea en blogs ni portales ¿taurinos?, ese también es el famoso túnel que tan de moda está actualmente. Pero es un túnel de altas esferas. Un túnel de cinco estrellas. Y contra el grande no se debe ir… Ataquemos pues, al pobre de Sánchez Vara que es presa fácil.

Con el cartel remendado salió el toro, el primero con el hierro de Zalduendo y El Cordobés, al terminar de recibirlo con el capote ya avisó a su cuadrilla que había que cuidarlo, (cosas de la tauromaquia moderna). Manolillo, así le llamaban desde el tendido, empezó a torear mostrando su faceta más seria. No significa eso que dejara de torear al hilo del pitón, con el pico de la muleta etc, etc. pero sí es cierto que estuvo templado y algo mejor con la muleta en la mano zurda. Quedaba feo que Manolillo provocara la embestida del animal pegando un golpe con el estoque en los pitones del toro. El cuarto de la tarde fue un toro encastadito con el que Manolillo, al ver que no podía dominarlo toreando, lo dominó con las morisquetas que tanto gustan al público verbenero de Málaga . Salto de la rana, rodilla por aquí, rodillazo por allá. Cortó una oreja y el toro se fue sin torear.

El segundo toro sorteó un torero que no puso toda la carne en el asador. Manseó el animal en los primeros tercios, esperó en banderillas pero se vino arriba en la muleta. El Cid se puso por ambos pitones, algún natural se le escapó, pero aquello no logró explotar. El quinto de la tarde llegó con brío a la muleta  y aguantó bien el sevillano las primeras tandas, donde ligó los muletazos, y para sorpresa de muchos, lo hizo cargando la suerte. Dudó en algún momento y tal vez por ello no llegó a aprovechar del todo la potable acometida del encastado Torrealta. Cortó una oreja –de rebajas-. 

El Fandi se alzó en protagonista del show al encararse a la Banda de Música que dejó de tocar durante el tercio de banderillas en el tercer toro de la tarde. Las malas lenguas dicen que el Maestro Puyana no es fandilista, y quiso castigarle dejando de tocar después de ver otro esperpento en banderillas con las que el torero nunca consigue cuadrarse en la cara. No es mala explicación, pero lo cierto es que fue raro, raro, raro. En la muleta pasó más de lo mismo, ante un buen toro de Zalduendo se dedicó a dar mantazos el torero de la Ciudad de la Alhambra, muletazos eléctricos, sin ligazón y Puyana se hartó y dejó de tocar. El torero se encaró nuevamente con la banda y se metió al público en el bolsillo. Cortó una oreja por un conflicto musical. Y yo creyendo que iba a ver torear.
El sexto fue una “raspita” con cuernos que pedía a un torero delante. Y no lo tuvo. Fandi quiso venderlo como una alimaña, y el toro lo que tenía era casta y genio. Otro toro que se fue sin torear.

La suerte, la buena o la mala suerte cantaba otro Manolillo, el Escobar. La suerte… Y muchos que la tuvieron la dejaron que se fuera. Y luego la maldijeron porque ya no son quien eran…
Pues eso mismo pasó ayer en La Malagueta.