El pasado 8 de julio el toreo Julián López “El Juli” manifestaba en la red social Twitter su disconformidad con los novillos que los jóvenes chavales novilleros tenían que torear en Madrid.
No le faltaba razón a Juli en sus manifestaciones, pues ese mismo día, 8 de Julio, en Madrid se lidiaron los siguientes novillos de la ganadería de Javier Molina:
Ya en su día sorprendieron las declaraciones del torero madrileño, pues muchos sabemos de los “torillos” que el está acostumbrado a matar con la famosa imposición de su apoderado Roberto Domínguez en los corrales de cualquier plaza. Famosa fue la infame corrida que torero y apoderado impusieron este año, entre otras muchas, a la Casa de la Misericordia de Pamplona que entró al trapo y permitió una de las peores corridas, en lo que a presentación se refiere, de los últimos San Fermines.
La denuncia de “El Juli” puede llegar a tomar aún más sentido reprochable teniendo en cuenta la siguiente información que me encuentro en el blog amigo, e indispensable seguir, Banderillas Negras.
Enlaza este blog las fotografías de los toros que ayer lidió “El Juli” mano a mano con “El Payo” en la plaza de toros de Juriquilla (Querétaro), planteando la posibilidad de si dichos ¿toros? iban a ser lidiados para rejones, a tenor de sus pitones. Juzguen ustedes mismos y comparen con los novillos que les mostramos antes lidiados en Madrid.
Nadie entiende como figuras de la talla de Julián López se puede prestar a esto, pues tan solo se consigue poner en tela de juicio la profesionalidad y el supuesto mandando que Juli podría tener en la Tauromaquia actual.
Es difícil hacer caso a esas peticiones continuas que nos hacen a los aficionados para que sigamos asistiendo a la plaza, que sigamos defendiendo la fiesta, cuando quiénes verdaderamente viven de esto no hacen el más mínimo intento por meter el hombro y conseguir, entre todos, la supervivencia de la Fiesta.
La defensa de la fiesta, para los toreros, pasa por hacerse reportajes enseñando tipito con Kate Moss, subirse a la pasarela para lucir trapos de Armani o en el mejor de los casos, hacer un descuentillo a los jóvenes para que puedan asistir a las corridas de toros. Todo, todo es posible menos la concienciación en que lo primero que hay que mantener y defender es al toro.
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