lunes, 15 de agosto de 2011

VÍCTOR NO ATRACÓ EN BUEN PUERTO (4ª de abono en “La Malagueta”)

 

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Plaza de Toros de Málaga
Domingo 14 de agosto 2011  /  Menos de media plaza

3 toros de José Luis Pereda (2º, 3º y 6º) y 3 de “La Dehesilla” (1º, 4º y 5º).  Bien presentados 1º y 6º. Mas terciados 2º y 3º. Nobles en general siendo el 5º algo más complicado. 1º bastante bueno, el resto descastados y mansos.

VÍCTOR PUERTO: dos pinchazos hondos, descabello (Vuelta por su cuenta tras aviso en el único que mató).
ALEJANDRO AMAYA: bajonazo trasero y cinco descabellos (Leves pitos). Bajonazo trasero (Silencio). Bajonazo, pinchazo y descabello (Silencio).
MORENITO DE ARANDA: estocada pescuecera y siete descabellos (Silencio tras aviso). Estocada baja (Silencio).

 

VÍCTOR NO ATRACÓ EN BUEN PUERTO

Por José Daniel Rojo

Ayer era el típico día que uno iba a los toros sin motivo aparente, desganado. El cartel que se programaba era de puro trámite para que la empresa cubriera su expediente en lo que al abono se refiere. Para ello, nos colocaron un compromiso y apuesta personal del propio Javier Conde, así mismo lo manifestó en la presentación de la feria, justificando la inclusión en los carteles de Alejandro Amaya del que dijo, además, era una figura del toreo en México. Y viéndolo ayer en La Malagueta, uno no tiene más bemoles que pensar que si este es la figura no me quiero ni imaginar como serán los toreros del montón de México. Una de dos, o Javier Conde nos tomó el pelo al afirmar semejante improperio, cosa bastante probable, o es que el malagueño no tiene futuro como veedor de toreros. El otro acartelado, Morenito de Aranda, que lleva años apuntando pero no logra disparar y Víctor Puerto que, en esto del toro, viene de vuelta aunque no lo parezca. Y no lo parece porque carece de razón que este torero decidiera ayer tarde no atracar en buen puerto cuando tenía todas las papeletas para salir a flote antes de naufragar ante un toro muy potable que se fue al desolladero con las orejas puestas y que además, le propinó una cornada grave propia de cualquier chaval que empieza.

DSC_039145José Luis Pereda tuvo que mandar hasta Málaga quince toros que provocaron movimientos de corrales durante toda la mañana. Finalmente se aprobaron los del hierro titular. Tres de Pereda y otros tres, de la misma casa pero a nombre de La Dehesilla. El primero y el sexto DSC_0039ffueron los mejores presentados, dos (2º y 3º) resultaron más terciados y el otro dúo que se pueden amparar bajo lo que comúnmente se denomina como “Toro de Málaga”, es decir que sí pero no. Curiosamente los mejores presentados fueron los que más dos opciones dieron, destacando sobre todo el que saltó en primer lugar, toro noble con cierta clase en su embestida. Pero por lo general resultó manso y descastado el encierro de Pereda y lo fue porque los toros no quisieron pelea y se rajaron a las primeras de cambio.

DSC_0108Víctor Puerto tuvo el triunfo en el primero de la tarde, sin embargo lo dejó escapar. Tan solo unos muletazos que resaltar por ambos pitones pero nada más. El toro se desplazaba y humillaba hasta el punto que iba haciendo surcos sobre el albero. Incomprensiblemente el torero le levantaba la mano en ciertas ocasiones a final del muletazo y el animal, que lo quería todo por bajo, se quejaba. Echó rodillas a tierras para hacer el toreo vulgar, con una serie de toreo en redondo, que curiosamente fue lo más jaleado pon un público también vulgar. Es lo que ocurre cuando tratan de llenarse tendidos invitando a los pueblos. DSC_0130Después vino la cornada en un ayudado por alto y Víctor aguantó en el ruedo hasta pasaportar a su antagonista. Incluso dio una vuelta al ruedo por su cuenta y se marchó al callejón donde intentó aguantar para no entrar en la enfermería. No tenía fundamento bajo mi parecer. El torero herido debe de pasar a manos de los profesionales lo antes posible para evitar males mayores. La valentía de los toreros la quiero yo con el toro y en plenas facultades. Y el herido a la enfermería de inmediato. Sigo sin entender la vuelta al ruedo del torero con el muslo herido y ensangrentado dándoselas de héroe cuando el toro se fue sin torear.

A partir de la cogida de Puerto todo desembocó en un auténtico despropósito. Un Alejandro Amaya que por el percance de Víctor tuvo que bregar con tres toros teniendo la oportunidad de salir bastante reforzado, que falta le hace, de Málaga. Pero el mexicano estuvo en otra onda durante toda la tarde y como si aquello no fuera con el. Ni tan siquiera se dignó a hacer honores a su verdadera profesión, matador de toros. Con la espada dio un verdadero recital de argumentos que luego, y con razón, son utilizados por los antitaurinos. Alguien debió decirle al chaval que los toros se matan por lo alto y de verdad.

Y Morenito de Aranda se topó con un primero de su lote que se quiso rajar en todo momento y con el que no consiguió estar a la altura. Pegando tirones con la franela y sucediéndose varios enganchones. Y su segundo, que hacía quinto, fue un toro que terminaba el muletazo con la cara alta y quedándose cada vez más corto. Morenito no estuvo firme y decidió abreviar.

No quisiera terminar sin hacer mención a la lamentable actuación del mozo de espadas de Alejandro Amaya que sacó el estoque al toro desde el callejón. Si la autoridad tiene rigor y hace bien su trabajo, debió de sancionar dicho comportamiento.

1 comentario:

Huelin dijo...

Ante todo reconocer que nunca he sido partidario de Víctor Puerto ni nunca me ha parecido un torero que aporte nada al panorama de la Fiesta. Sin embargo, ayer a mi parecer demostró la torería y la valentía que ningún torero ni novillero (lo que es más grave) habían demostrado a lo largo de lo que llevamos de feria de agosto. Sin llegar a estar del todo bien ante un buen toro, tuvo lo que como mínimo se le debe exigir a un torero. El hecho de que tardara más o menos en entrar en la enfermería para mi es un detalle sin importancia. Como Luis Bolívar, como Salvador Cortés cuando se la jugó con un toro de Victorino Martín que no tenía faena y se llevo una cornada, estos comportamientos deben ser valorados adecuadamente en nuestra plaza de toros.