FOTO: Burladero.com
Por Francisco Picornell
Plaza de toros de Sevilla. 14 de Abril del 2010 7ª de Ferias
Siete toros de Victorino Martín. Descastados. Alguno toreable. Sospechosos de pitones otros, especialmente el primero.
Antonio Ferrera.- Silencio. Silencio
El Cid.- Pitos. Pitos.
César Jiménez.- Palmitas tras aviso. Silencio.
La ganadería de Victorino no atraviesa un buen momento, los toros que envió a Sevilla, eran descastados, alguno, como el primero y tercero, salían con los pitones como brochas de afeitar. ¿Se olvidaría alguna herramienta el barbero?
El Cid está en franca decadencia, casi tan perdido como Don Ildefonso en el palco de la Malagueta. Digo casi, no tanto, pero con el tiempo y una caña todo se andará incluso podrá superarlo.
Menos mal que ante tal cúmulo de despropósitos, el público protestó, con mucha razón. ¡¡Ya está bien de tomadura de pelo!!.
Ferrera se encontró, en primer lugar, con uno toro que salió por la puerta de chiqueros con los pitones abiertos como una escoba. El animal humillaba bien ante los capotes.
Antonio le echó muchísimo cuento en banderillas, bailaba a los acordes del pasodoble, mucha prosopopeya y poco toreo. Clavó el primer par cuadrando en la pala del pitón, como sucedió en el segundo. Fue trompicado al salir de tercero cayéndose en la cara. Afortunadamente no pasó nada. El público le recriminó la parafernalia banderillera.
Metió pico, en su labor muletera, bailó entre pase y pase o, lo que es lo mismo, no se estaba quieto para poder ligar las series. El toro requería temple y no enganchones. Mucho grito y poco toreo. Dos pinchazos y tres descabellos. Silencio.
El cuarto tenía mas faena. Lo banderilleó a toro pasado en el primer par, cuadró algo mas en la cara en el segundo y arriesgó en el tercero que puso al quiebro pegado a las tablas.
Con ambos pitones el toro pasaba, pero había que echarle la muleta abajo, cruzarse con el no meterle el pico. Media estocada tendida. Silencio.
El segundo fue mal lidiado en varas. Se ovaciona en banderillas al Boni.
Con la muleta tomó muchas precauciones. El toro era de condición muy parada y el Cid tampoco puso de su parte para torearlo. Me queda la duda de saber si no lo descompuso con la mala lidia en varas y con los latigazos de inicio de faena. Estocada atravesada casi entera. Dos descabellos. Pitos.
El quinto era un inválido que perdía las manos desde que salió al ruedo. Es devuelto al corral.
Salió un sobrero de la misma ganadería, que estaba peor presentado que sus anteriores hermanos. También fue protestado por estar con las fuerzas justas. Muy mal banderilleado ¿tal vez por instrucciones de su matador?
El animal pasaba pero el Cid lo torea a distancia, embarullado, acelerado, dejando que le tocara los engaños. Con la izquierda citaba con la muleta retrasada. En otras ocasiones hubiera podido con el.
Ya digo que tiene el sitio perdido. El público se lo reprocha. Cuatro pinchazos, dos descabellos. Pitos.
Al abandonar la plaza fue despedido con justos y merecidos pitos.
He leído en burladero unas declaraciones en las que dice que con el público en contra no se puede torear. Usted sabe que cuando ha toreado la gente lo ensalzó y encumbró, y ahora en lugar de reconocer sus propios errores, se dedica a morder la mano de los que le dieron de comer. Ya lo hizo en el pasado San Isidro.
Olvida que el público paga, olvida que en su sueldo entra el someterse a la opinión del público, olvida, en fin, que este no consiente que se le tome el pelo mas de lo debido.
Cerraba el cartel César Jiménez, otra promesa venida a menos desde hace muchos años.
En el tercero no sabía lo que hacer. El toro pasaba pero había que templarlo y no ponerse al hilo del pitón y perfilero, bailaba mas de lo que era recomendable. Para poderle a un toro hay que mandar.
Estocada casi entera, trasera y tendida. Aviso. Palmitas que saluda entre barreras. El toro se merecía más. También era sospechoso de pitones.
El sexto si desarrolló peligro. Es de agradecer la brevedad de la faena que consistió en doblarse por bajo. Dos pinchazos, estacada baja y atravesada, casi entera. Tres descabellos. Silencio.
Llevamos una feria que va de mal en peor. Veremos a partir de ahora que empiezan a llegar las figuras.
Un saludo.
Plaza de toros de Sevilla. 14 de Abril del 2010 7ª de Ferias
Siete toros de Victorino Martín. Descastados. Alguno toreable. Sospechosos de pitones otros, especialmente el primero.
Antonio Ferrera.- Silencio. Silencio
El Cid.- Pitos. Pitos.
César Jiménez.- Palmitas tras aviso. Silencio.
La ganadería de Victorino no atraviesa un buen momento, los toros que envió a Sevilla, eran descastados, alguno, como el primero y tercero, salían con los pitones como brochas de afeitar. ¿Se olvidaría alguna herramienta el barbero?
El Cid está en franca decadencia, casi tan perdido como Don Ildefonso en el palco de la Malagueta. Digo casi, no tanto, pero con el tiempo y una caña todo se andará incluso podrá superarlo.
Menos mal que ante tal cúmulo de despropósitos, el público protestó, con mucha razón. ¡¡Ya está bien de tomadura de pelo!!.
Ferrera se encontró, en primer lugar, con uno toro que salió por la puerta de chiqueros con los pitones abiertos como una escoba. El animal humillaba bien ante los capotes.
Antonio le echó muchísimo cuento en banderillas, bailaba a los acordes del pasodoble, mucha prosopopeya y poco toreo. Clavó el primer par cuadrando en la pala del pitón, como sucedió en el segundo. Fue trompicado al salir de tercero cayéndose en la cara. Afortunadamente no pasó nada. El público le recriminó la parafernalia banderillera.
Metió pico, en su labor muletera, bailó entre pase y pase o, lo que es lo mismo, no se estaba quieto para poder ligar las series. El toro requería temple y no enganchones. Mucho grito y poco toreo. Dos pinchazos y tres descabellos. Silencio.
El cuarto tenía mas faena. Lo banderilleó a toro pasado en el primer par, cuadró algo mas en la cara en el segundo y arriesgó en el tercero que puso al quiebro pegado a las tablas.
Con ambos pitones el toro pasaba, pero había que echarle la muleta abajo, cruzarse con el no meterle el pico. Media estocada tendida. Silencio.
El segundo fue mal lidiado en varas. Se ovaciona en banderillas al Boni.
Con la muleta tomó muchas precauciones. El toro era de condición muy parada y el Cid tampoco puso de su parte para torearlo. Me queda la duda de saber si no lo descompuso con la mala lidia en varas y con los latigazos de inicio de faena. Estocada atravesada casi entera. Dos descabellos. Pitos.
El quinto era un inválido que perdía las manos desde que salió al ruedo. Es devuelto al corral.
Salió un sobrero de la misma ganadería, que estaba peor presentado que sus anteriores hermanos. También fue protestado por estar con las fuerzas justas. Muy mal banderilleado ¿tal vez por instrucciones de su matador?
El animal pasaba pero el Cid lo torea a distancia, embarullado, acelerado, dejando que le tocara los engaños. Con la izquierda citaba con la muleta retrasada. En otras ocasiones hubiera podido con el.
Ya digo que tiene el sitio perdido. El público se lo reprocha. Cuatro pinchazos, dos descabellos. Pitos.
Al abandonar la plaza fue despedido con justos y merecidos pitos.
He leído en burladero unas declaraciones en las que dice que con el público en contra no se puede torear. Usted sabe que cuando ha toreado la gente lo ensalzó y encumbró, y ahora en lugar de reconocer sus propios errores, se dedica a morder la mano de los que le dieron de comer. Ya lo hizo en el pasado San Isidro.
Olvida que el público paga, olvida que en su sueldo entra el someterse a la opinión del público, olvida, en fin, que este no consiente que se le tome el pelo mas de lo debido.
Cerraba el cartel César Jiménez, otra promesa venida a menos desde hace muchos años.
En el tercero no sabía lo que hacer. El toro pasaba pero había que templarlo y no ponerse al hilo del pitón y perfilero, bailaba mas de lo que era recomendable. Para poderle a un toro hay que mandar.
Estocada casi entera, trasera y tendida. Aviso. Palmitas que saluda entre barreras. El toro se merecía más. También era sospechoso de pitones.
El sexto si desarrolló peligro. Es de agradecer la brevedad de la faena que consistió en doblarse por bajo. Dos pinchazos, estacada baja y atravesada, casi entera. Tres descabellos. Silencio.
Llevamos una feria que va de mal en peor. Veremos a partir de ahora que empiezan a llegar las figuras.
Un saludo.
1 comentario:
He leído de algunos enjuagues tanto en lo de Vitorino como en lo de Palha, que dicen algo así como que esta de Sevilla era una prueba, ¿alguien tiene alguna noticia al respecto?
Un saludo.
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