Nuestro amigo y compañero Tomás Cruz nos remite este escrito desde Colombia.
Hace ya unos meses un grupo de aficionados de Cali, hemos venido pensando que la Fiesta de los Toros en Colombia padece una gravísima crisis, la cual de no corregirse puede acabar con ella en poco tiempo.
Hay varias causas para su deterioro, arranca en el bajonazo de la economía, el trabajo contra la Fiesta de los antitaurinos, alto precio de los espadas y ganado, lo que conlleva a traer mucho relleno y toros sin el trapío suficiente. Sin embargo lo fundamental es el tema de la inexperiencia de la empresas colombianas en el tema taurino.
Para nadie es un secreto que cuando la Plaza de Toros de Bogotá era regentada por los Lozano, empresa española de muchas campanillas, en La Santamaría se daba gran cantidad de festejos, con gran éxito taquillero y con los nombres más prestantes del escalafón ibérico. Fue la época en la cual en Colombia se dieron casi Ochenta corridas de toros en sus temporadas, hoy si acaso se llega a treinta corridas de primera.
La empresa Chopera manejaba la plaza de Manizales y Medellín e igualmente los éxitos taurinos y económicos eran patentes.
La empresa Cámara, manejaba la feria de Armenia, el señor Cámara con Jesús Gonzales y su socio colombiano, siempre realzaron la feria Milagro y los que asistíamos a ella, vimos grandes faenas en la plaza del Bosque.
En una frase, eran ferias bien montadas, por empresarios que pesaban en España y que traían fácilmente las figuras, pues tenían muchas plazas en su tierra y los contratos con las figuras eran mucho más sencillos de establecer. Los empresarios de Medellín, señor Tobon, los de Bogotá, señores Negret, Vargas Lleras y demás, serán muy buenos empresarios privados en Colombia, pero a nivel taurino son unos ilustres desconocidos y por eso las figuras de hoy, tipo Juli, Ponce, José Tomas, Morante etc, se les crecen e individualmente es muy difícil lograr una eficiente negociación con estos "tigres”, lidiados en tantas plazas.
Sobre la feria de Cali, ya sabemos que se dieron buenos carteles, pero Cali como se llenaba hasta las banderas podía pagar emolumentos muy cuantiosos, hasta que la crisis económica de la ciudad y las peleas internas de los DOS bandos que dominaban la causa, dieron al traste con la organización y empezaron a desfilar por Cañaveralejo, toritos de poco trapío y espadas de poco peso artístico, salvo algunas excepciones. Los llenos no se volvieron a ver y la calidad del espectáculo decayó en forma lamentable.
No es sino ver los carteles de Bogotá de este año y acaso se salva la última corrida, donde torea el gran Tomas. Lo otro es muy mal rematado y ya verán como la plaza no se va a llenar.
En consecuencia, pensamos que las empresas españolas, así nos duela reconocerlo, vuelven a ser necesarias en nuestro medio, para poder salvar estas ferias tan queridas por todos nosotros, de lo contrario, duro es decirlo, no vemos sino nubarrones oscuros en el inmediato porvenir taurino de nuestra patria.
Cordial y taurino saludo, Tomás Cruz
2 comentarios:
Esperemos que esta carta no la vea don Puche vaya a ser que le de por llevar alli sus lucrativas ideas empresariales y ya como colofon a los pobres aficionados colombianos les tengan que cerrar la plaza para siempre.
Un saludo a los amigos colombianos.
Pues con Taurodelta en Madrid, vamos por el mismo camino que en Colombia, ejemplo: La ultima novillada de cierre de temporada.
A mi me parecio un: ¡¡joderos, por estar toda la temprada pagando!!
Salud
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