Que el prelado me perdone

 Castella por la puerta grande de Las Ventas. Foto de Juan Pelegrín

QUE EL PRELADO ME PERDONE
Por Pacopi

Plaza de  Toros de las Ventas  3 de Octubre del 2009
Seis toros de Núñez del Cuvillo. Bien presentados.
Julio Aparicio.- Silencio. Pitos.
Morante de la Puebla.- Silencio. Pitos.
Castella.- Dos orejas. Aplausos tras aviso.

Sabido es, que nuestro amigo colombiano Tomás, le profesa gran amistad a un prelado de vida licenciosa, pero de grandes conocimientos taurinos y mejor aficionado. Pues dicho ministro de la Iglesia, pierde su condición eclesial y el recato que todo presbítero ha de tener, cuando  torea  Castella, el de la atiplada voz.(Bueno, también lo pierde en otras circunstancias que veo de no nombrar por pudor y prudencia). De tal guisa que lo apostrofa como un carretero cuando lo ve torear para las afueras, empleando pico y rematando los pases  lejos de su serrano cuerpo.

Hoy el prelado me ha de perdonar, porque he visto al gabacho dar tres series de naturales, citando de lejos, metiendo algo de pico pero terminando el pase atrás y, lo que es más importante, ligando las series y terminando una de ellas con una muy airosa trincherilla. Con la derecha bajó mas la faena, pues el toro se rebrincaba. Estocada desprendida. Dos orejas. No me parece bien que le dieran las dos orejas pues la faena, en primer lugar no fue maciza, en segundo, la estocada estuvo defectuosa y, en fin, no hubo toreo con el capote. No olvidemos que estábamos en Madrid, donde las dos orejas son sinónimo de perfección. Precisar, por último que el toro era una “monja” dado lo bien que embestía, sobre todo por el pitón izquierdo. Perdóneme prelado, pero como lo vi se lo cuento. Más grave es la mentira y más graves son otros pecados que yo me sé… El sexto no era tan noble como  el tercero. En el reapareció el Castella de siempre, metiendo pico y, en determinados momentos, embarullado. Recurre al arrimón lo que origina que de medios pases. Pinchazo y estocada atravesada. Aviso y cuatro descabellos. Ya lo dijo Antoñete cuando saltó a la arena el toro: “Este toro tiene mas que torear que el tercero”.

Volvía a Madrid Julio Aparicio, que igual le hubiera cumplido no volver, total para lo que hizo. El primero de su lote, demasiado picado, se paró pronto, y a lo dicho sobre el exceso del varilarguero, se añadió el que inició la faena con pases de castigo. Silencio. No quiso ni ver al cuarto, con el que anduvo de aquí para allá y de allá para acullá, quitándole con trapazos los pocos pases que res tenía. Estocada desprendida. Pitos.

Morante ha estado en “Tunante”. Como siempre algún detalle suelto, como unas aseadas verónicas al recibir al segundo de la tarde, toro con el que no pudo, pues no supo acoplarse con su andarina condición. Dos derechazos. Media estocada entrando a paso de banderillas. Silencio. El quinto cabeceaba cuando al final del pase le levantaba la muleta. Pinchazo y media atravesada. Descabello. Pitos.

En el previo, hablando de los toros, Manuel Caballero decía que la corrida venía “excesivamente” astifina...Ello no me hace sino probar que estas gentes comulgan y ven lógico el fraude del afeitado.

Un saludo.

La Media
Por José Daniel Rojo

Sebastián Castella ha rubricado hoy en Las Ventas una temporada que en palabras del propio torero ha sido genial. Yo no lo veo así, aunque si es cierto que la labor de Castella hoy en Madrid, en conjunto, ha estado bien. Quizás lo que más me ha sorprendido ha sido que he visto a un  francés que no solo sabe pegarse el arrimón, sino que al natural sabe alargar, bajar  y templar muy bien la mano. A su primer toro le ha instrumentado una faena inteligente y sabiendo medir muy bien los tiempos,  aunque no puedo olvidarme del excelente toro de Núñez del Cuvillo al qué el presidente olvidó premiar con la vuelta al ruedo, así como también olvidó que para conceder dos orejas la espada tiene que estar en todo lo alto y no algo caída como quedó la estocada de Castella en su primer toro.  Tal vez por eso, creo que las dos orejas no fueron del todo justas. Aunque si valoramos su actuación en conjunto, totalmente merecidas. En lo que respecta a Julio Aparicio, me manifiesto como diría la persona que me recogió de la calle blogera, Pummm.....Petardo!!! Y Morante, pues nos dejó con las ganas de ver ese toreo de capa que ya nos enseñó el pasado mes de Mayo. Se le fue sobre todo el primer toro, al que el sevillano no entendió y se le fue con las orejas puestas.

Entre tanto tuve que ver la corrida con los comentarios de la cuadrilla del plus. Me impactó sobre todo el comentario de Manuel Caballero al principio..."la corrida está excesivamente astifina" a lo que Molés espetó "Están como tienen que estar, como los parió la vaca".  Ante semejantes comentarios entiendan que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo.

¡A queá con Dió!