sábado, 8 de agosto de 2009

Gran tarde de Manzanares

Manzanares Manzanares en la Malagueta

Gran tarde de Manzanares

Por José Manuel Alvarez

Real Plaza de Toros del Puerto de Santa María, 7 de agosto de 2009

Seis toros de Núñez del Cuvillo y un sobrero de Mª Carmen Camacho lidiado como 5º bis

Julio Aparicio: Pitos y Bronca

Morante de la Puebla: Saludos desde el tercio y 1 oreja desde la enfermería

José Mª Manzanares: 2 orejas y 1 oreja

Morante de la Puebla resultó cogido por el sobrero quinto de la tarde

Mal empezó la tarde cuando Julio Aparicio realizó su intervención indigna y con la única intención de mofarse del público que ocupaba unos dos tercios de plaza. No requiere mención ninguna sus faenas. Como me decía un amigo “el único Aparicio que vale es el que vende durse en el paseo de Reding”.

Salió en segundo lugar un toro barroso para Morante que carecía de divisa y que todavía portaba en su rostro espuma de afeitar. El torero que tiene más patillas que un servidor, que ya es decir, toreó bien con la capa destacando una verónica eterna. En el último tercio la cosa cambió: no se cruzó y citó con la muleta retrasada. Dos pinchazos y sonaron los clarines decimonónicos.

Esta vez hubo quinto malo que por inválido fue devuelto, pero no se adonde fue a parar. No salieron los berrendos y se le abrieron las puertas del patio de caballos. Creo que se le ha visto tomando tortitas de camarones en el Romerijo.

El sobrero no le dejó lucirse con la capa aunque en el graderío se escuchaban olees antes de que el toro arrancase. Le tropezó con el capote y con la muleta con la que toreó a media altura hasta el momento de la cogida. Denunciable es el hecho de que compañeros de profesión de paisano salten al ruedo a socorrer al herido. En Málaga es Rivera el que desempeña dicha función y ayer fue el Juli quien saltó a socorrer a su compañero; ¿para qué están entonces las cuadrillas?

El alicantino realizó una buena faena a su primer toro bajándole la mano hasta el suelo y con una excelente tanda con la izquierda. La segunda oreja fue excesiva. Parece que José Mª Manzanares no solo tiene una buena muñeca para la muleta, también para la espada ya que en ambos toros dejó los aceros en el hoyo de las agujas de manera idéntica.

Pero lo mejor lo hizo con el que cerraba plaza, un toro peligroso por ambos pitones, que se paraba a media embestida pese a citarlo con la muleta adelantada para evitar que dudase entre el torero y la pañosa. Se empeñó y cuando el público ya recogía sus pertenencias dio una lección de mando en el toro. Transformó una fea embestida en dos series con la diestra que le hicieron justo merecedor de una oreja.

Felicitar la gran labor de la cuadrilla de Manzanares evitando dar capotazos innecesarios, moviendo a los toros de unos terrenos a otros. Destacar los saludos desde el tercio de Curro Javier y Juan José Trujillo colocando dos buenos pares de garapullos cada uno.

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