Bilbao. En Vitorinos

BILBAO. EN VITORINOS
Por Malagueto

Plaza de toros de Vista Alegre. Novena de la semana grande.
Bilbao 23 Agosto de 2009.
Tres cuartos de plaza en tarde de 40 grados
Toros de Victorino Martín. Correctos de presentación. Manejables los tres primeros, cuarto y quinto con peligro y sexto grandón y el mejor.
JUAN JOSÉ PADILLA.- Entera, trasera y tendida: leve petición y ovación. Chalequera: más palmas que pitos.
JOSÉ LUIS MORENO.- Entera tendida y tres descabellos: ovación. Trasera y división de opiniones.
DIEGO URDIALES.- Media perpendicular: ovación. Estocada y oreja.

Antes del paseíllo se escucha una gran ovación de la solanera, es media plaza, porque una nubecilla ocultó el sol. Tela de calor hoy. Cada rato, alguna nube se asomaba por Vista Alegre y al ver el desastre torero, huía despavorida. Los Vitorinos ni buenos ni malos, según se mire a los toreros que pienso los han hecho peores de lo que eran. Son "maestros" y desconocen que estos toros tienen una lidia y si te sales de ahí, te complican la vida.

PADILLA en su estilo, lances mediocres y banderillea regular. No se acopla con un buen toro hasta el final que le coge las distancias. El cuarto es un regalito. Dos largas de rodillas y lancea muy movido, le da un pitonazo en la boca. Bonitas chicuelinas al paso para llevarlo al caballo. Recibe dos buenos puyazos empujando. Tres pares, el tercero al violín, con el mérito de estar todos los palos arriba y muy juntos. El toro se pone imposible, un cambio radical de comportamiento y machetea con dominio y al desolladero.

MORENO no creo que sea torero para estos animales. Tres verónicas y remate de media muy artísticas. Con la muleta no entiende al toro, pases de uno en uno, no enjareta serie alguna. Se le va el toro y eso que la gente está con el torero. De matar pronto hasta corta oreja. El quinto es muy corretón y lo para bien embarcándolo. Es el más blando y tiene guasa, distraído, encampanado en el platillo y pendiente de todo lo que pasa a su alrededor. No puede con el toro.

URDIALES recibe a su primero con algo parecido a verónicas. En la muleta siempre enganchones, ni un pase limpio. Se pone tardo el toro y recurre al arrimón. No sabe hacer otra cosa y lo llevo diciendo cuatro años. En el sexto, un elefante de más de 600 kilos, insulsos capotazos, recibiendo una gran vara y  empujando con fijeza. Y viene la "gran faena": pico, alejado, pasito atrás, inseguro. Me juego mucho y lo voy a decir: después de pasar los pitones, el tío se acerca a los cuartos delanteros del toro y sale un poco trompicado. Eso lo interpretan muchos como que torea ajustado y es un valiente. Ya lo hacía Litri padre. Se da cuenta que poniéndole la muleta cerquita el toro va, pero ya es tarde. La oreja es por la estocada, ahí ningún reproche.