domingo, 24 de mayo de 2009

Sota, caballo y rey

Valverde se salvó de milagro de un serio percance. Foto del maestro Juan Pelegrín

¡Pummmmmmm......PETARDO! Uno empieza a estar hasta las trancas de tanta mansedumbre, de tanto morucho y de que los coletas desconozcan los terrenos, las querencias, las condiciones de sus oponentes, aquello que se dio en llamar lidiar y que sirve para todos los toros. No me sirven amplias cajas con cuernos si el contenido esta vacío de bravura. Se precisa organizar una expedición en busca del toro bravo ¿Quedará alguno? o, acaso, ya se trata de un especie extinguida.

SOTA, CABALLO Y REY.

Por Pacopi


Plaza de Toros de las Ventas 24 de Mayo del 2009

Seis Toros de Samuel Flores. Bien presentados. Uno de Julio de la Puerta, lidiado en sexto lugar.

López Chaves.- Silencio tras aviso. Silencio.

Diego Urdiales.- Saludos desde el tercio tras dos avisos (debieron ser tres). Silencio tras aviso.

Javier Valverde.- Silencio. Silencio.

Javier Valverde fue atendido en la enfermería de la plaza de un puntazo en axila y hemitórax izquierdo. Puntazo en tercio superior cara anterior del muslo derecho, y contusiones múltiples. Pronóstico Reservado.


Esta visto y comprobado que cuando sale un toro, nadie sabe donde tiene la cara y es frecuente hurgar nariz ajena confundiéndola con la propia, fruto de la confusión creada por la presencia del cornúpeta. Esto es lo que ha pasado esta tarde en las Ventas del Espíritu Santo.


López Chaves sorteó en primero lugar un animal que necesitaba que se le pusiera la muleta por delante y que no viera más que franela, pero sin tocarla ya que de hacerlo el bicho cabeceaba. Era menester doblarse por bajo con él, pero ello es labor de torero no de mendigo de la tauromaquia como sucedía con su matador. Que, a mayor abundamiento, se lo dejó sin picar. Pinchazo, una casi entera, baja, tendida y atravesada. Dos descabellos. Silencio.


Peor aún estuvo en el cuarto, un animal que lo desbordó, le tocaba la muleta. Citaba, en lo poco que sacó en limpio, sin cruzarse, toreaba de abajo arriba, es decir, al revés y así no hay manera. Pinchazo hondo; otro igual y estocada desprendida y atravesada. Silencio.


Nos quiere vender el Fenicio como excelsa la faena que Diego Urdiales realizó al segundo de la tarde. Pues mire usted: N0, de ninguna manera y verán: tardó toda una eternidad en ver al toro. ¿Cómo no se dio cuenta el brillante diestro de que todo el “intríngulis” del toro estaba en ponerle la muleta sin que la tocara para que el toro pasara? Pues en verlo tardó diez minutos, diez, justo un momento antes de recibir el primer aviso. Claro, eso no es de recibo ni de torero, eso es de pánfilo. Luego le dieron el segundo aviso y no le dieron el tercero porque el presidente no quiso, ya que había sobrepasado con creces los quince minutos. Y decía Emilio Muñoz, que el presidente era un buen aficionado por esperar y no dar el aviso en su tiempo. Miren, estoy hasta las criadillas de oír sandeces que no conducen sino a dorarles la píldora a estos “sacamantecas” y sus paganos esclavos. El reglamento está para ser cumplido, y no para que cuatro mangantes lo interpreten a su libre albedrío empleando la ley del embudo. Ahora dice el Fenicio que si a Morante debieron sacarlo por la puerta grande aunque no cortara orejas, ¡¡váyanse ustedes al carayo !! Es tan absurdo como decir que se debe anular un gol porque el portero hizo una estirada fuera de serie… ¡¡Golfos es lo que hay en este mundillo!! Volviendo a Urdiales, terminó con un pinchazo y estocada que asoma. Descabello. Saludos desde el tercio.


El quinto de la tarde fue el toro de la corrida y se fue crudo. No sabía, este preclaro adalid de la tauromaquia, ni donde ni por donde empezar. Le enganchaba la muleta cada vez que se la ponía, me temo que todo era puro miedo. Pinchazo huyendo. Aviso. Descabello.


Más de lo mismo pudimos ver en Javier Valverde, que en el tercero equivocó el planteamiento de la faena empeñándose en sacarse al toro a los medios, cuando lo correcto hubiera sido plantearle la faena en las tablas que es lo que pedía. Entre sacar el toro a los medios y ponerse para meter pico, se le fue el toro, que se echó antes de entrar a matar. Estocada casi entera desprendida y trasera. Silencio.


En el que cerraba plaza, un sobrero de Julio de la Puerta, muy mal lidiado en el tercio de varas, inició la faena de muleta con unos mantazos postrado de rodillas. Luego el animal se quedaba a media embestida y en una de ellas se lo echó a los lomos sin consecuencias. Pinchazo, estocada corta y atravesada. Silencio.


Es evidente que cuando a uno de los pega pases que engrosan el escalafón lo sacan del ajustado derechazo, del bonito natural, del estatuario y de las chicuelinas capoteras no saben lo que hacer, se quedan con la misma idea que tengo yo de chino mandarín.


Un saludo


El rincón de Malagueto


¡¡ QUE APRENDAN !!

Cualquier ciudadano llama a un profesional electricista, por ejemplo, y le encomienda el poner un simple enchufe y el tío le dice que esos enchufes no los domina, porque él es especialista en otro tipo de conexiones… Aplíquese el tema a otro tipo de profesional. Supongo que el cliente soltará sapos y culebras por su boca.

Lo mismo ha ocurrido hoy con esos mal llamados matadores, doctores según los babosos pelotas taurinos y, por supuesto, mal llamados maestros. Estos de hoy han sido mantas pueblerinos que les dieron el doctorado sin ninguna preparación. La ley es obsoleta en este tema y se presentan en la primera plaza del mundo taurino a hacer el más espantoso ridículo.

Esta es la sexta vez que mando al pegapases Urdiales a podar viñas en su tierra o a pintar edificios con brocha gorda, que es el último empleo que ejerce el angelito en su tierra. Se han empeñado los de las Ventas en hacerlo torero y encima el Fenicio y sus pelotas acompañantes lo defienden. Que un matador tarde diez minutos en ver a un toro, no se merece estar en el escalafón, es un negado para vestirse de luces y su puesto en la plaza es el de arenero, como mucho. Que se le vaya sin orejas el quinto toro es de pésimo torero. Encima el presidente le perdona el tercer aviso con el beneplácito del comentarista Emilio Muñoz, otro corporativista que le está haciendo un flaco favor a la fiesta.

López Chaves cuajó una vez un toro y ya es matador. No señor, usted es un petardo vestido de luces y seguro que no me va a sacar un solo euro para verlo. No tiene ni zorra idea de cómo lidiar, no sabe torear, no posee ni los principios básicos necesarios para ponerse delante de un becerro.

El especialista Valverde es bastante menos de lo que se dice, pues con ser valiente no se llega a ninguna parte. No sabe como meterle mano a un toro con dificultades. No le han enseñado nada o es tan torpe que no ha aprendido nada.

Los toros siguiendo la tónica de esta feria: sin casta, sin poder llamarles toros bravos. Mejor toros mostrencos vendidos como bravos.

1 comentario:

El Coronel dijo...

Es que esta baraja no tiene mas cartas. Solo sirve para hacer juegos de "trileros"
Salud