El Cid abatido. Foto de Juan Pelegrín
Menuda feria de San Isidro. Nos quedaba a los aficionados la esperanza del Cid y Victorino. Pero ni eso. Muchas cosas han pasado en esta feria que obligan a la reflexión de todos: toreros, ganaderos y aficionados. También deberían hacerlo la empresa y la Comunidad. Pero pedirles a empresarios y políticos que lo hagan es como pedirle peras al olmo. Saben que tienen el lleno garantizado, salga lo que salga por los chiqueros y se vista quien se vista de luces. El resultado final, se mire por donde se mire, ha sido la devaluación de la primera plaza del Mundo. Una pena, grande, muy grande...
ESTAN AGUANDO EL VINO
Por Pacopi
Plaza de las Ventas 30 de Mayo del 2009
Seis toros de Victorino Martín. Salvo el primero que fue aplaudido en l arrastre, los demás pitados.
Diego Urdiales.- Silencio tras aviso. Silencio.
El Cid.- Aplausos. Silencio.
Iván Fandiño.- Silencio. Silencio.
Mucho me temo que en este mundo de los taurinos, de los trágalas, de los trileros, ha llegado un nuevo espécimen de Fenicio. Se llama Victorino y ha pasado de criar toros toros, a ir aguando el vino para venderlo todo a precio de toros, cuando no son más que bueyes de carreta. En breve, los antaño temibles Victorinos pasaran a ser comparados con los Juanpedros y los Núñez del “culillo”… Al tiempo, todo se andará, pero ya se emprendió el camino.
El único que medio se salvó fue el primero de la tarde. El animalito se comía la muleta. Su matador, Diego Urdiales, empleó pico muletero sin cruzarse, cuando lo que tenía que hacer era ponerle la muleta por delante y evitar que se la tocara. Pocos pases y muchos paseos que, tengo para mí, obedecían al mucho miedo que el riojano destilaba. Dijo una voz: “se te va sin torear” y tenía razón. Pinchazo atravesado y otro arqueando el brazo. Aviso. Otro bajonazo. Mantazos dio en el cuarto, sin causa ni motivo ni desaliento, por mucho que viera que nada podía hacer. Como se puso pesado la gente le protestó. Pinchazo y estocada desprendida. Silencio.
Otro que también esta “aguado” es El Cid, que va cuesta abajo y sin frenos. Ya mismo lo vemos “compartiendo cartel” con Periquito Capea, Eduardo Gallo y Joselito Ortega. Al tiempo. En otra época, la pasada temporada sin ir más lejos, al segundo de la tarde, le hubiera sacado mas partido. Inició la faena con cinco derechazos, empleando pico, sin cruzarse. Siguió retorcido, echándose el toro para las afueras, todo ello muy pesado. Estocada desprendida y tendida. El quinto fue protestado por inválido, protestas que continuaron por su falta de fuerzas durante toda la faena de muleta. No sé qué era lo que pretendía el Cid dando mantazos sabiendo que nadie le iba a hacer caso en una faena que sólo debía existir en su mente. Estocada trasera, tres descabellos. Silencio. Sigue, este hombre el mismo camino de Victorino, sale devaluado de Sevilla y de Madrid.
Sustituía a Fundi Iván Fandiño, que está más verde que las hierbas que se comía el saltamontes de Malagueto, Kalixto –q.e.p.d.-. Tiene un valor inconsciente. En el tercero, se empeña obstinadamente en levantarle la muleta cuando lo que pedía el toro era que se la bajara. Mantazos a merced del burel. Media desprendida y tendida. Descabello. Silencio. Mucho peligro tenía el sexto de la tarde que en determinados momentos desbordó a Fandiño, pues debió darse cuenta de que tenía que matar con prontitud, lo que hizo de media tendida y descabello. Silencio.
Preocupante es que el Sr. Victorino este criando bueyes de carreta y que los siga cobrando a precio de toro. Aquí el más listo hace relojes…
Un saludo.
El rincón de Malagueto
VICTORINO SE DERRUMBA
El mal es general y ni Victorino se salva. Esta ganadería era el último reducto que nos quedaba a los aficionados y, por el camino que va, ya es una más de las muchas que fueron y ahora son descastadas, comerciales, bobas y, lo peor de todo, mansas. Hoy ha habido varios mansos de libro y ese es el peor pecado de un ganadero.
Parece que el cateto de Galapagar se ha montado al carro de los taurinos, de esos cara duras que piden el antitoro bravo, el que no molesta a las figuritas. Es bastante raro que en dos plazas de primerísima categoría los Victorinos hayan resultado tan pésimos. Cuando, según se dice, en la ganadería no entran veedores y demás parásitos que van buscando lo fácil para su torero o empresario. Único culpable el ganadero.
Podría haber sido la tarde del Cid y se ha ido con más pena de la que llegó. Sólo recuerdo unos buenos lances a su primero y unos pares de banderillas de Alcalareño que saludó sin tener que hacerlo, no fueron pares para recordar.
Hoy perdono a Urdiales, el hombre ha hecho lo que sabe, pero el pozo estaba seco y sin agua, y así no funciona la noria. Fandiño no es torero para este tipo de toros, bueno, para estos toros el único remedio es la puntilla eléctrica de los mataderos. Se ha salvado de un buen tabaco y menos mal que salió de la plaza por su pie.
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