martes, 21 de abril de 2009

Exaltación del mantazo

Estocada de Rafaelillo al imposible primero. Foto: Matito/Sevillataurina.com
A pesar de la más que correcta presentación de la corrida, ni a moros ni a cristianos pueden gustar los toros con casta de la mala como los que se vieron en la Maestranza, lo que en definitiva viene a significar una forma de mansedumbre. Estamos abocados a padecer bureles como estos o a soportar el tedio de la casta envenenada por el virus de la "juanpedritis", no parece haber término medio. Por eso, Victorino sigue siendo el rey del mambo.  Rafaelillo corrió con la peor suerte en el sorteo, y aunque con sus carencias, anduvo con valor y decisión, propinando una gran estocada a su primero. Sus compañeros naufragaron ante los mejores bureles del encierro, por desconocimiento de la lidia, término olvidado en la tauromaquia moderna para matadores y cuadrillas. Pasa lo que pasa: estas corridas están hechas para toreros largos, poderosos, y no para desheredados de la profesión. Pero de los primeros hay muy pocos y torean otras cosas.

EXALTACION DEL MANTAZO

Por Pacopi

 

Plaza de la Maestranza 20 de Abril del 2009

Toros de Conde la Maza. Algunos toreables, con cierto peligro el primero.

Rafaelillo. Saludos desde el Tercio en ambos

Luis Vilches. Silencio tras aviso. Saludos desde el  tercio

Joselillo. Saludos desde el  tercio. Silencio.

 

Ya he dicho muchas veces que gran parte de la torería andante no sabe lidiar, todos quieren hacer la misma faena a todos los toros. Pegue o no pegue por el culo te la hinco…

 

El fracasado Rafaelillo, al igual que sus compañeros de terna, propinó mantazos muy a su sabor toda la tarde. ¿Creen que puede ser figura un torero  que tras TRECE años de alternativa se presenta en Sevilla? Ya dije que al primero, cierto que tenía peligro, le quitó las moscas y le propinó una estocada  trasera.

 

Más en ridículo quedó en el cuarto al que recibió a porta-gayola. El toro salió paseando, su matador dio el pase antes de tiempo y cuando lo concluyó se encontró de hoz y coz con el “angelito” al que le entregó el capote y a correr, quedando  en situación poco airosa. Al toro había que ponerle la muleta con la izquierda que era el pitón bueno y tirar de él. Pinchazo y estocada tendida.

 

Otro al que nos quieren vender como el  “no va más” es  Luis Vilches que está verde como lechuga en flor.  Al segundo de la tarde había que ponerle la muleta y que no viera más que el engaño. Mas la eterna promesa de la tauromaquia se dedica a terminar los pases arriba y a dejar que le enganche la muleta. Así no hay manera. Pinchazo en los bajos, media en los bajos y seis descabellos. Aviso. Silencio.

 

En el quinto su cuadrilla hizo pública ostentación de su ineptitud. No he visto gente más lenta para banderillear. Con la muleta,  hincando el trasteo por bajo, construyó un monumento al enganchón. Aprovechaba el viaje pero no llevaba a la res toreada. Se dejó ir el mejor toro de la tarde. Estocada atravesada que asoma y un bajonazo. Aplausos en el arrastre al toro. Saludó desde el tercio entre lagrimas, a lo mejor sollozaba al ver su ignorancia.

 

Joselillo, más o menos  hizo lo mismo que sus compañeros. Al tercero le dio como dicho queda mantazos con la derecha fuera de cacho, medios pases, sin saber qué hacer. Bajonazo delantero. Saludos desde el tercio.

 

En el que cerraba plaza más de lo mismo, no quiero ser pesado como lo fue el matador. Se quita las zapatillas, se abre el chaleco…¿para qué? Será para parecer de todo menos torero. Vulgar, toreo de medios pases. Bajonazo y pinchazo. Aviso. Silencio.

 

Un saludo


El rincón de Malagueto

 BIRRIA DE TOROS Y TRES KAMIKAZES

En su vida de ganadero, el Sr. Conde de la Maza que en gloria esté, jamás lidió un toro bravo. Sus herederos siguen la misma línea. Toros muy bien presentados, bonitos de lámina y vacíos por dentro. Bravura, codicia, empuje, aguante, etc, eso no entra en el código del ganadero. Semejantes regalitos son para los desdichados del escalafón que no saben ni lidiar, algo fundamental en un profesional del toreo. Resultando el anodino espectáculo de esta tarde. Muchos pases sin pena ni gloria, toreros afligidos y aburrimiento general. 

A Vilches, por dar cuatro pases con cierta gracia, le tocan la música. Si llega a ser de fuera de Sevilla, no le tocan ni el pito de carretilla. Otra nota negativa de la tarde: se propina un bajonazo y el público aplaude. Muy baja ha caído la afición de Sevilla. Puede que sea la nefasta influencia de los hermanitos Romero, que pregonan un bieeeeeeen siempre que la espada quede enterrada en la anatomía del toro. Da lo mismo que esté caída, en el rabo o en la barriga.

Martirio chino el ver estos espectáculos y más con Molés y colaboradores tras los micrófonos; unos caras duras a los que debería darles vergüenza el decir lo que dicen. O el maestro Chenel está desmemoriado o le pagan para tragarse la verdad. Lo de Caballero ya es de juzgado de guardia. En cuanto al Fenicio, ya sabemos desde hace tiempo que es de natural verbo del más excelso sobrecogimiento.

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