miércoles, 18 de marzo de 2009

CARTA DE AGRADECIMIENTO DE RIVERA ORDOÑEZ


Francisco Rivera Ordóñez ha publicado una carta en su página web www.riveraordonez.com, en la que agradece a todos los que han mostrado su apoyo y le han felicitado, así como a todos sus compañeros de la profesión y a quienes han criticado la concesión de esta medalla.

Gracias

Como escribir una carta cuando no se tienen palabras. Desde luego, decir gracias para mí en este momento es muy fácil, pero sería muy pobre para explicar cómo me siento, cómo me habéis hecho sentir con todas las felicitaciones que he recibido. No creo que sea el más capacitado para explicar lo que es la Medalla de Oro de Bellas Artes, pero si soy el que mejor puede explicar cómo me siento.

Cuando me llamó el Excmo. Ministro de Cultura y me dio la enhorabuena por el galardón, tuve la gran suerte de estar con mi hija en ese preciso momento…. Fue tal la alegría, que hasta los ojos se me empañaron de lágrimas, de una emoción pocas veces sentida, ni que decir tiene, que tras mirar a Cayetana, mis pensamientos se fueron a mi padre, mi madre, mis abuelos y después a todos los míos. Gracias a Dios, pude coger el teléfono y llamarlos a todos. Era tanta la felicidad y el orgullo que sentía que quería gritarlo a los cuatro vientos.

Desde que con 13 años tomé la consciente decisión de ser torero, me veía en mis sueños toreando en la plaza de Sevilla, Ronda….compartiendo cartel con Paco Ojeda, Manzanares, Espartaco, Joselito y tantos otros que siempre he admirado, o leía crónicas, miraba fotos y videos de mis ídolos , los que yo quería que marcaran mi camino, como mi padre, mi abuelo, mi bisabuelo, el gran Cayetano, o mi tío Luis Miguel Dominguín, , siempre había algo que me preocupaba incluso por encima de no conseguir mis sueños, ese algo era el pensar si sería capaz de estar a la altura de mi sangre. No sé si lo estoy, ( me gusta pensar que me voy acercando) pero eso ya me lo dirá quien me lo tiene que decir cuando nos volvamos a encontrar, espero que dentro de mucho.

Pero si sé una cosa , que soy y seré siempre torero.

Si para alguien una plaza de toros es un sitio sagrado, es para mi hermano Cayetano y yo. El ruedo es el centro de nuestro universo, y lo que ocurre en él es el centro de nuestros sueños e ilusiones. Esa sagrada tierra para nosotros, está regada con sangre, con nuestra sangre, la de toda la familia que vivió y murió por y para el toro . Tierra también regada con las lágrimas de nuestras mujeres, por todos sus sacrificios y con nuestras propias lágrimas de emoción por la gloria que nos ha dado el toro.

Le doy gracias a Dios todos los días, no sólo por lo que tengo, sino por permitirme ser torero, ser matador de toros. Me siento privilegiado de pertenecer a esta raza de hombres que por encima del dinero, la fama y demás cosas que sin duda también forman parte del toreo, están unidos por algo único, la posibilidad de interpretar tus sentimientos y crear arte, hacer sentir, dominando a un animal como el toro, noble, puro y bravo.

Si de algo estoy seguro, es de que nadie me ha regalado nada, así que recibo este galardón con un orgullo y una felicidad infinita , que entiendo es a una vida dedicada al toro, aceptando la cara y la cruz de esta profesión. Amando al toreo.

Pero lo realmente importante de todo esto, ha sido el cariño que he sentido de todos los que me habéis apoyado. No tengo palabras para agradecéroslo, pero que sepáis que los llevaré siempre en mi corazón. Y a todos mis compañeros, mis hermanos de sangre, que tanto respeto y admiro, que cada día con su esfuerzo hacen grande esta profesión, gracias por vuestro apoyo y a los que no creen que merezco esta distinción quiero decirles que por encima de todo somos compañeros, que siempre habéis tenido mi respeto y siempre lo tendréis, esperando que en el pasar de los días nos encontremos de nuevo.

Si me permitíis brindar este importantísimo galardón, se lo brindo a mi padre y a mi hija, a la cual espero cada día con todos mis actos dejarle una herencia personal y de sentimiento de la que se sienta orgullosa de mi, igual que yo me siento orgullosísimo de mi padre y de toda mi sangre.

Y un recuerdo muy especial a mi hermano Cayetano. Esto es de los dos.

Francisco Rivera Ordóñez.

Matador de Toros

2 comentarios:

Pacopi dijo...

Me produce una risa tonta el leer la frase de Patxi : "Pero si sé una cosa, que soy y seré siempre torero" Pues paar serlo a ver si un día da un pase.
Un saludo

El Coronel dijo...

Pues yo que Patxi, en lugar de darle tantas gracias a Dios se la daria al inculto taurino del Ministro de Cultura.
Salud