lunes, 16 de febrero de 2009

DESDE AMERICA, NOS LO CUENTA TOMAS


José Tomás, Manzanares y Vargas en la Santa María from Rosa Jiménez Cano on Vimeo.

Vídeo subido por Rosa J. Cano, vía Mundotoro.


Apreciados amigos del toro:

Interesante lo que se discutió en el Foro del Colegio de Médicos de Málaga. Vale la pena tratarlo con más detenimiento y calma en una próxima oportunidad. Quiero a la vez hacerles un pequeño comentario de la corrida del domingo pasado, celebrada en la plaza Santamaría de Bogotá, cuyo cartel estaba compuesto por el local Sebastián Vargas, José Tomás y José María Manzanares. Los toros eran de la ganadería colombiana de Cesar Rincón, recuerden que en España posee otra.

José Tomás vino solo a esta plaza de Sur América, entiendo que tiene especial afecto por Bogotá. Y fue el único que lleno de bote a bote esta bonita plaza, estilo mudéjar, tal vez las más torera de las que existen en Colombia.

Los toros cuatro aceptablemente presentados y dos faltos del trapío suficiente. Al menos esta corrida fue mejor presentada que lo que lidio el maestro, en las ferias de Manizales y Medellín.

El local Vargas, voluntarioso, es torero de pundonor, no torea mucho, en su primero cumplió bien. En su segundo el mejor toro, bien hecho, noble, de gran recorrido estuvo apenas regular, poco temple, no lo toreó suficiente por bajo y para mi gusto estuvo por debajo de un toro muy importante. Fue indultado. El público, como les expuse en un anterior comentario, América, en general, apenas ve un toro BUENO, pide el indulto, pues se quiere perdonar que muera a estoque, por el solo hecho de ser un toro claro y potable...

José Tomás tuvo el peor lote, derrochó valor estoico por todos los lados; en su primero lanceó bien de capote y terminó con unas gaoneras ajustadísimas, a la cuarta como va perdiendo terreno y se los pasa a milímetros, fue achuchado y se llevó gran susto, hizo el conocido barrilito, para escaparse de la cornada. En la muleta dio pases muy ajustados, sin mucha ligazón, pues los toros no obedecían. En el primero mato de estocada desprendida y por su valor le concedieron la oreja. En el otro, construyó de uno en uno una faena creativa y logro ir metiendo a la muleta un toro que no valía nada. Mató bien y corto otra oreja muy merecida.

El que si ha estado cumbre fue José María Manzanares, si este torero sigue y proyecta el toreo que plasmó en Bogotá, mucho ojo con él, va a ser un figurón. Toreó bellamente a ambos toros, con mucho temple, con una suavidad armoniosa y metiendo siempre el toro hacia adentro, inclusive rematando sus pases de pecho, como lo hacían antiguamente. Lo único que podíamos reprocharle sería que en algunos pasajes se despegaba un poco. Su faenas fueron muy bien concebidas y la gente muda, escuchando el pasodoble, recordando al Manzanares padre e inclusive se comentaba por parte de espectadores cerca de mi puesto que ya superaba al padre, o que al menos iba a poder con más toros. Cortó tres orejas el torero del turrón alicantino.

Los toros en general se dejaron, tampoco fueron un dechado de bravura, tuvieron recorrido y el del indulto sí fue claro y con gran desplazamiento. Les faltó fondo y duraban poco. Podríamos concluir que fue una corrida entretenida y se vio torear con gusto y temple y Cesar se tranquilizó después de haber sacado dos encierros anteriores muy cuestionables y con poca "toreabilidad", para usar palabras de su propia invención.

Gracias por leerme,

Tomas Cruz V.

1 comentario:

El Coronel dijo...

Gracias Tomas por contarnos tan detallada y sencillamente la corrida.
Saludos
Salud