Senadores galos alzan la bandera de la Fiesta
VICENTE BOURG «ZOCATO» BURDEOS (FRANCIA)Publicado en ABC
El gallo galo se despierta. Estuvo un tanto dormido, considerando como intocable su territorio taurino. Francia lleva más de siglo y medio ( 1853, primera corrida en Bayona) sin reglamentos ni leyes ni estatutos sobre la Fiesta. El Estado nunca quiso darle un marco oficial, pensando que era peligroso presentar proyectos de leyes o imponer decretos a sus cámaras de diputados y senadores. El toreo en nuestro país se concreta en 13 de los 95 departamentos. Pasaban los años, los gobiernos, los presidentes de la república y todo quedaba medio oculto, discreto, arrinconado en el baúl de la tradición y la cultura de las provincias del sur. A de Gaule le importaba poco, a Pompidou se le vio varias veces en barrera, a Giscard d´Estaing no le gustaba aun siendo cazador, Mitterrand recibió a varios toreros en su casa campera de las Landas, y a Chirac le daba igual.
Llegó Nicolas Sarkozy, conocido aficionado. No pudo negarlo, las fotos en la Maestranza o toreando de salón en la Camarga lo demostraban. François Fillon, su jefe del gobierno y varios ministros, como Roselyne Bachelot, Mich_le Alliot-Marie, Bernard Laporte, son «locos» de los toros. El verano pasado, para no alimentar la polémica, se dijo que Sarkozy les pidió no asistir a corridas en Francia. Preparaba la mesa redonda del Grenelle del medio ambiente... En esta mesa redonda, poco a poco, las proposiciones de los antitaurinos fueron rechazadas y se ganó la principal batalla de la libre entrada a menores de 16 años.
En 2008 nació el Observatorio francés de las culturas taurinas, encabezado por André Viard, que representó a la nación gala en Bruselas. De forma lenta pero segura, se pusieron en marcha unas entidades oficiales, reconocidas por el poder ejecutivo. Hoy llega la apertura legislativa, sencilla pero simbólica: después del Grupo de Estudio sobre la Tauromaquia que preside Jean Grenet, alcalde diputado de Bayona, los senadores se han unido bajo la bandera de «Tauromachie et Elevage du Taureau de Combat» (Tauromaquia y Crianza del Toro de Lidia). Más de treinta parlamentarios de todos los horizontes políticos la componen, siendo presidente Raymond Couderc, alcalde-senador de Béziers, y con Jean-Paul Fournier, alcalde-senador de Nîmes, como vicepresidente. Lo más curioso es que la mayoría de estos socios senadores y taurinos no son de las zonas del toreo. Adelante, el gallo se despierta y pelea...
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