Tras largo tiempo transcurrido desde que finalizara la pasada Feria de Agosto de Málaga, se ha fallado el trofeo al toro más bravo de la feria taurina, que concede el Ilustre Colegio de Veterinarios, que preside Enrique Moya Barrionuevo, presidente de la Malagueta y diputado provincial del partido popular. Por mayoría se ha concedido el trofeo al toro de la ganadería de El Pilar, lidiado en primer lugar la tarde del día 20 de agosto y que correspondió a Pepín Liria.
Siendo un buen ejemplar, mi opinión es que el más bravo fue el cuarto de la tarde que desbordó al propio Pepín Liria. Pero ello es sólo una apreciación personal. Lo que no lo es son las fotografías que muestran la estampa del cornúpeta. El animal premiado apenas si se tapaba por la cara. Aunque algunos, los de siempre, dirán que es el "toro de Málaga". Si hubiera seriedad, el premio debiera haber quedado desierto y más cuando se concede por el Colegio de Veterinarios y, por ello, es de esperar mayor rigor y exigencia. No sólo debiera valorarse el comportamiento, el grado de bravura, que en este caso es discutible, sino también la presencia del toro y más en una plaza que se presupone de primera categoría. Lo justo y sensato: premio desierto y queja formal por el ganado que se ha visto en el ruedo de la Malagueta.
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