BRISAS DE MALAGA

Uno de Jandilla, ayer en Bilbao (foto burladero.com)

Uno de San Miguel ayer en la Malagueta. Se confunden pitones con trapío. ¡Pero hombre! ¿Qué es eso del toro de Bilbao para Málaga! ¡Aquí queremos el "toro de Málaga"... ese pequeñito que se mueve. Falaz argumento de los taurinos para colarnos novillotes de saldo, engordados y descastados, por toros. Y de moverse, hasta ahora, ¿qué?

Puche en el burladero de la empresa, a su lado Luciano Alonso quien en su momento destituyó a José Luis Fernández Torres como presidente de la Malagueta. Vienen las figuras y acuden los políticos...el resto del año si te vi no me acuerdo.

También se hizo ver la delegada del Gobierno de la Junta, doña María Gámez (segunda por la derecha). Ella es responsable de la designación de los presidentes de la Malagueta. ¿Habrá tomado nota de lo ocurrido ayer?

La cuestión no es ya el contenido del vaso, ni quien esté haciendo uso del mismo. A cualquiera le puede ocurrir, aunque se sea un buen aficionado, ya que ninguno nos sabemos el reglamento de memoria. A mi me hubiera pasado. El problema, no es de tipo reglamentario, y radica en que sí a muchos de los que ocupan en la callejón les diera por colocar el vaso sobre el burladero, esta zona más parecería la barra de un bar.Y no parece de recibo en las cercanías del ruedo donde están los profesionales. En todo espectáculo público, y más en la fiesta de los toros, todo detalle ha de cuidarse al máximo. Por supuesto que se puede beber (bebidas alcohólicas no, lo impide el reglamento), pero ocultando los vasos o botellines tras el burladero. Y en esto quien tiene que realizar las advertencias precisas es la empresa y, en su caso, el delegado de la autoridad.

Fíjense en la zona izquierda de la foto. Ahí si hay bebidas alcohólicas. Sin duda, motivo en el que subyace la trifulca que se vivió en la grada del tendido cuatro. El único guardia de seguridad presente, lógicamente, no pudo dominar la situación, que fue controlada tras la retrasada aparición de los miembros de la policía nacional y local. Debe haber miembros de las fuerzas de seguridad repartidos estratégicamente por todo el coso, para que su intervención sea inmediata. Dado la lamentable presencia cada vez mayor de energúmenos ebrios, soy de la opinión de que habría que ir pensando en la posibilidad de prohibir la entrada y venta de bebidas alcohólicas en la plaza, para evitar sucesos que, como éste, pueden acabar en una desgracia.