jueves, 5 de junio de 2008

DETENGAN ESA INMOLACION


«Por Dios, detengan esa inmolación»
POR IGNACIO RUIZ QUINTANO
Publicado en ABC (6-3-2008)

"El gobierno de la Comunidad de Madrid cree que el Centro es el Cielo que Hemingway le contó por carta a Scott Fitgerald:

-Una gran Plaza de Toros, con un abono de barrera para mí y un arroyo con truchas en el que no se permitiera pescar a nadie más, y dos casas bonitas en el pueblo: una para mí y mi mujer y los chicos, a los que yo querría mucho, respetando la monogamia; otra, donde tendría a mis nueve amantes guapísimas en nueve pisos diferentes...

Y el gobierno de la Comunidad de Madrid ha montado una especie de Gala de la Inmolación a beneficio de un señor de Galapagar que va por los pueblos con el cartel de Quinto Evangelista de la tauromaquia, reducida por él a una mera cuestión de marketing y glamour. Del marketing se encarga el gobierno de Madrid, y del glamour, los traficantes de negritas.

-Ay, qué nervios, don Fulano, que de este jueves no pasa. Esta vez se inmola en serio.

Desde el referéndum felipista de la Otan no se había visto tal despliegue de propaganda al servicio de una mentira: la tauromaquia del Quinto Evangelista, resumida por el ganadero Victorino Martín en una frase hecha: el Quinto Evangelista se arrima, pero no torea. Bergamín diría que el Quinto Evangelista no pasa de ser otro Don Tancredo López, el hombre que inmovilizado por el miedo se transfigura en la estatua viva del valor: del Rey del Valor.

-El fracaso o degeneración del toreo es siempre un tancredismo, hasta acabar en esa definitiva negación del torero mismo que lo ejecuta: el «parón». El toreo que se ha ido parando o tancredizando de ese modo llega, por eso, a convertirse en un tancredismo hipócrita, un tancredismo disfrazado, un tancredismo volteriano y tartufo.

El tancredismo, en fin, del Quinto Evangelista. («No dar chicuelinas ni manoletinas, porque es la mentira del toreo», era el octavo mandamiento de Luis Miguel Dominguín.)

Pero, si el Quinto Evangelista no torea, ¿a qué viene a Madrid?

A inmolarse.

Contra la hipótesis de la inmolación -¡el coloso poniéndole dinamita a su propia estatua!- juegan tres factores: las dos actuaciones, 5 y 15, contratadas por la víctima (¡inmolaciones a plazos!); el precio fuera de mercado de esas actuaciones (Caronte sólo exige una moneda); y la elección de toros victorianos en lugar de toros victorinos, aunque en Biarritz, entre las camisetas pijas con la leyenda «Who the fuck is Prada?», relucen las camisetas bordadas de Javier Conde y Victoriano del Río, director de lidia y ganadero, respectivamente, de la Gala de la Inmolación.

-Para el 15. Me quedan para el 15 -te comen la oreja los reventas en el castizote «carrefour» del Toribio.

Pero la gente, como es lógico, ya que de una inmolación hablamos, sólo quiere boletos para el 5. Ramper tenía razón: la gente va al circo para ver si hay suerte y se cae el trapecista. Transformar una plaza de toros en circo no es fácil, pero puede conseguirse. Ahora, ¿cómo impedir una inmolación? Se lo pregunto al abogado -y hado cidiano- Joaquín Moeckel, siempre nervioso de inminencia, pero Moeckel entró en éxtasis con la faena de El Cid al «Colombiano» que cerró San Isidro, y salió de la plaza de Madrid como Luis Miguel de la cama de Ava, corriendo para contarlo.

-¡Inmolarse! ¡Me dan ganas de matar a todos los que están achicopalados! -rabiaba el Indio Fernández en casos así-. Por dura que sea la vida, nadie tiene derecho a irse a pique. ¡Pinche gente que se raja!

La Gala de la Inmolación es la metáfora del tancredismo zapateril ante lo negro -«¡a lo negro, maestro, a lo negro!»- de la crisis. Las orejillas y rabillos ya han sido reservados. Que la orquesta del Titanic -veintiún sordos- acometa «Francisco Alegre» para el Quinto Evangelista bajo la batuta de Castuera. Está visto que el PP gobernante se lo juega todo en esta Gala. ¿Alguien imagina a los gobernadores de Roma pujando por llevarse a sus provincias el espectáculo de la crucifixión del Señor?

Por el amor de Dios, y en nombre del centrismo salesiano: detengan esa Inmolación."

1 comentario:

Anónimo dijo...

ya no hay AFICIONADOS,AHORA LO QUE HAY SON NIÑITAS-AFICIONADAS.
que les da mucho miedo,ver a un torero con dos cojones.

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