Foto de Juan PelegrínVarios cirujanos taurinos opinan sobre el comportamiento de José Tomás en la enfermería.
Ramón Vila (Real Maestranza de Sevilla)
El cirujano lo atendió el 30 de abril de 2001: "Le había dado una cornada en el muslo izquierdo al entrar a matar con el pitón contrario al que entraba; una cosa muy extraña. En la enfermería se comportó como ante el toro. Tenía 60 pulsaciones, como si estuviera en reposo. Es algo increíble. Eso no sale de la preparación. Es congénito. Eso sucede a seres diferentes, que se convierten en sus campos en genios. La preparación puede potenciar, pero no cambiar totalmente a la persona. Tomás realiza cosas que la mayoría no puede realizar. Ojalá hubiera muchos como él. Hablan de que busca la muerte ante el toro. Si fuera un suicida se quedaría en pelotas en el campo y allí mismo se dejaría matar. En su caso es que siente el toreo así y lo acepta con todas las consecuencias".
Máximo García Padrós (Plaza de Las Ventas)
En referencia a la última cogida en Madrid: "Entró por su pie, sudoroso y dolorido, con tres cornadas en la pierna derecha -la más grave, de 20 centímetros, en el muslo-. Estuvo tranquilo. No suele hablar. Como médico no lo quiero; como aficionado sí. Para nosotros no es bueno. Como hubiera muchos como él, trabajaríamos todos los días. Y es que se coloca en un sitio que ha conseguido revolucionar al aficionado".
Rafael Flores (Plaza de Linares)
Este cirujano intervino a Tomás el 29 de agosto de 2007 de una cornada con dos trayectorias en el muslo derecho. "Su actitud en la enfermería fue ejemplar, como en la plaza. No hablaba y se entregó a nosotros como lo había hecho ante el toro. Entró con unas pulsaciones normales, como si no hubiera sufrido el percance. A mi me preocupa su actitud. Está anunciado para la próxima feria y no quiero que me toque. Si no viene a Linares el próximo 29 de agosto, mejor; no quiero verle. A mí me gustaría irme ese día. Su actitud no es normal. Parece que está por encima del bien y del mal"
Julio Mendoza (Plaza de Jerez de la Frontera)
Don Julio intervino al de Galapagar de una cornada en el cuello el pasado 3 de mayo. "No manifestaba dolor ante varios pinchazos que tuvimos que dar. Debe ser una cosa innata en él. Parece de otra materia. Lo que más me llamó la atención es que en las curas resultaba un estoico total. Le preguntaba ¿te duele? y decía ´siga, siga usted´. El dolor lo aguanta estoicamente. Es un ser especial, con un gran espíritu de sacrificio".
El cirujano lo atendió el 30 de abril de 2001: "Le había dado una cornada en el muslo izquierdo al entrar a matar con el pitón contrario al que entraba; una cosa muy extraña. En la enfermería se comportó como ante el toro. Tenía 60 pulsaciones, como si estuviera en reposo. Es algo increíble. Eso no sale de la preparación. Es congénito. Eso sucede a seres diferentes, que se convierten en sus campos en genios. La preparación puede potenciar, pero no cambiar totalmente a la persona. Tomás realiza cosas que la mayoría no puede realizar. Ojalá hubiera muchos como él. Hablan de que busca la muerte ante el toro. Si fuera un suicida se quedaría en pelotas en el campo y allí mismo se dejaría matar. En su caso es que siente el toreo así y lo acepta con todas las consecuencias".
Máximo García Padrós (Plaza de Las Ventas)
En referencia a la última cogida en Madrid: "Entró por su pie, sudoroso y dolorido, con tres cornadas en la pierna derecha -la más grave, de 20 centímetros, en el muslo-. Estuvo tranquilo. No suele hablar. Como médico no lo quiero; como aficionado sí. Para nosotros no es bueno. Como hubiera muchos como él, trabajaríamos todos los días. Y es que se coloca en un sitio que ha conseguido revolucionar al aficionado".
Rafael Flores (Plaza de Linares)
Este cirujano intervino a Tomás el 29 de agosto de 2007 de una cornada con dos trayectorias en el muslo derecho. "Su actitud en la enfermería fue ejemplar, como en la plaza. No hablaba y se entregó a nosotros como lo había hecho ante el toro. Entró con unas pulsaciones normales, como si no hubiera sufrido el percance. A mi me preocupa su actitud. Está anunciado para la próxima feria y no quiero que me toque. Si no viene a Linares el próximo 29 de agosto, mejor; no quiero verle. A mí me gustaría irme ese día. Su actitud no es normal. Parece que está por encima del bien y del mal"
Julio Mendoza (Plaza de Jerez de la Frontera)
Don Julio intervino al de Galapagar de una cornada en el cuello el pasado 3 de mayo. "No manifestaba dolor ante varios pinchazos que tuvimos que dar. Debe ser una cosa innata en él. Parece de otra materia. Lo que más me llamó la atención es que en las curas resultaba un estoico total. Le preguntaba ¿te duele? y decía ´siga, siga usted´. El dolor lo aguanta estoicamente. Es un ser especial, con un gran espíritu de sacrificio".
Una persona ¿normal o anormal?, ¿un estoico ?; ¿algo congénito.?.. ¿acaso padezca algún trastorno a la reactividad al dolor?... Lo que si está claro es que José Tomás sorprende por su actitud a galenos con gran experiencia en cirugía taurina, y algunos no quieren verle como médicos porque se les avecina trabajo casi seguro.
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