COMIENZA SAN ISIDRO

Paseillo en las Ventas

Madrid festejaba el día de su patrón, pero no tenía feria taurina. La temporada comenzaba en marzo y terminaba en octubre y había dos abonos: el de otoño y el de primavera. Los jueves se incluían corridas extraordinarias con los toreros que habían triunfado los días anteriores. Durante la contienda incivil estos abonos desaparecieron. Es entre los años 1939 y 1946 cuando se continúan celebrando grandes corridas de abril a junio y las novilladas eran las protagonistas de los meses de verano.

En 1947 se produce una innovación en el sistema de abonos que había existido hasta ese momento. Livino Stuyck sustituye en la gerencia de la empresa a Alonso Orduña y decide aprovechar la festividad de San Isidro para reunir todas las corridas que había a lo largo de todo el mes de mayo. La "Feria de Madrid", que así se denominó inicialmente, comenzó ese mismo año de forma modesta y, poco a poco, se fue convirtiendo, junto a la de abril de Sevilla, en la más importante de España. Uno de los principales atractivos de la nueva feria fue la restauración del tradicional abono, que había sido suspendido en la guerra. En un principio la feria de San Isidro estaba compuesta por cinco corridas.

La primera corrida de la Feria de San Isidro tuvo lugar el 15 de mayo de 1947 y en ella alternaron: "Gallito", Manuel Alvarez, "Andaluz" y Antonio Bienvenida. La ganadería fue de Rogelio Miguel del Corral. Gallito escuchó los tres avisos en su primero, Capachero, primer toro lidiado en la feria. Antonio Bienvenida no pudo matar el último al resultar herido de consideración. No hubo trofeos en esta primera edición de San Isidro. En ella también fue herido grave "El Choni". El triunfador fue Pepín Martín Vázquez, que en dos tardes dio dos vueltas al ruedo.

El 9 de mayo de 1948, Manuel Alvarez "Andaluz" cortó la primera oreja de la historia de la Feria. Fue al toro Tejero, lidiado en cuarto lugar, del hierro de José Luis y Herederos de Felipe de Pablo Romero. Hizo el paseíllo junto al madrileño Manolo Escudero y al baracaldés Pedro Robledo. En esa feria, el 12 de mayo, Rovira, Paco Muñoz y Antonio Bienvenida se reparten seis orejas de la corrida de Alipio Pérez Tabernero Sanchón. Tres días más tarde, Luis Miguel Dominguín corta tres orejas a su lote de Antonio Pérez de San Fernando. Parrita fue el primer torero en salir por la puerta grande. Estos fueron los comienzos de la Feria taurina más importante del Mundo.

Visto lo ocurrido en otras ferias y, especialmente, en Sevilla, los aficionados tenemos nuestras esperanzas puestas en Madrid. Sin embargo, los prolegómenos no ayudan al optimismo. Demasiados carteles poco rematados, ganaderías con antecedentes negativos como, por ejemplo, la que abre Feria al igual que el pasado año, la de Martelilla, encaste Domecq que resultó deslucida por su flojedad. Toreros que deberían estar en Madrid durante el resto de la temporada, pero no en San Isidro. Figuras ausentes, porque ya no es necesario San Isidro para serlo. Pese a todo, espero que Las Ventas, con sus virtudes y defectos, siga siendo el referente para la afición. Mis mejores deseos para los buenos aficionados (vais quedando pocos) y amigos de Madrid, sed ecuánimes con toros y toreros, no os dejéis dar gato por liebre, recordar nuestra máxima: "sin toro nada tiene importancia" y, para todos los actuantes ¡suerte y al toro!

Fuente: José María Sotomayor. Sesenta Aniversario San Isidro. Primera parte. Taurodelta.