miércoles, 17 de agosto de 2011

LE REGALÓ EL TITULAR (6ª de abono en “La Malagueta”)

 

luque

Daniel Luque con la benévola oreja (Foto: burladero.com)

 

Plaza de Toros de Málaga
Martes 16 de agosto 2011  /  Menos de tres cuartos de entrada.

Tres toros de La Palmosilla (3º, 5º y 6º), justos de presentación, blandos y descastados. Dos ( 1º y 2º) de Salvador Domecq muy sosos y flojos y uno (4º) de El Torero como sobrero, noble y que fue aplaudido en el arrastre, que se lidió en cuarto lugar al devolverse el primero de la tarde del hierro titular por inválido.

RIVERA ORDÓÑEZ: dos pinchazos y estocada caída (Silencio). Pinchazo, estocada casi entera trasera y perdiendo la muleta y un descabello (Saludos desde el tercio).
EL FANDI: estocada caída (Silencio tras tímida petición). Pinchazo y bajonazo (Silencio).
DANIEL LUQUE: estocada trasera y descabello (Silencio). Estocada trasera (1oreja).

LE REGALÓ EL TITULAR

Por José Daniel Rojo

La tarde de ayer en La Malagueta iba camino de quedarse ausente de titular de prensa, o al menos, y mejor dicho, de un titular acorde con el ambiente de festividad que inunda los rincones de nuestra ciudad. Antes de que saltara al albero el sexto de la tarde el titular bien podría ser “Silencio para Fandi”, que tratándose del torero granadino ya es noticia a destacar pues, puestos a ser sinceros, ayer no dejó conforme ni tan siquiera a su parroquia. Sin embargo, tras pasaportar Daniel Luque al sexto y último, la Presidenta Ana María Romero facilitó el trabajo a sus compañeros periodistas y sirvió en bandeja el titular de prensa al conceder un trofeo para el que no hubo petición mayoritaria, ni fundamentos para otorgar. Debe estar agradecido el torero sevillano a  nuestra Presidenta, pues ello le permite seguir sumando titulares que insisten en que Luque progresa adecuadamente; yo, en cambio, lo he visto muchas veces y creo que va de mal en peor, contagiándose de esa vulgaridad que atesoran los compañeros con los que se acartela últimamente.

Como vulgar fue la actuación de Rivera Ordóñez al cuarto de la tarde, un animal noble, con el hierro de “El Torero”, y que regaló las mejores embestidas de la tarde. Por allí anduvo el nuevo “Paquirri” basando su trasteo por el pitón derecho pero sin decir nada a la galería. Fue precisamente la galería quién tomó la palabra durante su faena al son de ¡Guapooo!  Al natural lo probó ayudándose del estoque simulado pero no gustó al matador que decidió entonces ponerse a torear mirando al tendido y enloqueciendo a las bellas féminas que poblaban ayer los tendidos del coso del Paseo de Reding y que tenían ya el pañuelo blanco en la mano, bien “planchaíto”, para pedir trofeo. El fallo con los aceros devolvió, menos mal, el pañuelo al bolso. En el primero de la tarde, un toro soso, hizo Rivera el numerito de esperar a que la gente le pidiera poner banderillas para al final acceder. Lo hizo de manera correcta, sobre todo el primer y el tercer par. En la muleta se le olvidó aliñar la sosería del toro y estuvo siempre fuera de cacho y aliviándose en demasía. -¡¡Que arte tienes hijo!! –gritó otra mujer desde la andanada del tendido cuatro. Y yo me pregunté entonces – ¿qué es el arte? ¿Un guaperas dando pases?- Olvidé que Rivera es poseedor de la Medalla al mérito de las bellas artes. ¿Lo sabría la Señora que voceó desde la andanada? ¡Vete tu a saber!

Me preocupó, y lo digo en serio, la actitud de Fandi durante su paso por La Malagueta. Un Fandila venido a menos que siempre fue capaz de enloquecer a su público con los tercios de banderillas y ayer no consiguió ni tan siquiera eso. Desconfiado, sin ganas. Algo debió fallar o es que el tiempo está pasando factura al granadino. Sea como fuere, sus partidarios no salieron ayer hablando bien precisamente de su torero.

Mariano de la Viña que acompaña ahora a Daniel Luque clavó una banderilla en el cuello del toro, creando una estampa desagradable y que a buen seguro, utilizarán los antitaurinos en próximas campañas y con razón, porque la imagen tiene los argumentos justos que los abolicionistas defienden. No me pregunten como sucedió. Solo diré que es complicado de hacer. A propósito seguro que no sale. El toro venía cayéndose cada dos por tres pero ordenó Luque a sus hombres para que no bajaran las manos con el capote para que no se cayera y evitar así que saliera otro sobrero. Y claro, luego tuvo la excusa perfecta el torero para justificarse ante el público verbenero al hacer gestos de que no podía bajar la mano con la muleta. Se quejaba el hombre que puso voluntad falsa.  En el que cerró plaza puso, otra vez, voluntad con un toro que apenas tenía recorrido y al que Daniel solo pudo darle medios pases. Que triste es que se de una oreja a la voluntad. Una oreja que el público, no en mayoría, pidió sobre todo, para poder lucir el pañuelo blanco que desde hace unos días tenía preparado en casita para ondearlo al viento en la tarde de toros. Un oreja que no dice nada y que ni decir tiene, tampoco traerá más contratos a este joven Daniel Luque que va camino de convertirse en un buen tercero para carteles mediocres.

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