Sobre la pasada Feria de Quito

Apreciados amigos del blog
 
Tenia un par de comentarios más sobre una novillada y la corrida goyesca de Quito. Sin embargo, creo que es más productivo acentuar unas apreciaciones juiciosas de lo que a mi parecer fue la feria, no habiendo visto la ultima corrida, de la ganadería de Triana donde actuaron Víctor Puerto, Guillermo Albán y Julio Benítez, hijo del Cordobés.
 
Como les decía esta feria de Quito goza de mucho prestigio en el universo taurino, van acreditadas figuras españolas, francesas y americanas. Este año se presentaban en ella, Enrique Ponce, Morante de la Puebla, Castella, Cayetano, Víctor Puerto, Miguel Abellán, El Fandi, Rafaelillo, Julio Benítez, el rejoneador Andy Cartagena, el novillero Juan del Alamo, el novillero Silveti de México y los toreros locales Guillermo Albán, Campuzano, y Samper.
 
La ciudad esta enclavada en las alturas de los Andes ecuatorianos, a mas de dos mil ochocientos metros sobre el nivel del mar, fue fundada por el conquistador español Don Sebastián de Benalcazar, oriundo de un pueblo de Córdoba, quien entró con Pizarro al Peru y siguió hacia el norte, encontrando esta semi planicie, donde fundó la ciudad de Quito y luego siguió a lo que hoy es el sur oeste de Colombia, fundando también en el Valle del Cauca, la ciudad de Cali y posteriormente fundo la ciudad de Popayan. Las tres ciudades fueron fundadas en el periodo comprendido entre Diciembre de 1534 y Diciembre de 1536. La parte histórica es bellísima, destacándose la Iglesia de la Compañía de Jesús, joya del arte quiteño, trabajos en oro tallados en la madera y La Iglesia de San Francisco, de mayor tamaño, pero algo deteriorada hoy. Hay museos de oro y palacios de la época, todos bien tenidos y conservados.
 
Nos llamó la atención que el ayuntamiento de Quito promueve muy bien su feria taurina, hay muchos avisos concedidos por la alcaldía destacando esta feria y hasta en los autobuses colocan las imágenes de los toreros, lo que ayuda de manera eficiente con el éxito de los festejos taurinos. La Plaza de toros cuenta con unas quince mil localidades, es cómoda y nos llamó la atención que en las afueras del recinto, hay toda clase de restaurantes y bares, lo que hace que se formen condumios agradables, tanto antes de la corrida como después de ella.
 
Vamos al toro. Las ganaderías locales en general adolecen de casta, mas no podríamos decir que no hay productos buenos. Durante las corridas vimos la mitad de ejemplares anovillados, en nuestro concepto sin la edad suficiente y el otro cincuenta por ciento toros de más trapío, sin tomar como referencia lo que se lidia en España, y mucho menos en Madrid. Y no duden que las figuras exigen este tipo de toro sin rubor. Esa es la verdad americana en su generalidad, no hay toros con presencia adecuada para todas las ferias, las ganaderías son cortas y por lo tanto se lidian "escaleras". Observamos algo que no debo pasar por alto, la mayoría de los toros eran altos, carecían de gaita, cuellicortos, sus patas delanteras largas, en mi concepto fuera de tipo, su morrillo muy cercano al testuz. Pero tengo que decir que aun siendo así su fenotipo, embestían y hasta humillaban. El toro de Colombia es mucho mas parecido al español, más descolgado, más bajo de adelante. Vimos pitones sospechosos; otros que si los tocaron lo hicieron supremamente bien.
 
Los toreros pienso se esmeraron por agradar en su mayoría, pero no todos lo lograron Ponce tuvo un novillo bueno y noble el segundo día, al cual le armó una faena larga, con pases de todas las marcas, entusiasmando al publico, no lo vamos a negar. Morante dejo buenas verónicas y una media perfecta, con la muleta no se dejó ver. Cayetano perdido y sin seguridad, Abellán cumplió y se llevo un susto grande. Castella muy mal en sus dos primeras, en su ultima presentación mejoró un poco, abusando sin embargo del toreo lineal, así le hayan concedido orejas. Al Fandi, se le notó mermado por su cornada de Lima y más ordinario que de costumbre. Rafaelillo, al cual no vi, se llevó una cornada grave ante uno de los toros de más presencia y Víctor Puerto, fue la grata sorpresa, toreó bien de capote y muleta y su faena fue maciza y bien lograda. El hijo del Cordobés, muy mal, sin sitio y sufrió un revolcón que nos hizo temer lo peor. Eso referente a los toreros extranjeros.
 
Sobre los toreros ecuatorianos, debo decir que el único que pasa el examen es Guillermo Albán. Es un torero con algunos años de alternativa, torea con buen concepto, tiene temple, se coloca bien, para lo poco que torea es admirable lo que tiene en su haber.  Estuvo en la pelea por el trofeo y eso dice algo. Los otros totalmente desubicados, no deben seguir en los toros so pena de hacer el ridículo. Curro Rodríguez, que recibió su alternativa el primer día, tuvo momentos destacados en su primero, pero después fue un fiasco. El publico, festivo, amable, asiste más que todo a armar el jolgorio, pero carece de los mas elementales conocimientos taurinos. Aplauden el desplante, el arrimón, el rodillazo, no ven el toreo fundamental, nos duele decirlo, pero fue lo que apreciamos. Y una cosa grave y desconcertante, cuando torean los locales, los aplauden por cualquier trapazo mal ejecutado, engañando al torero y a ellos mismos. Si el toreo no es ecuatoriano, ni mexicano, ni venezolano, ni peruano, ni colombiano, es universal y de esa manera no van a hacer toreros importantes. Esta el caso de Cesar Rincón, Colombia se demoró casi doscientos años en producirlo y se hizo a base de sacrificios, no de mentira, ni de aplausos sin fundamento.
 
Espero haberles dado un pincelazo de cuanto aconteció en la afamada feria de Quito.
 
Cordial y taurino saludo,
 
Tomas