martes, 3 de noviembre de 2009

Pidamos la eutanasia para la Fiesta

Fiesta

PIDAMOS LA EUTANASIA PARA LA FIESTA
Por Pacopi

He meditado mucho sobre el estado actual de la Fiesta y me he dado cuenta de que no es necesario que los antitaurinos luchen por conseguir su prohibición. No es necesario que el Parlamento Catalán vote el sí o el no a los toros en Cataluña.

Hemos visto, o al menos hemos tenido oportunidad de ver, las ferias mas importantes de España. Comprobamos como el toro, alma mater del espectáculo, ha sido vituperado, ignominiado, humillado y ninguneado a lo largo de toda la temporada, por exigencias fundamentalmente de los taurinos. El toro ha salido íntegro en muy pocas ocasiones. Estamos llegando a un punto, en el que los taurinos, olvidando al consumidor, quieren imponernos , con sistemas propios de otras épocas políticas afortunadamente ya pasadas, sus triquiñuelas, sus trucos propios de prestidigitador de circo barato.

El toro, como digo, está capitidisminuido, es una pantomima de lo que fue, es especie en periodo de extinción. Se le afeita sin miramiento, sin rubor, y no sólo con el beneplácito de los taurinos, sino, lo que es mas grave, con la aquiescencia de la autoridad, también doblegada a los intereses de los taurinos. Los presidentes, con tal de no tener problemas, aprueban todo lo que se le presente con cuernos. Algún día veremos salir por los chiqueros a maridos burlados. Dan por bueno todo lo que los toreros y sus mentores les proponen. Los políticos, jefes a la sazón del que se sube al palco, en su afán de no tener problemas, asienten y si algún usía le propone la suspensión o se pone en su sitio, lo quitan y punto. Si alguno se pone en su sitio y no concede los trofeos que el taurino estima debe darse a su poderdante, recurren al tópico tan manido de “el presidente me ha robado una oreja”. Mal va a poder nadie robar una cosa que no es suya. El derecho aún no ha tipificado el autorrobo.

Si alguien se mantiene en sus legales y legítimas prerrogativas, los toreros recurren a la desidia y al “no he podido hacer más”, “el toro no valía”. Otras veces aplican en sus actuaciones la ley del mínimo esfuerzo, el timo como bandería, el pico muletero como argumento y al destoreo como propósito.

La prensa, la mayoría, casi toda, da carta de naturaleza a estas atrocidades, llevados de espurios intereses. Llegando incluso a intentar adoctrinar en estas barbaridades a aficionados en agraz que, al no tener norte que los guíe, elevan a dogmas de fe toda esa mesnada de despropósitos. Así, consideran como de buen torero, el despedir a la res para las afueras, el empleo del pico de la muleta y lo importante es que el toro muera, no cómo se ejecuta la suerte ni donde cae el estoque. El indulto de indecorosas babosas en plazas de carros es la más sublime obra que vieron los siglos y la “rebaná” el pase más excelso que deja en mantillas las medias verónicas de Belmonte.

Y los públicos, como digo, manejados por semejantes mequetrefes, creen que han visto una gran corrida de toros porque se han cortado cincuenta orejas y dos rabos en cada toro.

Todo lo dicho, se concreta, a modo de conclusión en:

1º.- Descastamiento de la cabaña brava, fruto de esa cría regresiva que los ganaderos han efectuado para, favoreciendo las peticiones de los taurinos, convertirse en “ganaderos”.
2º El toro de lidia ha quedado reducido a una pantomima de lo que debería ser.
3º.- La lidia queda reducida a una sucesión de pases carentes de todo contenido axiológico y finalístico.

Consecuencia de ello es que la Fiesta se desmorona. Se encuentra agonizante, desahuciada clínicamente, camino de convertirse en corridas de toros tipo “don Bull”. Ante ello, como aficionados debemos pedir que  no sufra, evitémosle esta lenta agonía, solicitemos que le apliquen la eutanasia para evitarle inútiles sufrimientos. Postulemos la desaparición de la Fiesta moderna tal y como la conciben estos trileros que se han hechos los amos de ella, unamos nuestros esfuerzos a los de los antitaurinos, solicitando el mismo fin, con argumentos distintos.

Veréis como cuando estos salteadores de caminos, canales y puertos, vean peligrar su condumio, con las plazas vacías, dan marcha atrás, aunque puede que cuando lo hagan sea demasiado tarde.

Un saludo.

14 comentarios:

SF dijo...

¿¿Donde hay que firmar para conseguir que las peticiones del amigo Pacopi sean una realidad??

Es lastimoso que tengamos que llegar a estos extremos, pero visto lo visto...no me queda más remedio que ratificar todo lo expuesto por Pacopi.

Enhorabuena por tu escrito, y lo dicho, cuenta conmigo en mi apoyo incondicional a tus peticiones, que también son las mías.

Un abrazo.
José Daniel Rojo.

EL CABALLERO NEGRO dijo...

Me uno incondicionalmente a todo lo expuesto por Pepe Pastor.

Pacopi dijo...

corrijo un error : en la primera conclusión donde pone "ganaderos" entre comillado debe decir "GANADUROS"
Grcasi Daniel por tus alabanzas.
Un saludo

Unknown dijo...

Estimado Caballero Negro, el post lo escribe Pacopi no yo, pero bien sabes que participo de todo lo que en él se dice. Me declaro antitaurino convencido y militante frente a esta fiesta políticamente correcta, de la humillación al toro bravo, de ganaduros, destoreadores, cotorras sobrecogidas, revisteros mentirosos, empresarios incapaces, autoridad servil, veterinariosque permiten seguir siendo convidados de piedra. Antitaurino militante contra el velcro, las fundas, el barbero, las peñas y asociaciones de acomodados pseudoaficionados...
Saludos

Pilar Fuentes dijo...

Ole si señor, muy bien dicho a ver si de esta forma ponemos pie en pared.
Un saludo.

Luis Alonso dijo...

Tratar de leer un libro titulado "De pronóstico reservado" que ha editado la Diputación de Valladolid. Pues en él se analizan todas las causas de l a situación por la que est´pasando nuestra Fiesta de los Toros.

El Puntillero dijo...

Cuentas con mi apoyo frente a esta panda de sinverguenzas y estafadores amigo Pacopi.
Sabias y bien reflexionadas palabras las tuyas.

Pacopi dijo...

Puntillero: una duda atenaza mi mente: ¿Las monjas aprobaran este tipo de eutanasia?

La condesa de Estraza dijo...

Deben unirse a un grupo de aficionados madrileños a los que frecuento, que como ya dije aquí pretenden acabar con la fiesta desde dentro de certero cachetazo, antes que verla agonizar lentamente con la dignidad perdida.
Estos amigos además de coincidir con usted en todos los puntos por los que los aficionados deberíamos pedir la abolición -unidos a los antitaurinos- consideran que es la única medida de presión conocida para que el taurineo rectifique su criminal forma de trabajar.
Y ahí estoy de acuerdo con esta gente, en que en cuanto los profesionales del toro comenzaran a notar que unos y otros sumábamos fuerzas, lo mismo los profesionales tomaban medidas mayormente para que nos se les fuera el chollo, y se lograba por fin devolverle al toreo la grandeza que siempre tuvo.

La condesa de Estraza

El Puntillero dijo...

Por favor dejemos esos comentarios religiosos que todos sabemos por donde van y hacia quien van directa o indirectamente dirigidos y mostremos un poco mas de respeto hacia la persona que nos da voz a través de la red.
No obstante, tengo entendido que las altas esferas religiosas combaten con furia y empeño cualquier intentona de eutanasia.

El Coronel dijo...

Contar conmigo que asi me dedico a otras cosas mas interesantes.
Salud

Redacción dijo...

Estoy completamente de acuerdo. El toreo actual es solo una pantomima. Escribo desde México y aquí las cosas están aun peor. Tengo un espacio en la red en: http://torearteblog.blogspot.com Saludos desde México

pedrito dijo...

De acuerdo tambièn con Pacopi y vosotros que le apoyan

Un saludo de Pedrito
http://puraficion.blogspot.com

relicario17 dijo...

Señor Pacopi, la Unión Taurina abonados de Málaga,(UTAMA), en su día ganó a la Junta de Andalucia, un constencioso, sobre las actas port-morte,y ninguno, de los que dicen y se consideran aficionado, que asisten a los reconocimientos las solicitan, será que, presuntamente algunos de sus miembros reciben abonos de alguien, mejor sería no enterarse, por que alguno serian responsable ante la Ley.