El desprecio a los abonados sevillanos

Son pocos, son despreciados y ninguneados, se duda de su capacidad de representación,  pero pasan por taquilla y acuden a la plaza en esas muchas tardes fuera de la Feria de Abril en las que los feriantes y los del clavel dejan desiertos los tendidos de la Maestranza.

La  “Empresa Pages” no quiere escuchar a la afición de Sevilla (Artículo de Juan Pérez Alarcón)

Según informa el portal taurino Sevilla Taurina, "la empresa de la plaza de la Maestranza, a través de su representante Ramón Valencia, ha dejado entrever que no recibirá a la junta directiva de la Unión Taurina de Abonados de Sevilla". Y van... dos o tres desplantes, que ni Curro Romero en su mejor época. Y así estamos señores en Sevilla, con ese criterio arbitrario y demagógico de querer imponer unas ideas por c... y con el consentimiento de unos señores que son "dueños de la plaza de toros". Pero estas son las reglas de juego, y si quieres las aceptas, y sino que te den dos duros.

Según se señala en esta web, Ramón Valencia, a la sazón 'empresario consorte' de la Empresa Pages S.A., en unas declaraciones a un emisora declaró lo siguiente: "Le voy a ser muy sincero. Hace tres o cuatro días, o cinco quizás, hemos recibido una notificación por parte de ellos. Entendemos que representan a 40 ó 50 aficionados; esa es la noticia que tenemos más o menos oficialmente a través de la prensa. Eso supone el 'cero coma no se qué' de los abonados que hay en Sevilla, luego es poco. ¿El hecho de que sea poco es para no tenerlo en consideración? Bueno, también se puede tener en consideración... Lo que le quiero decir con esto es que no es sustancial el número de afiliados que tiene la asociación por lo que dice que representa. Por otro lado, y eso se lo digo ya a nivel particular, yo creo que ya han manifestado todo lo que tenían que manifestar a través de la prensa. Yo hubiese hecho el procedimiento al revés: haber hecho la entrevista y manifestarse después. Pero si ya lo han hecho a través de la prensa, pues no sé qué más manifestación tienen que hacer, y yo las he leído casi todas".

Es increíble que un empresario de la categoría de Sevilla catalogue y juzgue la capacidad de representación de la Unión de Abonados y Aficionados de Sevilla, por muy minoritaria en representación que sea, pero con sus declaraciones denota que tiene nula capacidad jurídica para dirimir cuándo una asociación, al amparo de la legislación asociativa vigente, tiene personalidad jurídica, es decir, para los neófitos, cuando 'nace' una asociación. Conforme a la Ley 4/2006, de 23 de junio, de Asociaciones de Andalucía, y en virtud del artículo 3 del citado texto legal, las asociaciones obtienen su personalidad jurídica, según tenior literal, "con el otorgamiento del acta fundacional adquirirá la asociación personalidad jurídica y plena capacidad de obrar, sin perjuicio de la necesidad de su inscripción", requisitos que según me consta tiene esa digna asociación, que entre sus fines se encuentra la representación y defensa de los intereses legítimos de los aficionados que tengan la condición de abonados de la plaza de toros de Sevilla, ya sean 50, 20 o 1.000 asociados.

Expresarle al señor Valencia y 'acólitos adláteres' (que en Sevilla hay muchos) que no sea tan vehemente y demagógico con sus declaraciones, y quite de un plumazo la audiencia a un sector de la afición que aunque es pequeño -somos muchos los independientes- tiene mucho que decir en Sevilla, y baste este tipo de actuaciones para que el año que viene nos saquemos el abono en Espartinas, Puerto, Huelva, y veamos 'los toritos' en Sevilla por Canal +, aunque nos duela esa decisión.

No lo olvide señor Valencia, que la afición en Sevilla anda cabreada y 'mosca' con algunas actuaciones y decisiones arbitrarias y consentidas, y todo ello debe ser corregido de manera elegante y cordial, y una forma de arreglarlo sería dialogando de esa manera con la única voz que existe en Sevilla para proteger al aficionado, la Unión de Abonados de Sevilla, sin perjuicio de las tertulias y asociaciones que con ese fin existen en Sevilla.

Juan Pérez Alarcón

Carlos Crivell escribía en su blog: “En este sentido, es preciso que haya diálogo. Ni los taurinos, ni tampoco la empresa, deben considerar a los abonados como sus enemigos. Tampoco deben despreciarlos porque en Sevilla sólo haya unos cuantos, muy pocos, asociados.” Pues amigo Carlos, estos aficionados han sido despreciados por la empresa de la Real Maestranza. Y ahora ¿qué? ¿Van a tener que perder su tiempo y sus fuerzas en seguir intentando convencer inútilmente de sus buenas intenciones, a quienes a la primera de cambio les desprecian? Esta muy claro, o pasas por el aro o eres enemigo. Los aficionados exigentes e independientes son un peligro para los empresarios y suelen tratarlos como una pandilla de apestados indeseables.  Y en Málaga, triste y lamentablemente, de esto sabemos mucho.