Los finalistas del Certamen haciendo el paseíllo
EL ARBOL ENVENENADO
Por Pacopi
Existe en Derecho Penal, una teoría que dice, más o menos, que toda prueba que dimane de una ilícitamente obtenida, no puede ser tenida en cuenta en el proceso, por ser también ilícita. Viene esto a colación porque, a mi modo de ver, Adolfo Ramos pasó a esta final de forma ilícita, no debió estar en ella, ya lo analicé en días anteriores. Consecuencia de ello, es que para mi ya podría inventar el toreo, cosa asaz difícil porque es encomienda que no se hace en un rato, que no tendría valor el posible primer puesto. Sigue sin sacar un pase limpio. En breve tenemos el cartel de su alternativa: Utrerita, Joselito Ortega y él…¡¡Pa salir corriendo!!
En el certamen se ha visto que impera la vulgaridad, el adocenamiento, todos los alumnos cortados por el mismo patrón, todas las faenas iguales, no tienen iniciativa propia los chavales, no tienen esos ramalazos que nos hacen ver que pueden ser algo fuera de serie. Alberto López de Madrid, el ganador, aunque peca de estos defectos y otros muchos, como es el toreo a pies juntos, mejor, el abuso del mismo, con la consecuencia de que origina que se deje la muleta retrasada y por lo tanto da medios pases, esta mucho más puesto que los otros dos finalistas. Me sorprendió Adame con el quite por tijerillas. Actualmente todos los quites son por gaoneras o por chiquelinas. En lo demás, salvo que tiene la virtud de bajar la mano, nada nuevo y algo peor que el día anterior.
A lo mejor va a tener razón el amigo Dani y debió ser declarado desierto. Los novillotes de las Monjas –que no de la Monja- mansearon casi todos pero se dejaron.
Un saludo
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