De entrantes tenemos pestiños

 Saúl Jiménez Fortes

DE ENTRANTES TENEMOS PESTIÑOS
Por Pacopi

Plaza de toros de la Malagueta. Media Plaza, en tarde calurosa.
Seis novillos de Rubio Macandro, justos de  presentación, sospechosos de pitones algunos, mansearon todos, y se cayeron todos también.
Pablo Belando.- Silencio. Saludos desde el tercio
Jiménez Fortes.- Silencio y silencio tras aviso
Manuel Días Gomes.- Silencio tras aviso. Silencio.

Es de resaltar que el resultado del sorteo, es  decir el orden de lidia y pesos, no se ponen en las puertas de la plaza. Me ha contado un pajarito, que el antiguo puntillero ha sido puesto de patitas en la calle. Es lo cierto que hay uno nuevo que falla mas que cópula de octogenario. El mismo pajarito, que les juro no era un grajo, me ha dicho que don Ildefonso ha tomado nota –no sé si sancionado- a aquellos diestros que hoy, creo que los tres, se han quedado a la derecha del caballo de picar.

Me sorprendió la desidia de Pablo Belando, que se desentendió totalmente del tercio de varas. En el primero no sabía por donde meterle mano, dio pases trapajosos con el pico de la muleta. Pinchazo, media atravesada. Silencio. En el que hacía cuatro, un inválido, le ahogó la embestida y así desperdició los pocos pases que el animal tenía. Toreó de forma vulgar. Pinchazo, media baja delantera y atravesada. Saludos desde el tercio.

He observado que Saúl Jiménez Fortes, ha sufrido una regresión con respecto a la última vez que lo vi, que no fue otra que el día de su debut con picadores. El primero de sus novillos le tocó la muleta muchas veces, lo que le ocasionó un molesto cabeceo a la res. En vez de pases daba enganchones. Terminó con el astado de dos pinchazos y media estocada contraria y atravesada. Silencio. Durante la lidia de este novillo la banda del maestro Puyana fue pitada pues empezó a tocar sin causa aparente, sin que la faena alcanzara la altura propia para ello. El quinto era sospechoso de pitones, tenia escobillado el derecho. Le enganchó los engaños más de la cuenta y Saúl despedía al novillo para las afueras. La muleta estuvo más tiempo en el albero que en manos de su lidiador. Pinchazo, pinchazo hondo y media delantera. Aviso, descabello. Silencio.

Dio unos mantazos muy propios el lusitano Días Gomes, en el  tercero, lo que le valió que fuera avisado al ponerse pesado.  Seis pinchazos y un bajonazo. Silencio. En  el que cerraba plaza, que fue el mejor de la tarde, dio pases para las afueras citando fuera de cacho. Tres pinchazos y media. Silencio.

La corrida fue mas larga que desayuno de funcionario, pero no copiosa como la colación funcionarial. Un auténtico aburrimiento.

Un saludo.