Desde mi andanada
Artículo de Angel Luis González, publicado en el nº 115 de la revista "El Rastrillo Taurino" que edita la peña taurina de Los Areneros de Madrid.
"El arte y la cultura buena jamás provocan el sufrimiento y la muerte de un ser vivo". Así reza uno de los párrafos del artículo del boletín parroquial distribuido en noviembre en Faura y Benifairó de les Valls. El cura de ambas iglesias, José Martínez Rondán, condena y critica en un extenso artículo que ocupa dos páginas la práctica de los festejos taurinos, así como de los bous al carrer. El artículo está encabezado por el título "Lágrimas de toro" y una foto de un toro con una estaca clavada. (Noticia aparecida en el Diario Las Provincias).
Personalmente no tengo nada en contra del clero, bueno lo justo quiero decir, que como agnóstico que soy ni me ocupa, ni me preocupa, salvo que se meta en mi terreno y, en este caso, el cura de Faura se mete de lleno.
No me dedico a escribir de la Iglesia, ni aprovecho por ejemplo este medio para emitir mis opiniones sobre lo que pienso, pero este pluriempleado cura (tiene dos parroquias a su cargo) sí lo hace aprovechando la hoja parroquial que se reparte entre sus feligreses, supongo que en la misa de los domingos, que es la que tendrá más afluencia de personal.
Estoy en total desacuerdo en que a los toros se los maltrate en las fiestas de los pueblos; estoy en desacuerdo en que un descerebrado se dedique a hacerle perrerías a un toro, normalmente parapetado detrás de las talanqueras, pero de ahí a pedir la abolición de los festejos en los pueblos, va un abismo. Nunca se me ha pasado por la cabeza pedir la abolición de la Iglesia Católica porque algún cura se desmadre y se han desmadrado muchos; tampoco he pedido, ni pediré, la abolición de ninguna religión por muchos desmanes que cometan sus fieles, y los han cometido y los cometerán.
Me parece que este cura de pueblo se ha pasado varios ídem y mejor hubiera sido que esas líneas que ha dedicado al asunto de la abolición de los festejos, supongo solo en los pueblos de su influencia, Faura y Benifairó, las hubiera dedicado para fines más píos o incluso para poder captar más adeptos a la causa espiritual, que hoy por hoy está como está, tan falta de vocaciones, y la foto en lugar del toro atravesado por una estaca (vaya demagogia) poner la estampa de San Pedro Regalado, Patrón de los toreros.
Mucho me gustaría conocer a D. José y tomar unos vinos juntos, para poder demostrarle con argumentos que los aficionados taurinos no somos así de descerebrados ni de sanguinarios, y poder decirle también sosegadamente la cantidad de casos de clérigos un poco faltos de cerebro, como nos ha demostrado la historia y, a buen seguro, nos seguirá demostrando.
Al final y como decía mi abuelo:..."los clérigos quieren estar en todas partes para dominar nuestras vidas, desde el nacimiento hasta la muerte y todo lo que hay en medio".
Yo me conformaría con que los curas se dedicaran a rezar y nosotros...¡a los toros!
"El arte y la cultura buena jamás provocan el sufrimiento y la muerte de un ser vivo". Así reza uno de los párrafos del artículo del boletín parroquial distribuido en noviembre en Faura y Benifairó de les Valls. El cura de ambas iglesias, José Martínez Rondán, condena y critica en un extenso artículo que ocupa dos páginas la práctica de los festejos taurinos, así como de los bous al carrer. El artículo está encabezado por el título "Lágrimas de toro" y una foto de un toro con una estaca clavada. (Noticia aparecida en el Diario Las Provincias).
Personalmente no tengo nada en contra del clero, bueno lo justo quiero decir, que como agnóstico que soy ni me ocupa, ni me preocupa, salvo que se meta en mi terreno y, en este caso, el cura de Faura se mete de lleno.
No me dedico a escribir de la Iglesia, ni aprovecho por ejemplo este medio para emitir mis opiniones sobre lo que pienso, pero este pluriempleado cura (tiene dos parroquias a su cargo) sí lo hace aprovechando la hoja parroquial que se reparte entre sus feligreses, supongo que en la misa de los domingos, que es la que tendrá más afluencia de personal.
Estoy en total desacuerdo en que a los toros se los maltrate en las fiestas de los pueblos; estoy en desacuerdo en que un descerebrado se dedique a hacerle perrerías a un toro, normalmente parapetado detrás de las talanqueras, pero de ahí a pedir la abolición de los festejos en los pueblos, va un abismo. Nunca se me ha pasado por la cabeza pedir la abolición de la Iglesia Católica porque algún cura se desmadre y se han desmadrado muchos; tampoco he pedido, ni pediré, la abolición de ninguna religión por muchos desmanes que cometan sus fieles, y los han cometido y los cometerán.
Me parece que este cura de pueblo se ha pasado varios ídem y mejor hubiera sido que esas líneas que ha dedicado al asunto de la abolición de los festejos, supongo solo en los pueblos de su influencia, Faura y Benifairó, las hubiera dedicado para fines más píos o incluso para poder captar más adeptos a la causa espiritual, que hoy por hoy está como está, tan falta de vocaciones, y la foto en lugar del toro atravesado por una estaca (vaya demagogia) poner la estampa de San Pedro Regalado, Patrón de los toreros.
Mucho me gustaría conocer a D. José y tomar unos vinos juntos, para poder demostrarle con argumentos que los aficionados taurinos no somos así de descerebrados ni de sanguinarios, y poder decirle también sosegadamente la cantidad de casos de clérigos un poco faltos de cerebro, como nos ha demostrado la historia y, a buen seguro, nos seguirá demostrando.
Al final y como decía mi abuelo:..."los clérigos quieren estar en todas partes para dominar nuestras vidas, desde el nacimiento hasta la muerte y todo lo que hay en medio".
Yo me conformaría con que los curas se dedicaran a rezar y nosotros...¡a los toros!
3 comentarios:
ole y ole por este par bien clavado en lo alto !
no le cae lagrima al cura ese leyendo que pertenece a la misma entidad clerical que un tal williamson que se permite negar la barbaridad maxima ?
un saludo.
ludo
Gracias Ludo, gracias Pepe, pero ya sabes que en tocandome el asunto de la abolición y topandome con la iglesia, es que me ciego.
Salud
La Iglesia está anclada en la Edad Media. Todavía tiene la concepción del Estado Absolutista. No conciben la democracía, no conciben el Estado aconfesional y par colmo, lo sazonan con una gran dosis de hipocresía.
Un saludo
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