Pascual Marquina
Don Pascual Marquina Narro nació en Calatayud (16 de mayo de 1873) en una familia de músicos. Su padre, Santiago Marquina Redrado, era director de diversas orquestas. Las primeras lecciones de música las recibe de su padre, pero a partir de los siete años pasa a formar parte del Coro de Infantes de la Basílica del Santo Sepulcro. A los nueve años toca la flauta travesera con la Banda Musical de la Unión Bilbilitana. A los quince escribe su primera composición, una obra para tenor y órgano, titulada Osarum. Se convierte en director de la Banda de Música de Daroca a los 17 años.
Dos años más tarde, hace el servicio militar en la Banda del Regimiento Luchana en Barcelona. A la vez estudia en el Conservatorio Superior Municipal de Música de Barcelona. En 1901 se convierte en director de la Banda de Música del Regimiento de Cazadores de Llerena y más tarde, en 1916, de la Banda de Música del Segundo Regimiento de Ingenieros de Zapadores de Madrid, con la que dio muchos conciertos tanto en España como fuera de nuestras fronteras.
En 1904 comienza a componer obras tonales para impresionar al público de Madrid. En 1914 se convierte en director del Teatro de la Zarzuela. Fue durante 18 años director artístico de la compañía discográfica La Voz de su amo. Se le entregó la Cruz de la Orden de Victoria del Reino Unido por una composición en la que reunía el himno español, la Marcha Real, y la canción popular God save the Queen, con ocasión de la boda de Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battenberg.
También es el compositor del mundialmente famoso España cañí, que originalmente llevaba el nombre de El patronista Cañí, dedicado al patronista almanseño Jose López de la Osa. La obra fue estrenada en Almansa, (localidad en la que residía José López) en la calle Aniceto Coloma en la puerta de su vivienda, interpretada por la Banda de Ingenieros de Madrid. La compuso en un viaje en tren a Madrid, inspirado en el traqueteo del tren
Falleció en Madrid el 13 de junio de 1948. Hay calles dedicadas a Pascual Marquina en las ciudades de Cartagena, Calatayud, Zaragoza, Oviedo y Montilla. Pienso que Málaga debe a este hombre una calle porque su pasodoble Brisas de Málaga, que con frecuencia interpreta en la Malagueta magistralmente la banda de Gibraljáire dirigida por el maestro Puyana, ha llevado las brisas de nuestra ciudad a todo el orbe taurino.
2 comentarios:
Hubo un Malagueño, D. José Mena, que daba la vida por Málaga y sus tradiciones, costumbres, cultura, cantes y bailes, etc. Afortunadamente, su señora viuda Dª Maria Luisa, lo sigue haciendo y aún no se lo han reconocido como se lo merecen.
Pues tu Pepe Pastor, vas camino de que dentro de muchos años se hable de ti por tu Malagueñismo.
Los Malagueto, Verdiales y Puerta Oscura( ¡¡¡Vaya que tres cachitos tan Malagueños!!!),te agradecen que siempre tengas un trocito de nuestra Málaga en el objetivo de tu cámara y en el teclado de tu ordenador.
Saludos
Gracias Malagueto, te has pasao.
Aunque uno se considera miembro de la "tercera España", la que mira al futuro, con ilusión, el hombre siempre está enraizado con la tierra y en mi caso, por la Gracia de Dios (como el pasodoble) con Málaga, ciudad que me duele como a Unamuno España (que también) por la desidia, el desconocimiento y el "merdeñonimiento" que seguimos padeciendo. Cuantos estudiosos han hecho por Málaga, por su historia, su arte, sus tradiciones...y o no han sido reconocidos o no como debieran. Yo que no llego ni a la suela del zapato a los José Mena, Baltasar Peña, Temboury, Agustín clavijo, Rosario Camacho, Trini García Herrera,Manuel Muñoz Martín, por citar algunos, intento desde mis escasos conocimientos, con la lectura y el estudio, poner mi granito de arena en la promoción y difusión de mi ciudad que hoy nos facilita internet. Y por supuesto, también de denunciar lo que de malo se haga con ella.
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