sábado, 12 de enero de 2013

Un suspiro. Un recuerdo… Y una pena.

 


Tropiezo, por casualidad, con un vídeo que mi admirado bloguero Antonio Díaz de eltoroporloscuernos.blogspot.com lanceó en youtube hace ya algún tiempo. Sensación de añoranza; extrañeza; envidia. Envidia por no haber podido vivir esa Fiesta que significaba pasión para los aficionados. Extrañeza de comprobar que los tiempos están cambiando y que le están cambiando los tiempos. Pena de ser contemporáneo a una etapa en la que preferimos agachar la cabeza aunque ello signifique el principio del fin. La tauromaquia debió ser siempre un albero de contrastes, un tendido de sensaciones. Un olé. Una bronca. Y hasta las broncas, con arte, se han perdido. En un lance templado va desvaneciéndose la ilusión. El sueño de pensar que aquella fiesta ya no es posible. Un suspiro. Un recuerdo… Y una pena.

¿Pasión? ¿Locura? Eso es desvivirse por lo que uno cree suyo. Por lo que uno ama. Por lo que uno siente.

Aficionado ¿seremos capaces algún día de volver a sentir igual?
Como diría la copla…. “Dime que sí, dímelo por dios, aunque no lo sientas, aunque sea mentira, pero dímelo…”

1 comentario:

Juanito dijo...

¡¡¡Juventud Divino Tesoro que te vas para no Volver!!!. Hay hechos y cosas que son irrepetibles aun que se puedan parecer.